Postura dovish y su implicación en política monetaria

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generalising, Flickr, Creative Commons

Si en artículos anteriores definíamos lo que era hawkish y qué implicaciones tenía para la política monetaria, ahora es el turno de dovish. Como siempre comencemos por la terminología. Dovish viene de dove en inglés que en castellano significa paloma. Una persona calificada dovish es pacífico, dócil. ¿Y qué implicación tiene una postura dovish con la política monetaria?, ¿y qué efectos tiene para la economía real? Explicamos el concepto en el Glosario de FundsPeople.

A quiénes se les califica como palomas

El mensaje en el discurso de un banquero central es muy importante. Suelen anticipar los próximos movimientos en su política monetaria que irremediablemente tendrá consecuencias en la economía real y, como no, en los mercados. Así, los responsables calificados como dovish, palomas en castellano, promueven políticas monetarias que suelen implicar bajos tipos de interés.

¿Por qué? Porque su preocupación no suele ser el control férreo de la inflación, sino que su interés se rige más por conseguir una baja tasa de desempleo y crecimiento de la economía. Por ello, son más proclives a realizar políticas monetarias expansivas.

Características propias de una paloma

Como ya hemos comentado, entre sus atributos está su interés por estimular el empleo.  Para los responsables con postura dovish el control de la inflación es importante, pero lo es más entrar en deflación.

Su predisposición por unos tipos bajos se fundamenta en el objetivo de estimular la economía. Si las empresas y los hogares aumentan su posibilidad de gasto debido a que la concesión de préstamos es más barata, impulsará el consumo y, por ende, este estímulo económico se trasladará al empleo.

¿Qué consecuencias tiene una postura más dovish?

Ante un contexto de tipos bajos los préstamos se vuelven más atractivos. Los hogares y empresas son más propensos a utilizar crédito y deuda para su financiación, ya que conseguir dinero es más barato. Este círculo estimula la economía animando a los consumidores y empresas a gastar. Las compras que conllevan una financiación importante, como puede ser una casa, un coche, incluso reformas para tu negocio, no se postergan, se llevan a cabo en el presente ante una posible subida de tipos en el futuro.

Este dinamismo en la economía real se traslada al empleo por lo que se suele asegurar el mantenimiento de puestos de trabajo, e incluso la creación de más. Al aumentar el empleo, los salarios suelen ser relativamente más altos ante la disminución de oferta de trabajadores disponibles.

¿Qué ocurre con la divisa? El aumento de la masa monetaria provoca una devaluación de la moneda. Las importaciones tenderán a ser más caras, mientras que mejoraría el contexto para las exportaciones.  

¿Todass estas implicaciones podrían desencadenar inflación? Sí, pero para los responsables que abogan por una postura dovish la prefieren ante cifras de desempleo altas en una economía estancada. ¿El quid de la cuestión? El equilibrio entre crecimiento económico e inflación tomando como instrumento para conseguirlo los tipos de interés.

Identificamos a los personajes con posturas más dovish en política monetaria

Ahora que tenemos claro qué implicaciones tiene una postura dovish en la política monetaria, identificamos los personajes más destacados que han llevado a cabo una postura dovish durante su mandato al frente del banco central que les tocó presidir.

  • Ben Bernanke presidente de la Reserva Federal de EE.UU. entre 2006 y 2014. Gran conocedor de la Gran Depresión de los años 30, cuando le tocó lidiar con la crisis de las subprime reaccionó bajando los tipos de interés en casi cinco puntos en un año. También se le recordará por lanzar  los programas de flexibilización cuantitativa (QE, su acrónimo en inglés) que inundó de liquidez el sistema financiero, a lo que hay que sumar varios programas dirigidos a facilitar la circulación del crédito. Todas estas políticas ayudaron a que EE.UU. empezara a crecer en 2009.
  • Su sucesora en el cargo, Janet Yellen, también fue conocida por su postura dovish. La presidenta de la Fed durante los años 2014 – 2018 de vertiente keynesiana es una firme defensora del uso de la política monetaria para estabilizar la economía a lo largo del ciclo económico. Yellen declaró que ocasionalmente permitir que la inflación suba podría ser una "política sabia y humana" si con ello se aumenta la producción.
  • En nuestro lado del charco tenemos a Mario Draghi. La mención en uno de sus discursos de su ya famoso ‘whatever it takes’ en uno de los peores años para Europa, 2012, logró salvar a la moneda única. Su mandato, que duró desde 2011 hasta 2019, estuvo marcado por la crisis de la deuda soberana. Su política expansiva y su mensaje a favor del euro ayudó a que los mercados se calmaran y a encauzar la recuperación de Europa.