ETF: características principales y diferencias con los fondos indexados

Caballos, perfilados
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Los ETF y los fondos indexados se consideran productos de inversión pasiva y tienen el mismo objetivo: replicar el comportamiento de un índice de mercado. Tal y como indica Juan San Pío, responsable de productos indexados y smart beta en Amundi para Iberia y Latinoamérica, se trata de fondos gestionados profesionalmente por un gestor de carteras que utiliza diferentes técnicas de inversión para replicar el comportamiento de los fondos indexados lo más fielmente posible. Para explicar a los inversores cuáles son las similitudes y diferencias entre un fondo indexado y un ETF, el experto ha elaborado una guía sobre las características de ambos vehículos de inversión.

¿Qué tienen en común los ETF y los fondos indexados?

Los ETF y los fondos indexados ofrecen a los inversores acceso a una amplia variedad de exposiciones de inversión y tienen mucho en común. Existen ETF y fondos indexados que pueden ser accesibles para todo tipo de inversores, pero la forma de acceder a ellos puede ser diferente. En Europa, ambas estructuras de fondos pueden estar sujetas al mismo marco reglamentario UCITS destinado a proteger a los inversores.

Tanto los ETF como los fondos indexados están diseñados para ofrecer a los inversores una exposición diversificada, con riesgo controlado y transparente al comportamiento del índice elegido. Como fondos pasivos, tanto los ETF como los fondos indexados suelen considerarse soluciones de inversión de bajo coste. La rentabilidad esperada del fondo es igual a la rentabilidad del índice menos los gastos corrientes (deducidos del valor diario del fondo) que permiten cubrir todos los gastos de gestión del fondo.

¿Cuáles son las principales diferencias entre los ETF y los fondos indexados, y qué significan para los inversores?

Diferencia 1: Accesibilidad

Se refiere a la forma en que los inversores pueden comprar y vender su exposición al fondo.

ETF

Al igual que las acciones y los bonos cotizados, los ETF pueden negociarse a lo largo del día en tiempo real. Al negociarse como una acción, los inversores los compran al precio de demanda (bid) -el precio que un comprador está dispuesto a pagar por el ETF- y los venden al precio de oferta -el precio que un vendedor está dispuesto a aceptar por él-. El diferencial entre la oferta y la demanda (bid-offer spread) es la diferencia entre la oferta más alta y la más baja.

En condiciones normales de mercado, este diferencial entre oferta y demanda suele ser pequeño. Refleja la oferta y la demanda de ETF en el mercado, pero también depende en gran medida de las condiciones del mercado. Por ello, el precio que pagan los inversores está sujeto a cambios a lo largo del día. Un inversor negociará su ETF a través de un intermediario financiero, lo que conllevará una comisión por los gastos de la operación además del precio definido en el mercado.

Fondos indexados

Los fondos indexados no cotizan en bolsa, sino que se compran directamente a un gestor de activos o a través de un distribuidor. Al igual que con otros fondos de inversión, el inversor realiza la operación un día determinado antes de la hora límite definida del fondo.  Cuando el inversor realiza la operación, no conoce el precio -o el valor liquidativo (NAV)-, ya que normalmente se calcula y se publica al día siguiente. 

Por lo general, el valor liquidativo suele coincidir con el rendimiento del índice y los fondos indexados se negocian sin un diferencial entre oferta y demanda, por lo que el inversor conoce más o menos cuál será el precio. Como los inversores se dirigen directamente al gestor o distribuidor de activos para invertir en fondos indexados, no hay comisiones de negociación, pero la compra puede estar sujeta a otras comisiones que suelen estar indicadas en el Documento de Datos Fundamentales (KIID) para el inversor del fondo.

¿Qué significa esto para los inversores?

Para los inversores que buscan la flexibilidad de la negociación en el mercado durante la sesión de cotización, un ETF podría satisfacer mejor sus necesidades. Para los inversores a largo plazo que realizan operaciones de compraventa con menos frecuencia, un fondo indexado puede satisfacer mejor sus necesidades. Para los inversores a corto plazo u otros centrados en el trading a un precio intradía, la estructura de los ETF podría ser más adecuada.

Diferencia 2: Inversiones mínimas

ETF

Operar con ETF es sencillo, ya que son fondos estandarizados para los que una misma clase es accesible a todo tipo de inversores. La inversión mínima para cualquier inversor es simplemente un ETF, tanto si el precio de ese ETF específico es de 100 euros cada participación como si es de 1.000 euros. Con una única clase, los fondos se negocian al mismo precio por participación, independientemente del tamaño de la operación.

Fondos indexados

Los fondos indexados están estructurados en diferentes clases diseñadas para distintos inversores – para cada clase, la inversión mínima será diferente. Las comisiones pueden diferir según la clase de forma gradual; en general, cuanto mayor sea el mínimo de inversión de la clase, menores serán las comisiones de gestión asociadas a las mismas.

¿Qué quiere decir esto para los inversores?

Para los inversores particulares o las instituciones más pequeñas que no pueden realizar inversiones mínimas elevadas, un ETF puede ofrecer una solución sencilla para obtener exposición al mercado. Para los grandes inversores, un fondo indexado con una inversión mínima elevada y comisiones graduales podría ser un enfoque adecuado.

Diferencia 3: Gama

ETF

Los proveedores de ETF suelen tratar de desarrollar una amplia variedad de fondos que cubran una extensa gama de exposiciones con el fin de ofrecer a los inversores una gran variedad de herramientas en ETF o los productos básicos para que los inversores puedan personalizar sus carteras.  Esto significa que, en muchos casos, los ETF ofrecerán subexposiciones a una amplia exposición geográfica.

Fondos indexados

Los fondos indexados suelen ser más grandes y se centran más en las exposiciones principales.

Elección para los inversores

Una estructura no es mejor que la otra.  En muchos aspectos, los ETF y los fondos indexados no son tan diferentes: ambos son instrumentos de réplica de índices eficiente en coste. La elección de la estructura dependerá de las preferencias individuales de los inversores, sus perfiles, objetivos, tamaño de la inversión y expectativas.

A la hora de elegir entre las estructuras, es importante comparar la exposición de cada fondo (índice), sus gastos corrientes, así como las comisiones pagadas al intermediario financiero por uno y otro producto.