Deuda privada, la solución de liquidez puntual para la economía real
Este segmento poco a poco es demandado por el tejido empresarial como complemento a la financiación bancaria. Debaten sobre ello en el V encuentro de AlterForum José Cloquell (Diaphanum), Conchi Melero (Fonditel), Juan José Legarda (KPMG Funding), Borja González (M&G Investments), Daniel Pingarrón (Natixis IM) y Álvaro Bueso-Inchausti (Santander Alternative Investments).
Con una penetración en España todavía a gran distancia de países europeos y, más aún, de EE.UU., la deuda privada poco a poco es demandada por el tejido empresarial como complemento a la financiación bancaria, y más aún en el actual entorno de encarecimiento y endurecimiento de la vía tradicional.
En el IV encuentro del Think Tank AlterForum Deuda Privada organizado por FundsPeople abordamos las expectativas de crecimiento de este vehículo crediticio en nuestro país, de la mano de José Cloquell, Illiquid Investments Head de Diaphanum, Conchi Melero, Alternative Investments Portfolio Manager de Fonditel, Juan José Legarda, socio de KPMG Funding en España, Borja González, Associate Director de M&G Investments, Daniel Pingarrón, Sales Manager Head of Private Markets Iberia y Andorra de Natixis IM, y Álvaro Bueso-Inchausti, Head of Product de Santander Alternative Investments.
Solo en Estados Unidos, este segmento de inversión alternativa generó 1,6 millones de empleos en 2022, que suponen 137 billones de dólares en salarios y contribuyen con 224 billones a la economía real, según un informe de finales del año pasado de American Investment Council elaborado por EY.
Ello pone de manifiesto el “clarísimo y creciente” impacto de esta modalidad, en palabras de Daniel Pingarrón, Sales Manager Head of Private Markets Iberia y Andorra de Natixis IM. Señala, además, que “los fondos de private debt tienen una oportunidad cada vez mayor en este mercado, porque la financiación bancaria no llega a todos lados, lo que supone mejores condiciones de negociación a favor de los fondos de deuda privada, que se traduce en mayor rentabilidad para los partícipes”.
1/7En la actualidad, los requerimientos regulatorios de capital y solvencia pueden frenar la entrada de la banca en ciertas operaciones, aunque “cada vez hay más bancos ofreciendo financiación de tramos B, sobre todo bancos extranjeros, con unos márgenes no tan elevados como los de financiadores alternativos, pudiendo situarse entre el 4,75%-6%, y que pueden ser una vía de acceso adicional a financiación bajo este formato”, añade Juan José Legarda, socio de KPMG Funding en España.
Explica que esta modalidad se caracteriza por vencimiento bullet, con un margen por encima del bancario, está garantizada y, en muchos casos, es la única financiación en balance para ofrecer más flexibilidad a la compañía.
2/7“El potencial de crecimiento para la deuda privada europea es muy significativo. Mientras que en Estados Unidos el 70% del mercado de financiación proviene de prestamistas fuera del sector bancario y este supone el 30% de la financiación; en Europa este porcentaje está invertido” , apunta Borja González, Associate Director de M&G Investments.
Si a esto sumamos el desapalancamiento exigido por la regulación, “vemos que los bancos se están retirando de ciertas financiaciones, ya no solo a pequeñas compañías como ocurría años atrás, sino también a empresas de mayor volumen que acuden a esta alternativa de financiación”, añade.
3/7Todos los participantes de la mesa redonda coinciden en que debe ser empleada como fuente de financiación complementaria a la bancaria.
Una herramienta que aporta “liquidez de manera puntual, dinamismo, flexibilidad y rapidez”, apunta Conchi Melero, Alternative Investments Portfolio Manager de Fonditel, como ventajas frente a la vía tradicional. La experta enumera los motivos de esa inyección de flujo de capital esporádica: necesidades específicas de distintos proyectos corporativos, desbloqueo de situaciones complejas de financiación o continuidad de la marcha del negocio… y, en ocasiones, la preferencia de entrada a la compañía de otro tipo de socios distintos al sponsor de private equity.
4/7“La deuda alternativa suele ser una fuente idónea para financiar eventos corporativos: M&A, proyectos de expansión, salida de algún accionista, refinanciaciones de estructuras bancarias, etc.”, añade Álvaro Bueso-Inchausti, Head of Product de Santander Alternative Investments, quien identifica como una de las barreras en España la falta de conocimiento sobre la utilidad de este tipo de instrumentos por parte de las empresas.
“Su mayor coste frente a la financiación bancaria hace que genere cierto rechazo y no consideren los posibles beneficios que este tipo de deuda y estructuras les puede aportar”, apunta. A modo de ejemplo menciona el valor que proporciona en situaciones de reestructuración, ya que los direct lenders “son bastante constructivos y tienen gran experiencia en este tipo de situaciones y en diversas industrias y sectores”.
5/7Además de conocimiento, otra barrera de entrada es la bancarización de la financiación en nuestro país. “El empresario tiene al banco como la figura que le cubre sus necesidades de financiación y no piensa en otras alternativas” que, en opinión de José Cloquell, Director de Inversiones Ilíquidas de Diaphanum, “cada vez van a jugar un papel más importante en la economía real”.
Destaca que la modalidad con la que se introdujo la financiación alternativa en nuestro país como complemento a la financiación bancaria fue la deuda mezzanine, si bien hoy por hoy son más relevantes los tramos B.
6/7A la hora de invertir, la deuda privada abarca una amplia variedad de segmentos. En términos de calidad crediticia, si comparamos deuda sénior vs junior, Cloquell señala que, con la primera, hoy por hoy y en términos generales, el apalancamiento es menor, la contribución proporcional del capital al balance es mayor, los financiadores alternativos tienen capacidad de introducir covenants más estrictos y el perfil de riesgo-retorno presenta unos niveles “más atractivos”. En cuanto a estrategias, apunta que hay oportunidades en aquellas en las que el subyacente es un activo real, especialmente a nivel de necesidades de refinanciación. “Este año, pueden generarse transacciones en este tipo de deuda pues, al final, estás financiando activos con un perfil de generación de caja con mayor estabilidad y visibilidad”.
Coincide con esta argumentación Álvaro Bueso-Inchausti, y señala que hay muchas oportunidades en las estrategias plain vanilla de deuda Real Estate e infraestructuras, así como en las estrategias, en su opinión mal llamadas, special situations, “porque se asocia a distressed, y nada más lejos de la realidad”. Como ejemplo pone la construcción de data centers, en cuya financiación “los bancos por ahora no están muy animados, pero tienes un contrato de alquiler de 10-15 años de salida con un cliente investment grade, y eso es una gran oportunidad que en algunos casos se está pagando a doble dígito”. En Real Estate también menciona que se están financiando activos trofeo con Loan to Value (LTV) de 40%-45% con altos retornos.
El inmobiliario también aparece entre los activos recomendados de M&G Investments, no solo a través de deuda sénior, “donde hay mucha demanda”, sino también de junior, indica González. “Es una opción atractiva para clientes institucionales que quieran diversificar su exposición a deuda con activos reales.”
Conchi Melero señala que Fonditel, como entidad inversora, reconoce que le cuesta posicionarse en activos a medio y largo plazo que resultan más complejos en su estructuración, como son los anteriormente citados. “Es verdad que tienen una rentabilidad objetivo mayor, pero también con mayor riesgo del subyacente, por lo que el perfil de rentabilidad-riesgo podría ser menos atractivo, a diferencia de una estrategia de deuda sénior/ direct lending sobre compañías diversificadas sectorialmente”, afirma.
Por su parte, Natixis IM, a través de su brazo inversor en deuda privada MV Credit, se posiciona en industrias anticíclicas, el 75% están en health care, software y educación, de empresas paneuropeas con ventas globales, poco consumo de capex y ebitda de entre 30 y 100 millones de euros con un sponsor financiero como un fondo de private equity. “Dado que aporta seguridad si la situación se pone complicada” y dirigidas al B2B. Es decir, “una originación muy orientada a minimizar al máximo la tasa de default; siendo incluso más importante la monitorización posterior de los créditos en cartera”, aclara Pingarrón. Respecto a añadas, dice que la actual es interesante por el componente flotante y compara 2019-2020, cuando se ofrecían tires del 6,5% y ahora están por encima del 10%.
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