No es ningún secreto que la forma más eficiente de invertir en el S&P 500 es a través de un ETF que replique el índice de bolsa americana. Un índice que, en teoría, ofrece una exposición muy diversificada al mercado estadounidense, gracias al elevado número de empresas que lo integran. ¿Pero qué ocurre cuando unas pocas empresas concentran la mayor parte de la capitalización del mercado, como ha ocurrido en los últimos años con las siete magníficas?