Inflación o deflación, ¿cuál representa una mayor amenaza?

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Inflación o deflación, ¿cuál representa una mayor amenaza? ¿Qué nos ha enseñado la historia acerca de la relación entre los precios de los activos y la inflación? ¿Cuáles son los riesgos para las carteras y cómo deben protegerse los gestores? Estas fueron algunas de las preguntas que se plantearon los expertos de Schroders en una mesa redonda sobre estrategias multiactivo. “Hasta ahora las medidas de relajación monetaria no han provocado inflación ya que la liquidez no se ha transferido a la economía real. No obstante, cada país se encuentra en una etapa diferente”, asegura Azad Zangana, economista europeo de Schroders.

Según las conclusiones a las que llegaron los expertos de la gestora recogidas en un documento, los inversores siguen estando divididos en torno a la cuestión de si la inflación es una amenaza inminente, pero la mayoría coinciden en que continúa siendo una amenaza a medio plazo para la que estamos mal preparados. “Es complicado predecir la inflación y por ello los inversores necesitan estar preparados para afrontar diversos escenarios. A la hora de construir una cartera sensible a la inflación o a la estanflación deben abordarse no sólo las propiedades beta de las clases de activo sino también el coste de oportunidad de mantener esos activos en cartera”, aseguran.

Para Keith Wade, economista jefe de Schroders (en la imagen), “la débil demanda en la economía mundial junto con el exceso de oferta disponible es una situación parecida a la que se vivió en Japón hace una década y que llevó a la deflación. El Quantiative Easing está sembrando el terreno para la deflación creando una economía zombie. Los tipos de interés inusualmente bajos resultantes de las políticas de relajación cuantitativa están manteniendo a flote a una serie de compañías débiles gracias a unos costes de endeudamiento artificialmente bajos”, afirma el experto.