Informe de daños: pérdidas registradas por las distintas clases de activos en 2022 y algunas razones para reconstruir carteras

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Foto: Angelina Litvin, Unsplash

El 2022 está siendo un año muy difícil para los inversores. Las principales clases de activos registran pérdidas. El índice global de renta variable cae un 8% en el año, con los mercados desarrollados retrocediendo en torno a un 8,5%. Los emergentes registran una mayor resistencia. Bajan de media un 2% en dólares, mostrando una gran dispersión. Por un lado está la subida del 9% de la bolsa de Brasil, que se ha visto favorecida además por la apreciación del 10% del real. Por el otro, el desplome del 18% de Rusia, agravado por la depreciación de más del 5% sufrida por el rublo.

En el mercado de renta fija, el comportamiento no es mucho mejor. Los números rojos son la tónica habitual. El índice global se deja un 3%, con caídas del 5% para la renta fija corporativa con grado de inversión y la deuda emergente, del 4% para el high yield y del 3,6% para la deuda pública americana. Pero hay nichos de resistencia. Destaca, por ejemplo, la fortaleza de la deuda de mercados emergentes emitida en moneda local, que avanza algo más de un 1%, o la estabilidad de la deuda pública china en renminbis.

Comportamiento de las distintas clases de activo (en divisa local)

Fuente: Datastream. Datos recopilados por Pictet AM.

Razones para el optimismo en renta variable

En este contexto, Luca Paolini, estratega de mercados de Pictet AM, ve razones para ser constructivo. “Hay que tener en cuenta que los indicadores del ciclo sugieren que la recuperación permanece intacta. Los mercados descuentan un fuerte endurecimiento de la política monetaria en el mundo, pero los indicadores de liquidez indican de momento un panorama más equilibrado, neutral para activos de riesgo. A nivel de valoración, las acciones muestran el mejor aspecto desde marzo de 2021”. 

En lo que respecta a los emergentes, considera que los bancos centrales de estos países se han visto obligados, ante el aumento de la inflación y el nerviosismo de los mercados, a realizar ajustes en los tipos de interés, estando ya de media un 4% por encima del de mercados desarrollados. “Si la inflación comienza a reducirse, determinadas economías emergentes, sus monedas y activos, deberían beneficiarse”, subraya el experto.

Con todo ello, en un movimiento táctico, condicionado a la velocidad del ajuste monetario en Estados Unidos y la resolución de la crisis de Ucrania, ha llegado a mejorar este mes la renta variable global a sobreponderar. 

Razones para el optimismo en renta fija

Tal y como explica Mark Holman, gestor en TwentyFour AM (boutique de Vontobel AM), los diferenciales de los bonos de alto rendimiento en euros se han ampliado en 45 puntos básicos, hasta los 376, lo que supone una diferencia de 11 puntos básicos con respecto a su media de cinco años. Este periodo incluye tanto el pico del COVID (hasta 866 puntos básicos) como el pico de 2018 (528), cuando los rendimientos se ampliaron debido al temor a un inminente final del ciclo económico anterior a la COVID.

“Teniendo en cuenta el movimiento de los tipos subyacentes en las últimas cinco semanas, en términos de rendimiento nos hemos movido aún más, ya que el rendimiento actual del índice de bonos alto rendimiento en euros se encuentra en el 3,75%. Los diferenciales de los bonos de alto rendimiento en euros están ahora 56 puntos básicos por encima de la media a cinco años y sólo 25 puntos básicos por debajo de la media a 10 años, un periodo que incluye la crisis del crédito soberano en Europa, cuando las tires alcanzaron máximos por encima del 10%”, recuerda.

Sin embargo, Holman ve razones para ser constructivo de cara al medio plazo. En su opinión, las bajas tasas de impago en Europa y en EE.UU. siguen siendo favorables para el crédito, y se prevé que se mantengan muy por debajo de las medias a largo plazo para 2022 y 2023. Además, el experto espera que la actual migración positiva de las calificaciones continúe a un ritmo históricamente rápido, puesto que el crecimiento económico está muy por encima de la tendencia y el sector bancario, en su opinión, está más fuerte que nunca. “Aunque la actual debilidad podría continuar a corto plazo, los sólidos fundamentales deberían apuntalar el mercado en última instancia”, sostiene.