Talha Khan, economista político de Capital Group, ofrece un análisis sobrio y realista sobre los retos a los que se enfrenta la Unión Europea.
Un economista tiene la libertad de usar sus proyecciones para imaginar hacia dónde va la deriva de un país. “El papel del economista político es entonces traerle de vuelta a la realidad”, bromea Talha Khan. Durante su ponencia en el Workshop FundsPeople: El Día de los Selectores de Fondos celebrado hace unas semanas, el economista político de Capital Group se enfrentó al reto de hablar sobre Europa, de sus desafíos y retos.
Europa es el ejemplo perfecto del espacio que existe entre las proyecciones de lo que podría llegar a ser la región y la realidad de lo que terminará siendo a causa del sistema político en la Unión Europea. Y la imagen que dibujó Khan fue bastante aleccionadora. “Hay un consenso intelectual sobre lo que tiene que mejorar en Europa: la competitividad”, recuerda. Y nos ofrece una cifra para entender bien lo rezagada que se está quedando el Viejo Continente en el plano global. En los años 90 Europa tenía el 90% de la productividad de Estados Unidos. Hoy es del 80% y bajando. “La tendencia no está yendo a favor de Europa”, advierte.
Aupado por el informe de Mario Draghi sobre el principal reto que acecha a Europa y las presiones del también ex ministro de Italia Enrico Letta, la conclusión de ese sector político es que en la Unión Europea urge muchísima inversión. En infraestructura, desarrollo, innovación, un mercado de capitales único… Draghi ha calculado que hace falta 800.000 millones de euros en cinco años para que Europa pueda volver a la tendencia. No es que Kahn sea un pesimista estructural. Hay dos escenarios en los que el economista político cree que Europa podría reaccionar: o bien un recrudecimiento de la guerra en Ucrania o una potencial victoria de Donald Trump.
La realidad de Europa
Pero, como ya avisaba Khan al principio de su discurso, por un lado, está el potencial y por otro muy distinto la realidad. Y en su opinión, el panorama político a día de hoy nos obliga a aterrizar en un escenario mucho más realista. “El problema es que Europa está demasiado polarizado políticamente y eso genera una fragmentación a nivel europeo”, sentencia el experto. Hay seis gobiernos en Europa de partidos de extrema derecha y pocos gobernando en el centro. “Ya no existen figuras como Sarkozy o Merkel que fueran capaces de entenderse en el plano político a pesar de sus diferencias en materia nacional.
- Se abre lo que Khan denomina la teoría de juegos de dos niveles (two level game theory). “Cuanto más débil sea un gobierno en el plano nacional menos influencia tendrán a nivel europeo”, recuerda el experto esta teoría desarrollada por Robert D. Putnam de la universidad de Harvard. En su opinión, hasta que no se celebren las elecciones en Alemania en 2025 no veremos las cartas de Francia.
Además, a pesar de que fue la propia Comisión Europea la que encargó a Draghi su informe, el mensaje político que están empujando es aún de disciplina fiscal. “El gran debate que sobrevuela es la posibilidad de que la UE se financie a nivel europeo. Que este sea su momento Hamilton”, plantea Khan. “Pero la realidad es otra. ¿Cuántos gobiernos estarían dispuestos a renunciar a su control sobre el gasto fiscal?”, añade. Y a día de hoy no es solo Alemania la que pide disciplina fiscal, también son los países del norte. Así, el experto ve poco probable que se logre un consenso para el cambio.