“Hemos llegado a un punto en el que cuanto más riesgo asumes en tu cartera, menos volatilidad sufres”

Miller
Foto cedida

Los activos que históricamente habían sido los más seguros son ahora los que cuentan con un mayor riesgo y los que tradicionalmente habían sido de mayor riesgo tienen ahora la facultad de ser de menor riesgo. Así lo cree al menos Bill Miller, el reputado gestor de Legg Mason Global Asset Management, quien considera que “hemos llegado a un punto en el que cuanto más riesgo quieres asumir en tu cartera, menos volatilidad sufres y viceversa”. En realidad, estamos en un entorno en el que, según el experto, “todo ha despegado por la liquidez puesta encima de la mesa por los bancos centrales”.

En una conferencia celebrada en Londres, el gestor del Legg Mason Capital Management Opportunity Fund reconocía que en el fondo están centrados en segmentos del mercado que ofrezcan el mayor potencial de crecimiento, como financieras, constructoras y aerolíneas. “Nos posicionamos como un fondo de profundo estilo ‘value’. Nuestro objetivo es encontrar los negocios de valor con mayor recorrido y explotar las ineficiencias del mercado. Esto es particularmente interesante cuando se producen cambios en el modelo de negocio de la compañía”, afirma.

El sector financiero es, a su juicio, uno de los que cotizan a precios más atractivos. “Las entidades financieras estadounidenses presentan las valoraciones más bajas y la rentabilidad por dividendo más elevada. Los fundamentales que ofrecen esta clase de compañías son extremadamente positivas. Bank of America-Merrill Lynch es un claro ejemplo de ello”, indica. Por este motivo, el experto sobrepondera claramente el sector en su fondo, así como las empresas de consumo cíclico, frente a las de consumo básico. No obstante, además del sector financiero, constructoras y aerolíneas son sus favoritas.

Miller se muestra muy optimista sobre la evolución de la economía estadounidense. “La inflación no será un problema en los próximos años y el mercado inmobiliario americano se está recuperando, lo cual es crítico para que la economía de Estados Unidos crezca”, asegura. A su entender, estamos ante el mejor momento de nuestra vida para comprar una casa. “La recuperación de los precios de la vivienda ha partido desde los niveles más bajos de los últimos 50 años y las constructoras están baratas”. KB Home, Lennar o Pulte Homes son algunas de las apuestas que mantiene en cartera.

El otro sector por el que muestra abiertamente su entusiasmo es por el de las aerolíneas. “En los últimos dos años hemos asistido a una consolidación del sector aéreo. Antes, el sector era impredecible, muy ligado al comportamiento del petróleo. El ciclo de las 'commodities' se ha acabado y el precio del combustible va a bajar. Es un entorno muy favorable para el sector. El sector ha registrado dos años consecutivos de beneficios y las valoraciones de las aerolíneas estadounidenses son las más baratas del mundo”, afirma. Miller se muestra particularmente optimista sobre compañías como US Airways o Delta, valores que mantiene en cartera.

A menudo los gestores adoptan un excesivo riesgo en sus carteras o se muestran excesivamente conservadores. No existe un término medio. “Ahora estamos en un momento de una extrema aversión al riesgo. El inversor todavía compra deuda del Tesoro de Estados Unidos a 10 años. Con esto lo único que te garantizas es que vas a perder dinero en términos reales. Estas rentabilidades seguirán siendo bajas durante los próximos tres años”. Define su fondo como muy flexible. “Podemos llegar a tener un 20% en un valor, aunque en realidad esto nunca lo hacemos”. Las diez primeras posiciones concentran el 40% de la cartera.

La integración el pasado mes de enero de Legg Mason Capital Management, entidad con 7.000 millones de dólares en patrimonio, en ClearBridge, boutique de Legg Mason Global AM con 60.000 millones de dólares en activos bajo gestión, no afectó a Bill Miller, que sigue al frente de la estrategia del LMCM Opportunity Trust Fund como miembro gestor del LMM, entidad independiente establecida por él y Legg Mason en 1999.