La estrategia de Diaphanum en mercados privados
Entrevista en exclusiva a José Cloquell, responsable de Inversiones Ilíquidas de Diaphanum, para conocer la estrategia de la entidad en estos mercados.
La estrategia de Diaphanum en mercados privados parte de una filosofía transversal a la compañía sustentada en una visión macro única, tanto para la parte líquida como ilíquida, con todas las diferencias que implica invertir en ambos segmentos. “Hacemos un ejercicio de cómo vemos el mundo y cómo lo aterrizamos en ideas de inversión”, señala José Cloquell, responsable de Inversiones Ilíquidas de la entidad desde 2022.

"En 2024 hemos vuelto a ser activos en private equity, aprovechando oportunidades en coinversión, de manera estructural y táctica"
Cloquell explica que en activos privados podríamos encontrar dos mantras opuestos: que no importa el ciclo en alternativos a la hora de seguir tu programa de inversión, frente a que se puede elegir casi el día y la hora para invertir. “Nosotros optamos por un camino intermedio: vamos a seguir un programa de inversión, pero creemos que hay capacidad de ajustar tácticamente la asignación a determinados tipos de activos según el entorno de mercado”, añade.
Contemplan cuatro clases de activos y 11 subclases con las que diseñar los distintos programas de inversión en función del perfil de riesgo del inversor. A partir de ahí “vamos ajustando la asignación estratégica con un sesgo táctico”, explica. Un ejemplo nos remite a 2022. “En ese año estuvimos muy centrados en deuda, específicamente sénior. En cambio, paramos la inversión en private equity”, matiza. Sin embargo, “en 2024 hemos vuelto a ser activos en private equity, aprovechando oportunidades en coinversión, de manera estructural y táctica”.
De cara a 2025, mantendrán su actividad en esta vertical, específicamente “en compañías que no recurran tanto a apalancamiento para generar rentabilidad, y seguiremos explorando el mundo de deuda júnior y las infraestructuras”.
La lógica de la inversión como motor de la estructura
A la hora de elegir una estructura de vehiculización, Cloquell tiene claro que “la lógica de la inversión ha de ser la que manda”. Tiene claro que el vehículo ha de ajustarse a la estrategia, no a la inversa. “El primer paso es que la inversión tenga sentido, después habrá que buscar que la forma de articularla sea la más eficiente desde todos los sentidos, tanto desde el punto de vista fiscal como jurídico”.
Pone en duda ciertas prácticas que, en ocasiones, por hacer un vehículo fiscalmente eficiente, comprometen la inversión. “Es cierto que hay inversores que demandan estructuras por un tema fiscal, pero nosotros no nos bajamos del caballo e insistimos en que la inversión ha de tener sentido”, apunta. Ante el auge de las SCR, la cuestión clave para Cloquell es dar un paso atrás y analizar quién y qué guía la toma de decisiones, ya que muchas veces los mercados privados no encajan con el ADN del cliente o con sus objetivos de inversión.
Precaución con las fórmulas de liquidez
A la hora de ampliar la base de inversores de mercados privados, también se muestra cauto con estructuras que, por adaptarse a fórmulas más flexibles en materia de mínimos de entrada y liquidez, ofrezcan potencialmente una rentabilidad a 10 años en línea con la que ofrecen los mercados líquidos. Insiste en la idea de que “la estrategia tiene que mandar, no el vehículo”.

Cloquell defiende que lo diferencial de la estrategia de Diaphanum es la combinación entre independencia y experiencia
En el caso de las estructuras evergreen o semi-líquidas, hay que tener muy presente que el subyacente es ilíquido. “No tenemos nada en contra de estos vehículos”, señala, “pero queremos ver cómo evolucionan sus estrategias y cómo evoluciona la propia industria ante un potencial momento de estrés de mercado”. Aunque hay activos (como algunos segmentos de deuda privada) que encajan mejor bajo esta fórmula, advierte que “los distribuidores tienen que ser muy cuidadosos a quién y cómo se venden estas soluciones. El inversor tiene que tener muy claro que no son productos asimilables a un fondo UCITS y que, en momentos de caídas de mercado, tanto el particular como el institucional dispondrá de estos fondos para hacer liquidez, aprovechando las ventanas de salida que ofrecen”.
Independencia y experiencia
Cloquell defiende que lo diferencial de la estrategia de Diaphanum es la combinación entre independencia y experiencia. Lo primero se sustenta en su filosofía de que no es el producto el que paga sino el cliente. Es la parte del cliente que exige diseñar la estrategia de inversión más adecuada en función de su perfil de riesgo, sus objetivos de inversión y la propia visión macro de la firma. Esta independencia abre puertas, puesto que no hay “restricciones por geografía, gestora o tipo de activo”, señala. “Y eso se traslada en el retorno para el inversor”.
Lo segundo descansa en la trayectoria en mercados privados de todo el equipo de Ilíquidos, y su experiencia en operaciones de inversión, desinversión, lanzamiento de fondos, coinversión con fondos e industriales, etc. “El mundo ilíquido es un mundo de acceso, de conocer gente y acumular relaciones”.
En este arranque de año ve una intención más clara de cerrar operaciones y dejar de hacer add-ons.

“En cinco años veremos los retornos de las inversiones que se están haciendo ahora y lo que han implicado las distintas decisiones de inversión en las diferentes clases de activos, y si se han cumplido las expectativas que se esperaban. En la medida en que un inversor reciba un asesoramiento real e invierta bajo un programa de inversión, estas expectativas serán más fáciles de cumplir”, explica.
La industria en 2025 y más allá
Tratando de adelantar si en 2025 veremos por fin una recuperación del mercado de M&A, Cloquell recuerda que en los dos últimos años ha habido “más voluntarismo que realismo”. Sin embargo, ahora sí ve una intención más clara de cerrar operaciones y dejar de hacer add-ons. Una de las principales palancas para ello es que se han estabilizado los tipos de interés, con la consecuente visibilidad en las valoraciones. “Las cosas empiezan a tener otro cariz, y aunque no esperamos volver a 2020/21, sí hay más actividad que en 2023”, explica.
Es menos optimista con la reactivación de las salidas a bolsa (IPO). Y aunque es un segmento que, a priori les preocuparía menos ya que están centrados en el mid-low market, “influye en la liberación de capital de inversión aguas abajo”. En este sentido, “lo principal es que se reactiven tanto las transacciones corporativas como las refinanciaciones”, añade.
Desde el punto de vista de la oferta, asistimos a una tendencia hacia consolidación de las grandes gestoras. Sin embargo, “veo difícil que los grandes gestores de activos vayan a fijarse en compañías de 5 o 10 millones de Ebitda por una cuestión de eficiencia en el uso del capital. Veo más posibilidad de consolidación en los players del segmento de mid-market”, susceptibles de fusionarse o integrarse en una gestora de mayor tamaño que busque reforzar capacidades en determinados verticales.”
En un momento en que aumenta la competencia en España por vender producto alternativo, cabe preguntarse si hay hueco para todos. “Para los equipos con buen track record lo habrá”, señala, siempre que los GPs vayan lanzando productos con volúmenes adecuados.
Desde el punto de la demanda, el segmento wealth es el que tiene más potencial de crecimiento. Un cliente que “cada vez entiende más la inversión en estos mercados, siendo más consciente de lo que puede esperar de estos activos”, apunta. Como casa alejada del modelo productor-distribuidor, afirma que “los clientes cada vez valoran más el servicio que ofrecemos, frente a la mera distribución de producto”.