Según datos de Lyxor AM, la gestión activa ha conseguido generar mejores rendimientos que la pasiva sólo en tres de dieciséis clases de activo durante 2016.
Los fondos gestionados activamente han atravesado verdaderas dificultades para batir al mercado en 2016. De hecho, según indican expertos de Lyxor AM, la gestión activa sólo superó en rentabilidad a la pasiva en tres de dieciséis clases de activos. El equipo compuesto por Jeanne Asseraf-Bitton (responsable global de análisis cross asset), Philippe Ferreira (estratega cross asset sénior) y Clément Chaulot (analista de fondos) subraya los apuros que han pasado los gestores de renta variable europea y high yield estadounidense, que fueron incapaces en ambos casos de repetir los buenos resultados de generación de alfa conseguidos en 2015.
“La mayor parte de gestores de renta variable pan europea tuvieron problemas al navegar las fuertes y frecuentes rotaciones de estilo. Sufrieron particularmente cuando se recuperaron las acciones con sesgo value”, detallan Asseraf-Bitton, Ferreira y Chaulot. Como resultado, sólo el 22% de los gestores de renta variable europea de gran capitalización generaron retornos superiores al índice de referencia en 2016, en comparación con el 72% de 2015.
En cuanto al high yield estadounidense, sólo cabe recordar que su rentabilidad estuvo guiada a lo largo del año por la volatilidad del precio de la energía. Empezó 2016 bastante dañado, después del fuerte desplome acumulado a partir del segundo semestre de 2015, y en ese momento “muchos gestores activos se beneficiaron de su posicionamiento defensivo a través de su baja exposición a la energía”. No obstante, al tocar suelo el precio del petróleo en febrero y después recuperarse con fuerza, “pilló a muchos gestores activos por sorpresa”. El resultado: sólo un 24% de los gestores activos en high yield estadounidense batieron a sus ETF comparables en 2016, frente al 64% de 2015.
En contraposición, la clase de activo que ofreció más oportunidades para generar alfa el año pasado fue la renta variable japonesa: “Muchos gestores se beneficiaron de la rotación de calidad a valor que tuvo lugar en el segundo semestre de 2016. La industria de gestión activa se comportó bien en este segmento de mercado. En realidad, la oferta de renta variable en Japón tiende a estar más orientada al value”, indican desde Lyxor. Así, el 57% de gestores activos en este segmento consiguieron superar a los ETF comparables en rentabilidad, en comparación con el 26% que lo hicieron en 2015.
Quizá resulte más llamativo el siguiente dato: los gestores de renta fija estadounidense también se las han apañado para batir al índice de referencia, incluso a pesar de la fuerte corrección desencadenada tras la elección de Donald Trump. “Muchos gestores tendieron a estar infraponderados en duración, que perdió mucho valor durante el comienzo de año, pero demostró ser de ayuda cuando la rentabilidad de los bonos empezó a subir”. El balance final arroja que un 52% de los gestores que invierten en renta fija estadounidense diversificada lo hicieron mejor que el ETF equivalente en 2016, frente al 28% de 2015.
¿Qué se puede esperar para este año?
Sin embargo, el equipo de Lyxor se muestra constructivo en sus previsiones para 2017: “La inversión activa podría experimentar un entorno mejor, si se cumplen las expectativas de una actividad económica más firme. Y creemos que hay margen para que la nueva Administración en EE.UU. extienda el ciclo económico. Esperamos que la Fed se mantenga acomodaticia en términos generales y que tanto la rentabilidad de los bonos como los precios de la energía sigan siendo de apoyo para el crecimiento”, resumen.
El lado oscuro de estas predicciones viene precisamente de la voluntad de cumplimiento que muestre el nuevo presidente de EE.UU.: “Si se decepciona a las esperanzas de que Trump impulse la reflación, los mercados experimentarán otro revés que dañará a los inversores activos que se vuelvan más agresivos en los próximos meses”.