ING: “El año que vivimos peligrosamente”

Según afirma la firma holandesa en un informe, no conviene olvidar que la salida a la crisis de deuda soberana depende en gran medida del crecimiento económico y, en este sentido, la obsesión cortoplacista que están mostrando tanto las autoridades políticas como monetarias por la reducción del déficit y el control de la inflación está derivando en “una política fiscal y monetaria mucho más estricta de lo que debería de ser”.  

ING IM considera que la última Cumbre de la UE ha sido “decepcionante” al entender que, aunque en ella se han dado pasos para caminar hacia una mayor integración fiscal, éstos “no son suficientes para resolver el problema”. A su juicio, todavía queda pendiente el hecho de que el BCE se convierta en un prestamista de última instancia, lo que “aliviaría la presión sobre la deuda pública y devolvería la confianza de los inversores institucionales en su mercado de bonos”.  

Igual de importante sería el hecho de que los responsables políticos reconocieran que los problemas actuales de deuda soberana son consecuencia de los desequilibrios a los que ha estado sometida la Eurozona en la última década, escenificados en un elevado endeudamiento del sector público y, fundamentalmente, del sector privado, muy especialmente en lo que respecta a los países periféricos.  

Mientras esto no ocurra, ING IM sigue infraponderando el mercado de renta fija, a excepción de lo relativo a deuda emergente, high yield y senior loans, sobre los que mantiene una visión positiva. En lo que respecta a la bolsa, la firma se muestra neutral, si bien considera que la renta variable americana de small caps será la primera en recuperarse.

Puede conocer el informe completo en el archivo adjunto.