Índice HHI o cómo medir el grado de concentración en el sector financiero

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El negocio de M&A en el sector bancario se anima. El anuncio de la posible fusión de Bankia y CaixaBank promete un otoño intenso en nuestro país. Con este nuevo movimiento, el proceso de consolidación bancaria que se inició en España tras la crisis de 2008 retoma su curso. Si bien es cierto que desde el BCE y el Banco de España se urgía a abordar movimientos de consolidación del sector para afrontar la baja rentabilidad de la banca en un entorno de bajos tipos de interés, los movimientos corporativos en este aspecto también alientan los temores de la creación de un oligopolio en el sector bancario.

Los números nos dicen que la fusión entre el tercer y cuarto banco del país daría lugar a la mayor entidad bancaria española con unos activos de 650.000 millones de euros. Además, consolidaría a ambas entidades como líderes en gestión y en segunda posición del ranking de Banca Privada. 

Con estos datos en la mano, ¿se podría dar en España una situación de oligopolio en el sector bancario? El gobernador de Banco de España, Pablo Hernández de Cos, rechazaba esta hipótesis en un encuentro organizado por APIE unos días antes de que se hiciera público el anuncio de las negociaciones entre Bankia y CaixaBank. De Cos afirmaba en su discurso que “existe margen para que se produzca alguna consolidación en el sector que contribuya a hacer que las entidades, y el sistema en su conjunto, sean resistentes”.

Felipe Villarroel, gestor de TwentyFour AM (boutique de Vontobel), comparte la opinión del gobernador, “las fusiones y adquisiciones son una buena forma de impulsar las economías de escala; pueden mejorar los beneficios y la rentabilidad de los recursos propios (..), aunque en España se ha trabajado mucho con las fusiones de múltiples 'cajas' en los últimos años, todavía hay margen para una mayor consolidación” Villaroel explica que este movimiento de consolidación “facilita a los bancos la tarea de impulsar la eficiencia de los costes y mejorar sus resultados, lo cual es, por supuesto, una tarea difícil de lograr de forma orgánica cuando el crecimiento ha sido lento”.

Cabe preguntarse entonces si realmente estamos ante un nivel de concentración preocupante. Analizamos la situación con el índice Herfindahl – Hirschman (más conocido por sus siglas en inglés, HHI). Te explicamos en qué consiste y en qué situación está España respecto a otros países de la Unión Europea. El índice HHI es la métrica más utilizada para analizar la situación de un mercado y su nivel de concentración. En el caso de la banca, el índice se calcula elevando al cuadrado la participación de cada entidad sobre el total de activos nacionales y sumando todas las cantidades restantes. Un valor máximo de 10.000 implica que se produce un monopolio. Si se obtienen valores inferiores a 1.000 indica baja concentración y por encima de 1.800 indica alta concentración, aunque no es hasta 2.000 cuando la Unión Europea observa temores de una alarmante concentración.

Si tomamos de base los datos que el BCE publicó en junio, España se sitúa a finales de 2019 en un valor por encima de 1.100. Muy por encima de lo que registran economías como Alemania, Francia e Italia. Considerando que su métrica engloba a las cinco entidades más grandes de los países analizados, en España estos bancos tienen una cuota de mercado de más de un 67% (sin contar aquí las sinergias que produciría la fusión Bankia y Caixabank), mientras que por ejemplo Alemania es poco más de un 30%.

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Fuente: BCE 'EU Structural financial indicators' 08-06-20