En los últimos meses de 2023, el precio del petróleo experimentó una volatilidad significativa. Según datos recientes, el precio del barril Brent, referencia internacional, cerró el año en torno a los 77 dólares, mostrando una caída del 10% respecto al año anterior. Hace unos días, ante el recrudecimiento de los ataques en Oriente Medio, el precio repuntó aunque no de manera exagerada. Esta tendencia ha generado un intenso debate entre los expertos del sector sobre la dirección que tomarán los precios más allá del 2024, tras el agresivo recorte de tipos por parte de la Reserva Federal.
Mientras algunos expertos prevén una caída continua de los precios que beneficiará el consumo y la inflación, otros advierten sobre posibles riesgos al alza debido a factores económicos y geopolíticos. Lo que queda claro es que el mercado del petróleo sigue siendo complejo y volátil, y los inversores y consumidores deberán estar atentos a los desarrollos en la oferta, la demanda global y las tensiones geopolíticas que puedan afectar los precios en el futuro próximo.
La visión bajista: caída de precios y aumento del consumo
Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM), mantiene una postura optimista respecto a la caída del precio del petróleo. Según su análisis, "el precio del petróleo seguirá cayendo y eso permitirá un repunte cíclico del consumo de los hogares". Argumenta que esta caída tendrá un efecto positivo en la economía: "La caída del precio del petróleo conlleva una reducción del precio de la gasolina. Las fluctuaciones del precio de la gasolina generalmente están correlacionadas, a corto plazo, con la evolución de los gastos de consumo. Además, la disminución del precio del petróleo contribuirá a que los hogares aumenten su consumo".
El economista incluso se aventura a dar cifras concretas, afirmando que "el precio del petróleo podría caer hasta un 25% en un año". Esta caída, según Waechter, tendría un impacto directo en la inflación, ayudando a reducir los tipos de interés de los principales bancos centrales.
Factores que influyen en la caída del precio
Waechter atribuye esta tendencia bajista a dos factores principales: aumento de la oferta, citando al último informe de la Agencia Internacional de Energía, el experto señala "una progresión de 80.000 barriles/día en agosto a 103 millones de barriles por año"; disminución de la demanda, especialmente en China, donde "la actividad es moderada, mientras que el desarrollo del parque de vehículos eléctricos es rápido – más de la mitad de los vehículos vendidos en agosto eran eléctricos –".
La visión alcista: riesgos y oportunidades
En contraste con las perspectivas bajistas, Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America, ofrece una visión más cautelosa y potencialmente alcista para el precio del petróleo. Blanch advierte que "la energía es una trampa bajista" y señala que "los inversores se han puesto agresivamente en corto en el sector energético". Sin embargo, argumenta que esta posición podría ser prematura: "Creemos que los riesgos para los precios están más equilibrados... El consumo mundial de energía probablemente se acelerará en el futuro a medida que la próxima revolución de la productividad pase a primer plano".
Factores que podrían impulsar los precios
Entre los varios factores que señala Blanch que podrían impulsar los precios del petróleo están: a) crecimiento económico global, y dice que “si el PIB mundial crece un 3,3% el año que viene, como prevé nuestro equipo de Economía, la demanda de energía le seguirá"; b) aumento de la demanda de electricidad, en este sentido considera que con una demanda de electricidad superior al uso de combustibles para el transporte debido al aumento de las ventas de vehículos eléctricos y a la construcción de centros de datos, los precios de los combustibles térmicos deberían verse fuertemente respaldados; c) limitaciones en la oferta, ya que el crecimiento de la oferta de carbón térmico es cada vez más limitado y las importaciones chinas de carbón por vía marítima han aumentado rápidamente este año; y d) riesgos geopolíticos, aunque también señala al rápido descenso de los tipos de la Fed y el estímulo anunciado por China, como los principales riesgos al alza para los precios del petróleo en 2025.