La tendencia hacia la gestión de activos multi fondo y multi producto
Tras la llegada de la tecnología y los fondos de inversión se permitió el acceso a una mayor diversificación de productos financieros. Hoy, el sector se orienta hacia una gestión multi fondo y multi producto, donde la banca privada y gestoras convergen para satisfacer las necesidades de los inversores.
COLABORACIÓN de Gorka Aguirre Hernanz, CEO y fundador de Snab y Snab Management Solutions.
Durante muchos años, la gestión de inversiones estaba limitada a ofrecer un catálogo reducido de productos financieros de inversión. A su vez, este catálogo, era ofrecido por unos pocos players en el mercado, principalmente por la banca privada y por los gestores patrimoniales, que mediante sus servicios bancarios y su tecnología avanzada permitían a pequeños inversores invertir parte de sus ahorros en distintos productos en base a su perfil de riesgo.
Una oferta limitada que sólo ofrecía acceso a la compra de acciones de empresas cotizadas y productos de renta fija (emisiones de bonos corporativos, etc.). Más adelante, fueron apareciendo los fondos de inversión que permitían agregar pools de capital para no simplemente entrar en compañías individuales cotizadas, sino poder invertir en sectores empresariales o acciones de empresas pertenecientes a ciertas geografías.
"Con el paso del tiempo, los mercados privados han ido evolucionando y transfiriendo ese conocimiento a nuevos sectores, ganando cierta sofisticación y especialización en distintas industrias"
Una vez más, el avance tecnológico derivado de la irrupción del internet y de la aparición del smartphone, permitieron la democratización del acceso a este tipo de productos desde cualquier lugar del mundo y en pocos clics mediante aplicaciones de inversión o robo advisors. Esto supuso un cambio muy grande para el sector y generó una presión para la banca privada y la gestión patrimonial, ya que permitía a los pequeños inversores acceder a productos de inversión sin tener que recurrir a los servicios prestados por éstos, empujando las comisiones de gestión a la baja y poniendo en riesgo las principales fuentes de ingresos del sector.
La irrupción del private equity
En un mundo paralelo, y totalmente desligado de la banca privada en un inicio, surgía y evolucionaba con fuerza, principalmente con origen en el continente americano, un nuevo sector, el private equity. Proporcionaba a inversores institucionales y cualificados novedosos productos de inversión basados en un mayor horizonte temporal, y por consiguiente una mayor iliquidez. Surgían también como una necesidad de proporcionar capital en sectores más especializados y sofisticados, y en donde la banca tradicional había dejado de ofrecer soluciones de capital con tanta facilidad.
Este mercado en auge, inicialmente se dedicaba a entrar en el capital de empresas privadas, les daba la vuelta en los casos en los que se encontraban en situaciones más delicadas, o simplemente las hacía más eficientes mediante mejoras operacionales, mejoras en la estructura del capital o consecución de sinergias tras procesos de M&A o combinación empresarial. Con el paso del tiempo, los mercados privados han ido evolucionando y transfiriendo ese conocimiento a nuevos sectores, ganando cierta sofisticación y especialización en distintas industrias.
Esto, ligado a una caída de la financiación de la banca tradicional, y a un periodo extendido de bajos tipos de interés, ha hecho que los mercados privados hayan ido evolucionando y diversificando su oferta de productos hacia la deuda privada, las infraestructuras (donde podemos encontrar subcategorías como la energía, o infraestructura digital, sectores muy de moda actualmente con el impacto de la transición energética y las nuevas tendencias tecnológicas de inteligencia artificial), o el sector de real estate o bienes raíces (donde podemos encontrar nichos como retail, logística, office, hotel, etc.).
Por último, durante ese mismo periodo hemos podido ver un gran auge en venture capital, como una rama dentro del private equity que se dedica a invertir en empresas generalmente de base tecnológica, en etapas más tempranas y con un perfil de riesgo mayor. Esta evolución de los mercados privados nos permite ver un poco hacia donde se dirigen el mercado de la inversión y la gestión de activos, ya que el abanico de productos de inversión alternativos, disponibles en el mercado es cada día mayor.
Sectores de la gestión de capital y la banca privada
Como puede ser natural, en sus inicios, las gestoras de inversión empiezan enfocándose en un sector concreto, donde gozan de mayor conocimiento y experiencia, y a medida que sus estrategias se van consolidando y ejecutando de forma exitosa, tienden a extender sus servicios a otros sectores. Esto permite una diversificación de sus ingresos por medio de fees de gestión y de éxito.
Encontrar a grandes gestoras globales de private equity que con el tiempo se han ido convirtiendo en inversores multi fondo y multi producto. Nombres como Apollo, KKR, Blackrock, Partners Group o Brookfield, entre otras, han pasado de ser gestores de inversiones especializados en un producto, a ofrecer a día de hoy soluciones de inversión a nivel global. Abarcan múltiples tipos de fondos, geografías y sectores como private equity, deuda privada, venture capital, energía e infraestructura, o cualquier otro producto de inversión alternativa relacionada que nos podamos imaginar.
Esta tendencia, principalmente empujada por las grandes gestoras de activos, no está pasando desapercibida por el resto de la industria. Así como la banca privada y patrimonial inicialmente operaba únicamente en el ámbito de los mercados públicos, cada vez más entidades de banca privada lanzan sus propias gestoras de activos, así como nuevos fondos o vehículos FCR y SCR que permiten ofrecer estos servicios a sus clientes. Estas estrategias, no solo permiten satisfacer las crecientes necesidades de los clientes patrimoniales de poder invertir en productos alternativos, si no que ofrece a la banca privada y a las gestoras nuevas fuentes de ingresos.
Previsiones de futuro para el modelo
La tendencia actual de los mercados hacia un servicio multi-fondo y multi- producto lleva a ambas industrias, la de gestión de activos, y la banca privada, a converger, convirtiéndose todos ellos en gestores de activos. Una primera cuestión que plantea es si el modelo puede morir de éxito. Hoy en día, parece que este proceso de consolidación, o conversión del sector hacia el modelo de gestión de activos, está en sus fases iniciales.
Otra pregunta que cabría hacerse si si la tecnología puede acabar con esta tendencia. Aunque tal impacto suena un poco desproporcionado, si el acceso a los mercados privados y a los alternativos acaba siendo democratizado por la tecnología y el entorno regulatorio, es posible que veamos un impacto sobre las comisiones de gestión de las gestoras. Sin embargo, todavía estamos lejos de que eso ocurra.
Llegado el momento, si ese escenario se da, estoy seguro de que los mercados privados evolucionarán, encontrarán nuevos modelos de negocio todavía por conocer y continuarán innovando y canalizando la inversión mediante nuevos productos que actualmente, probablemente todavía desconocemos. Hasta entonces, probablemente esta tendencia siga cobrando fuerza, la tendencia es la gestión multi-fondo y multi-producto.