Infraestructuras y venture debt, dos segmentos clave para BlackRock
La gestora americana ha reforzado sus capacidades adquiriendo tres entidades clave: Global Infrastructure Partners, Kreos Capital y Preqin.
“El 40% del crecimiento vendrá del segmento wealth”. Con esta afirmación Luis Megías, Country Head de BlackRock para Iberia, abría el evento anual de la gestora dedicado a los mercados privados. “Estamos en el principio del proceso”, añadía, reconociendo que la incorporación de estos activos en las carteras no es una tarea sencilla. En ese camino, BlackRock busca posicionarse como un partner de largo plazo para los inversores, tanto institucionales como wealth.

Para ello, en los últimos años ha reforzado sus capacidades adquiriendo tres entidades clave: Global Infrastructure Partners (GIP), gestora de infraestructuras que cuenta con 170.000 millones de dólares en activos bajo gestión; Kreos Capital, especialista en venture debt; y Preqin, proveedor líder en soluciones de datos de mercados privados.
Fabio OstaLa gestora reunió en Madrid a representantes de estas firmas. Pero antes se detuvieron en el inversor wealth de la mano de Fabio Osta, responsable del equipo de Especialistas de Alternativos de BlackRock para el segmento Wealth en EMEA. Osta define el panorama actual como de moderado optimismo. Y lo hace tanto desde el punto de vista de las gestoras, con una expectativa de recuperación de la actividad corporativa en 2025; como de los inversores, que muestran más ganas de invertir en el presente ejercicio que en los dos últimos años.
2030 ES MAÑANA
En su lectura incorpora, nuevamente, tanto al cliente institucional como al wealth. Ambas palancas son claves para que los alternativos alcancen los 30 billones de dólares en activos bajo gestión a los que se espera que cerzca la industria en 2030, según Preqin (frente a los 16,8 billones de 2023).
Pero “2030 es mañana”, señala Osta. Y ese camino que se busca recorrer está cimentado en dos factores clave. El primero es la tecnología y su respaldo para facilitar la ampliación a una base mayor de clientes. “Los inversores necesitan más información y transparencia para tomar mejores decisiones”. El segundo es la innovación de producto. “Nos vemos a nosotros mismos como innovadores para ofrecer soluciones a ambos segmentos de inversores”, afirma Osta.
Según el experto, en mercados privados “los próximos 20 años serán muy diferentes a los últimos 20”. Es más, si hablamos de acceso de los clientes particulares, “los próximos dos años serán muy diferentes a los últimos dos. Sin embargo, para aumentar la exposición de los inversores particulares a los mercados privados desde sus bajos niveles hasta el 20% con el tiempo, necesitas más que un asesoramiento, necesitas ver la cartera en su conjunto”.
IDEAS DE INVERSIÓN
En materia de oportunidades de inversión, BlackRock puso sobre la mesa sus capacidades en el segmento de deuda privada y de infraestructuras tras las recientes adquisiciones de la compañía.
Por la parte de deuda privada, la expectativa de BlackRock es que este segmento doble en tamaño en 2030. En su posicionamiento estratégico en este activo, adquirió Kreos Capital, especialista en deuda growth en los sectores de tecnología y salud en Europa e Israel con más de 20 años de track record. Marten Vading, co-Founding Partner de la firma, define el ecosistema de compañías que financiación: compañías con un potencial de crecimiento del 25%. Un segmento donde “se sobrecapitaliza la compañía” para maximizar dicho potencial y se busca acompañar las compañías para ayudar a generar valor.
Desde Preqin, Cameron Joyce, Global Head of Research Insights, destaca la necesidad de financiación que necesita el sector del venture capital, “un entorno en el que los gestores activos pueden ser selectivos y encontrar buenas oportunidades”. Al igual que en direct lending, añade Vading que hay una tendencia a la retirada de los bancos como financiadores de estos segmentos. Desde el punto de inversor, es una estrategia de inversión que tiene sentido por su correlación y distinto perfil rentabilidad-riesgo. Ha de ofrecer un retorno ajustado al riesgo asumido, que en el caso de la firma habla de niveles del 17%-18% de IRR (bruta).
INFRAESTRUCTURAS
En el vertical de infraestructuras de mercados privados, BlackRock se ha convertido en la segunda gestora de este mercado a nivel global tras la incorporación de GIP. En este segmento ven clara la oportunidad: en un entorno desafiante para los inversores debido al aumento de los tipos de interés, los riesgos geopolíticos o los eventos climáticos extremos, “el sector de infraestructuras se ha mostrado resiliente”, destacan desde la firma.
Las palancas de la resiliencia de este activo son la visibilidad que ofrece en los flujos de caja que, además, están vinculados a la inflación. Las últimas inversiones han estado más centradas en EE.UU. que en Europa, donde se mantiene un gap significativo entre precio de compradores y precio de vendedores, explican. Entre las operaciones destacas están aeropuertos y data centers. “Para GIP ha sido un año sólido, hemos devuelto 11.000 millones de dólares de capital a través de dividendos y exits”, añaden.
La visión de la gestora sobre la inversión en infraestructuras se reforzó con la participación de Mónica Gordillo, directora Ejecutiva y especialista en el análisis y selección de Mercados Privados en BBVA Quality Funds. Gordillo destaca que según el estudio “Infrastructure Outlook”, elaborado por el G20, hay un gap de financiación de 15 trillones de euros de aquí a 2040 que no se puede cubrir con financiación publica. Parte de esta necesidad viene del rápido crecimiento del tráfico de datos y la expansión de la inteligencia artificial, la nube y el IoT. Han generado una demanda masiva de infraestructura digital, incluyendo centros de datos y redes de transporte de datos. “Como inversores, vemos que es una oportunidad a largo plazo”, señala.
Por otra parte, a la hora de construir una cartera, las infraestructuras “ofrecen descorrelación con otros activos, tienen volatilidad más baja y, si analizamos la evolución desde 2008, ha ofrecido mayor retorno que el venture capital”.
Además de la digitalización, los expertos señalan otras dos tendencias donde ven oportunidades: la transición energética y la generación de energía limpia y renovable, por una parte, y la disrupción en las cadenas de suministro por el aumento del nearshoring.