Si bien esto puede tener un efecto perjudicial para muchas empresas, existe un numero similar de empresas que están haciendo su mejor esfuerzo por expandir sus operaciones en economías o sectores de mayor crecimiento y, sobre todas las cosas, ser lo más independientes posible de la influencia del Estado. La debilidad de muchas de las empresas de servicios públicos en Europa, por ejemplo, ha surgido en gran medida de una mayor regulación – factor que también afectó a las compañías de telecomunicaciones. Al mismo tiempo, los problemas de Nokia no tienen relación con un mal entorno político, como tampoco así el éxito de Inditex (tienda de indumentaria que incluye la marca Zara), que se debe a ofrecer buenos productos y a tener un eficiente abastecimiento.
Resultaría útil pensar que la política se está volviendo cada vez menos relevante, ya que las políticas económicas que sigue una economía desarrollada deben transitar un camino cada vez más estrecho. Yo me pregunto si hay alguien que haya escrito un libro llamado "Una guía simple sobre cómo administrar una economía moderna", cosa que los partidos políticos solo tengan que interpretar las estas normas dentro de su estrecho margen. En Europa, la atención está volcándose hacia el crecimiento – pero con la clara reiteración de que la deuda debe mantenerse bajo control. De todas formas existen diferentes enfoques que pueden usarse para manejar una economía, y es significativo que Europa comenzó a decir que el "crecimiento" es el enfoque por sobre la "austeridad" en enero de este año, cuando el expresidente Sarkozy sostuvo una reunión con la canciller Merkel: ellos saben que el crecimiento es requisito –pero son perfectamente conscientes (al igual que el primer ministro del Reino Unido, James Cameron) del peligro de "endeudarse para crecer".
Entonces, ¿qué es lo que una empresa exitosa puede hacer? Muchas de nuestras posiciones logran crecer gracias a los efectos demográficos –Fresenius gracias a la creciente necesidad de atención médica y Essilor a la necesidad de ayudar a ver con nitidez con sus anteojos a una población en crecimiento – grandes y jóvenes. L’Oreal está encontrando su crecimiento en los mercados emergentes y también una mejor demanda en los mercados establecidos. Deutsche Post DHL está encontrando su crecimiento en ayudar a empresas a manejar su logística de manera más efectiva, una situación en la que todos ganan. Muy a menudo la obsesión con el crecimiento del PIB oculta un cambio subyacente, de ahí nuestro intento por encontrar inversiones en empresas que pueden ser "parte de la solución".
Mientras lidiamos con este frustrantemente lento y persiste impasse político y económico de Europa, debemos recordar que las empresas en las que estamos invirtiendo están tan informadas como nosotros y en fuerte contacto con el mundo real. Ellas pueden los flujos del orden con mucha rapidez – y nosotros debemos percibir cuándo, dónde y en qué medida las expectativas pueden cambiar.
Una compañía bien podría verse influenciada por el telón económico, pero, en definitiva, la política va por una senda bastante estrecha. Pero al igual que comprendió Repsol cuando el gobierno argentino nacionalizó YPF, y de igual manera lo vivieron las compañías petroleras en Venezuela, a menudo la dificultad está en los jóvenes mercados emergentes más jóvenes. Europa tiene muchos desafíos por delante y claramente impuestos más altos pueden convertirse en un problema en algún momento, pero la política puede tener en Europa un efecto mucho menor al que los mercados han temido recientemente. El crecimiento en los partidos de los extremos (izquierda o derecha) de Europa en los últimos doce meses, debería ser visto en el contexto de un profundo enojo ante el mal manejo de la economía por parte de las últimas administraciones. Eso ya está provocando que se tenga un enfoque más positivo hacia la gestión proactiva de los problemas relacionados con el euro y, al igual que la broma sobre la persona extraviada que pregunta el camino y le aconsejan "yo no empezaría desde aquí", el hecho es que el euro ya existe y las estructuras que deberían haberse creado antes de su lanzamiento deben crearse ahora.
Si Grecia abandona el euro (y creo que nadie está hablando por hablar en este debate), el impacto inmediato, según analistas del Citi sería de alrededor del 3% del PIB de la zona euro, aunque es probable que el alivio de sentir que se llegó a una solución supere con creces ese impacto. Cualquier salida de Grecia será acogida con mayor confianza en encontrar una solución duradera para el problema del euro en su conjunto, ya que luego de ello inmediatamente vendrá una mayor integración fiscal. Los políticos entonces deberán cumplir con el manual sobre "cómo manejar una economía moderna", independientemente de las agendas políticas individuales.