Invertir en resiliencia: el papel del private equity en la ciberseguridad europea
Christian Rouquerol, co-head de Iberia y director de Ventas Iberia & Latam, explica el gran potencial que se le presume al mercado de la ciberseguridad, especialmente de cara a mercados privados. Comentario patrocinado por Tikehau Capital.
TRIBUNA de Christian Rouquerol, co-head de Iberia, director de Ventas Iberia & Latam, Tikehau Capital. Comentario patrocinado por Tikehau Capital.

La digitalización acelerada de los últimos años ha transformado radicalmente la forma en que operan compañías, gobiernos y ciudadanos. Pero al mismo tiempo, ha ampliado de forma significativa el perímetro de exposición a amenazas cibernéticas. El riesgo ya no se limita a la esfera individual o corporativa; afecta a infraestructuras críticas, sistemas financieros, redes gubernamentales y, en última instancia, a los fundamentos de los modelos económicos. En este contexto, la ciberseguridad ha dejado de ser un asunto técnico para convertirse en una prioridad estratégica a nivel europeo.
El riesgo es cada vez mayor, los ciberataques han aumentado tanto en número como en sofisticación, con actores que van desde la ciberdelincuencia organizada hasta ataques entre gobiernos por cuestiones geopolíticas. Además, el desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial ha añadido un nuevo nivel de complejidad, el acceso por parte de los atacantes (al igual que de los defensores) obliga a las organizaciones a adaptar constantemente sus sistemas de protección.
Esta transformación del riesgo se produce en paralelo a un proceso de mayor concienciación institucional. En Europa, la ciberseguridad se ha consolidado como uno de los pilares sobre los que se articula el fortalecimiento de la soberanía tecnológica y digital y el respaldo político e institucional al desarrollo de esta industria está presente en numerosas iniciativas públicas. A esto se suma el interés por reforzar la autonomía estratégica del continente en sectores críticos.
Desde el punto de vista económico, vemos cómo esta evolución posiciona al mercado de la ciberseguridad con un gran potencial de crecimiento. En 2022, el mercado global de ciberseguridad estaba valorado en más de 200.000 millones de dólares, con previsiones de crecimiento anual compuesto del 12,3% hasta 2030(1). Sin embargo, a pesar de su tamaño, el nivel de penetración comercial actual se sitúa apenas en el 10% del mercado objetivo estimado(2). Esta diferencia entre necesidad estructural y soluciones disponibles genera una demanda sostenida de capital, innovación y capacidades de ejecución.
Además, Europa dispone de capacidades tecnológicas, talento especializado y tejido empresarial suficiente para desempeñar un papel relevante en la industria global de ciberseguridad. Sin embargo, a diferencia de Estados Unidos o Israel, el ecosistema europeo sigue estando marcado por una elevada fragmentación, con numerosas compañías de tamaño medio que operan a escala nacional o regional. Muchas de estas compañías han desarrollado soluciones innovadoras y cuentan con acceso a capital humano altamente cualificado.
El impulso político e institucional que están recibiendo estos sectores, representa una oportunidad para consolidar un liderazgo europeo en el ámbito de la ciberseguridad. Para lograrlo, será clave dotar a estas compañías del capital necesario para escalar, competir globalmente y responder a la creciente demanda de soluciones robustas en entornos críticos.
En este contexto, creemos que el capital privado desempeña un papel relevante. A través de estructuras como los fondos de private equity, es posible canalizar financiación hacia compañías europeas que operan en diferentes segmentos de la cadena de valor de la ciberseguridad. Estas compañías, muchas veces de tamaño medio, aunque con un alto componente tecnológico, pueden beneficiarse de un acompañamiento activo en su crecimiento, profesionalización e internacionalización.
El mercado de la ciberseguridad abarca mucho más que las soluciones de protección tradicionales. A lo largo de la cadena de valor existen oportunidades en tecnologías habilitadoras (como inteligencia artificial, análisis de datos, blockchain, cloud computing o Internet of the things) así como en aplicaciones críticas para sectores como defensa, telecomunicaciones, energía o servicios financieros. Esta amplitud ofrece un campo de inversión diverso, donde las soluciones pueden estar centradas en la prevención de ataques, la detección avanzada y la protección de infraestructuras o la integridad de los datos.
La construcción de un ecosistema europeo competitivo en este ámbito requiere no solo inversión financiera, sino también colaboración entre compañías, instituciones, centros de investigación y organismos públicos. En este contexto, la capacidad de integrar distintos tipos de conocimiento y experiencia resulta clave para anticiparse a los riesgos, generar innovación y reforzar la resiliencia operativa de los sistemas.
En el caso de Tikehau Capital, esta visión se ha traducido en una estrategia con cerca de 500 millones de euros en activos bajo gestión dedicados a la ciberseguridad. Este expertise se apoya en un equipo con experiencia sectorial, un ecosistema europeo de expertos y alianzas con actores industriales e institucionales. Frente a un entorno de amenazas cada vez más complejas y una dependencia estructural de tecnologías no europeas, invertir en ciberseguridad es también una forma de contribuir a la autonomía estratégica del continente. El capital privado, cuando se articula con enfoque temático y visión de largo plazo, puede ser un vehículo eficaz para acelerar esta transformación.
Fuentes y notas:
1. Grand View Research. Cyber Security Market Size, Share & Growth Report, 2030.
2. 'New survey reveals $2 trillion market opportunity for cybersecurity technology and service providers', McKinsey.
DISCLAIMER Este artículo elaborado por Tikehau Capital no cumple los requisitos legales destinados a promover un análisis imparcial. No constituye una oferta de venta de valores ni de servicios de asesoramiento en materia de inversión. Este documento sólo contiene información general y no pretende representar un asesoramiento de inversión general o específico. La comunicación de cualquier documento o información relativa a los fondos de inversión gestionados por Tikehau Investment Management y mencionados en este documento está limitada o restringida en determinados estados o jurisdicciones. Estos fondos de inversión pueden estar reservados a inversores profesionales y expertos. Este documento no está destinado a ser comunicado a ninguna persona o entidad de ninguna jurisdicción o país en los que dicha distribución o utilización sea contraria a la legislación o normativa aplicable, ni puede ser utilizado por dichas personas o entidades. Este documento no ha sido verificado ni aprobado por una autoridad supervisora. Los resultados pasados no son un indicador fiable de los resultados futuros y los objetivos no están garantizados. Determinadas afirmaciones y previsiones se basan en las expectativas actuales, las condiciones económicas y de mercado vigentes, las estimaciones, proyecciones y opiniones de Tikehau Capital y/o sus filiales. Debido a diversos riesgos e incertidumbres, los resultados reales pueden diferir materialmente de los reflejados o previstos en estas proyecciones o en cualquiera de los estudios de casos o previsiones. Todas las referencias a las actividades de asesoramiento de Tikehau Capital en Estados Unidos o con respecto a personas estadounidenses se refieren a Tikehau Capital North America. Salvo que se indique lo contrario, los datos contenidos en este documento son los conocidos a 31 de diciembre de 2021. La decisión de invertir en un fondo debe tomarse únicamente tras una revisión cuidadosa y exhaustiva de la documentación y tras consultar con un profesional adecuado. Tikehau Capital no se hace responsable de ninguna decisión tomada sobre la base de este documento.