En una mesa redonda organizada por FundsPeople dentro del evento El Futuro de los ETF, el responsable de desarrollo de negocio de ETF e indexados en la gestora da a conocer su visión sobre una industria que este año celebra su 30 aniversario.
Este año se celebra el 30 aniversario del nacimiento del ETF como vehículo de inversión. Desde 1993, el producto en sí ha experimentado una evolución muy significativa, tanto en términos de clases de activos representados como por estilos de gestión. En opinión de Guido Stucchi, el ETF es un producto justo (porque tiene un TER muy reducido y, además, dispone de mecanismos anti-dilución que protegen al inversor existente de toda la actividad generada por los flujos del resto de inversores) y democrático (tanto el cliente minorista como el institucional compran el mismo producto al mismo precio), que permite a los inversores construir una cartera a bajo coste y diversificada sobre varias clases de activos, con un alto nivel de flexibilidad y transparencia.
Así lo explicaba el responsable de desarrollo de negocio de ETF e indexados en BNP Paribas AM en una mesa redonda organizada por FundsPeople dentro del evento El Futuro de los ETF, en la que también participaron Trevis Spence, responsable de Distribución de ETF para Europa en J.P Morgan AM; Stefan Kuhn, responsable de Distribución de ETF para Europa en Fidelity International; y Antoine Lesné, responsable de Estrategia en State Street Global Advisors. “Hoy, los ETF son mucho más conocidos que en el pasado, cuando había mucho escepticismo, mucha preocupación, no sólo por parte de los inversores, sino que también por parte de los reguladores, sobre el tipo de riesgos que podrían entrañar. Recuerdo cuando se decía del producto que generaba un riesgo sistémico”.
Estas dudas se vertieron especialmente sobre los ETF de renta fija. ¿Crea un riesgo sistémico el ETF de renta fija? Guido cree que no. “El vehículo ha demostrado sobradamente su capacidad de resistencia en periodos difíciles. A lo largo de los últimos años hemos atravesado un par de crisis importantes que han afectado al mercado de bonos. Y lo que vimos es que los ETF se comportaron muy bien. No sólo no generaron un riesgo sistémico, sino que en ocasiones se utilizaron como referencia para calibrar dónde estaba exactamente el mercado. Algunos ETF cotizaban con descuento, un descuento significativo en comparación con el NAV. Pero lo cierto era que el NAV no era el valor justo. El precio del ETF era el que estaba dando la valoración correcta”.
Interés por la ASG
Junto a este atributo, el responsable de clientes de ETF y Productos Indexados en BNP Paribas AM detecta, además, tendencias más coyunturales que están favoreciendo el desarrollo del vehículo. Una de las más importantes es el auge de la sostenibilidad. “Muchos clientes que antes invertían en índices tradicionales están trasvasando sus posiciones hacia estrategias ESG, viendo al ETF como una solución. Existe un amplio catálogo de productos ya disponibles en la industria que integran los criterios ESG de diferentes formas, lo que facilita a los clientes elegir la solución que mejor se adapte a sus necesidades”. No obstante, también aquí el sector está teniendo que afrontar importantes retos, como evidencia la reclasificación de productos de la que hemos sido testigos.
“Si hubiese sido solo un caso, se podría pensar en un error aislado a la hora de clasificar ETF. Dos, tal vez. Pero cuando ves que toda la industria está reclasificando sus productos, claramente algo está pasando. Regular toda la transición a las finanzas sostenibles no es fácil. Ni para el legislador, que quiere combatir el greenwashing, ni para el regulador, que necesita aplicar la normativa, ni para las gestoras, que tenemos que integrar estas normas en la forma en que creamos, gestionamos y distribuimos los fondos. Hubo un tiempo en el que estaba claro que un ETF Paris Alligned Benchmark podía ser clasificado como un producto artículo 9. Así lo entendió todo el mercado, lo cual luego se vio modificado en un intercambio de preguntas y respuestas con la Comisión Europea”, recuerda.
Hoy, sigue habiendo incertidumbre. “Creo que la mejora de los datos ayudará en el futuro. Si la CSRD obliga a las empresas a revelar datos financieros adicionales de una manera más detallada, esto dará a los analistas ESG las herramientas que necesitan para realizar un mejor estudio y llevar a cabo una mejor clasificación. Esto ayudará a desarrollar productos con un menor nivel de incertidumbre sobre las características financieras del propio producto. Pero aún queda mucho trabajo por hacer. Entre otras cosas, definir completamente los criterios técnicos de la taxonomía, para que todo el mundo pueda trabajar en un entorno más cómodo a la hora de distribuir producto ESG”, advierte el responsable de desarrollo de negocio de ETF e indexados.
Temáticos
Respecto a los temáticos, un área donde en BNP Paribas AM se están enfocando, Stucchi considera que, aunque depende de las necesidades de inversión de los clientes, estos productos deben ser vistos desde una perspectiva a largo plazo y no con un horizonte de inversión táctico de corto plazo. “Esto es evidente con la inteligencia artificial. Claramente, existe una oportunidad de inversión que está relacionada con el hecho de que se está invirtiendo mucho dinero en esta área. Implica alejarse bastante de los índices tradicionales y tener en cuenta variables que normalmente no son tan importantes para estrategias más convencionales, como las que ponderan por capitalización. Aquí es más relevante la pureza de la inversión”.
En este sentido, explica que, cuando trabajan con un proveedor de índices para desarrollar una idea sobre un índice temático, normalmente hay una fase de prueba retrospectiva de análisis de lo que es posible, lo que realmente se puede hacer. Porque no siempre es sencillo. “Algunas empresas podrían tener una gran pureza, pero a la vez ser demasiado pequeñas, lo que daría lugar a problemas de liquidez. Es algo que hay que tener en cuenta a la hora de construir el índice. Además, normalmente, hay que poner algunas restricciones en términos de rotación, porque no quieres tener un índice que presente un turn-over anual del 100%. Eso sería bastante difícil de gestionar”.
En su opinión, el temático se puede usar en una asignación de activos para tratar de darle un rendimiento extra a la cartera. También para diversificar las fuentes de riesgo o simplemente para reflejar el sistema de valores del cliente. “Si usted es una fundación, por ejemplo, que se dedica a la protección del medio ambiente, un ETF temático que se centra en energía limpia, hidrógeno verde o biodiversidad puede ser una solución interesante que encaje con sus valores. La buena noticia es que los ETF son vehículos transparentes. Esto significa que sabes exactamente lo que estás comprando y cuáles son los valores subyacentes”, concluye.