En la apertura del ESG Summit Europe, evento dedicado a la sostenibilidad celebrado recientemente en Madrid, Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, ha analizado las tendencias emergentes y la evolución de las finanzas sostenibles. En su opinión “la sostenibilidad es la mayor tendencia estructural en la industria de la gestión de activos”. Esa tendencia tiene mayor o menor fuerza dependiendo de las regiones, pero “en Europa es un factor crítico”, señaló. Buenaventura señaló que a pesar del aumento de la financiación relacionada con la sostenibilidad en la última década, sigue existiendo una brecha sustancial con la financiación necesaria para apoyar eficazmente la transición verde. En la reducción de esa brecha, es fundamental el papel de los mercados de capitales, tanto en la asignación de capital, como en la influencia que se puede ejercer en las compañías en las que se invierte.
La carretera y el tráfico
Al abordar el papel de la regulación financiera y los supervisores financieros en la financiación sostenible, Buenaventura considera que su principal objetivo es garantizar que los inversores dispongan de información adecuada, fiable y accesible para tomar decisiones bien informadas. La regulación y la supervisión financieras deben centrarse en crear un mercado financiero seguro y accesible, más que en determinar los volúmenes o flujos de la financiación verde. “Debemos mantener la carretera en buen estado y con señales claras de entrada y salida y asegurarnos de que puede haber más tráfico, pero nuestra misión no es que haya más o menos coches”, puntualizó. Esta sería, desde su punto de vista, la tarea que corresponde a los gobiernos, con sus objetivos, normativas e incentivos.
Hacia estándares más unificados
Por último, Buenaventura destacó el papel de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO, por sus siglas en inglés) en las finanzas sostenibles. La IOSCO, en su calidad de organismo internacional de normalización de los mercados de capitales, colabora con los supervisores de los mercados financieros para establecer el programa mundial de reforma de la reglamentación.
El presidente de la CNMV subrayó el esfuerzo que se está haciendo para conectar los distintos estándares, con iniciativas como el ISSB, que pueden ayudar a que haya un reporting más unificado, menos redundante, fiable y comparable. Asimismo, anunció que el fruto del trabajo que los reguladores que forman parte de la IOSCO han realizado en este sentido, así como en lo relacionado con los ratings y los datos de sostenibilidad, se dará a conocer en la COP28, de próxima celebración.
Buenaventura aseguró que los reguladores son conscientes del reto que para la industria de gestión de activos supone ir adaptándose a la legislación, pero añadió que “se han conseguido resultados en un tiempo récord”.
Cambios necesarios en el sistema
También hizo hincapié en la necesidad de una mayor integración, Martin Maloney, secretario general de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), que comenzó su intervención reconociendo las críticas a las que se enfrentan los reguladores por la fragmentación de las prácticas ASG nacionales a escala mundial. Maloney subrayó que sólo el 17% de los inversores consideran que los factores ASG son fundamentales para sus decisiones de inversión, lo que indica la necesidad de un enfoque más integrador.
El directivo describe el mercado actual como una mezcla de inversores que o bien se centran en los factores ASG, o bien no están interesados en ellos, o bien son inversores de impulso temporal. Admitiendo que el ecosistema del sector financiero puede ser inadecuado para las finanzas sostenibles, considera que se necesita poder hacer frente al greenwashing de forma más eficiente, por lo que es necesario que los reguladores hagan cambios en el sistema.
Esa falta de adecuación, puede exlicarse, en opinión de Maloney, porque tradicionalmente los reguladores esperan a que evolucione el ecosistema del mercado financiero, pero debido a la urgencia de las cuestiones ASG, ahora están construyendo el marco de forma proactiva. Esto supone un reto, ya que los reguladores se adentran en un terreno desconocido. A pesar de ello, expresó su confianza en sus esfuerzos y reconoció la necesidad de mutua comprensión entre las distintas partes mientras navegan por este camino inexplorado. También señaló que el proceso para alcanzar net zero y aplicar la normativa ASG no es lineal, sino más bien iterativo y complicado, y que los políticos toman decisiones de forma vacilante y fragmentada.
Maloney subrayó la importancia de reconocer la fragmentación de las prácticas ASG a nivel global y la necesidad de un enfoque global y adaptable. De ahí la importancia de reconstruir el ecosistema del sector financiero para abordar eficazmente las cuestiones ASG y combatir el greenwashing.