Los expertos advierten de la eclosión de las SCR y el peligro de una mala estructuración de los vehículos

El número de Sociedades de Capital Riesgo (SCR) que hay registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) alcanza ya las 545. Es indiscutible que estos vehículos han ganado atractivo durante los últimos años por dos cuestiones: por un lado, por la necesidad de hacer un hueco en las carteras de los inversores a los activos alternativos ilíquidos; y, por otro, por su atractivo fiscal. Pero este boom en los últimos años ha instado a las entidades a advertir sobre la necesidad de recibir asesoramiento especializado antes de constituir una, ya que una mala estructuración podría derivar en mayores controles.

Así lo manifestaba recientemente Matilde de la Peña, responsable de Asesoramiento y Ventas para España de UBS, durante la III edición del Meeting Point FundsPeople de Madrid: "Existe el peligro de que un incremento de su uso haga que la Administración Tributaria ponga el foco en este vehículo, como pasó con las SICAV”. De igual modo, Úrsula García, socia cofundadora de finReg360, alertaba en un evento reciente de que podrían surgir problemas a futuro "si desvirtuamos la figura de las SCR".

Si se echa la vista atrás se observa esta eclosión en el número de vehículos: han pasado de las 184 que había inscritas en 2020 a las 545 que hay actualmente, prácticamente un crecimiento del 200% en cinco años. Si se consulta el registro anual de estos vehículos se observa que éste fue controlado hasta 2023, cuando se produjo un boom a raíz del cambio de fiscalidad en las sicav. Solo en ese año se inscribieron 116 SCR nuevas, como nunca antes. Muchos decidieron liquidarlas y otros, reconvertirlas en otras figuras.

Características del vehículo

El listado de activos aptos de una SCR, según explican desde finReg360, es el siguiente: hasta un 60% en el capital de empresas no financieras, no inmobiliarias y no cotizadas (más excepciones) y en Entidades de Capital Riesgo (ECR)/ extranjeras similares. El 40% restante es de libre disposición. En cuanto a la diversificación, la concentración en una única empresa o vehículo no debe superar el 25% o el 35% si pertenece al mismo grupo.

Por su parte, el capital social mínimo para constituir una SCR es de 1,2 millones de euros, sin un requisito mínimo del número de partícipes. En cuanto a su comercialización a minoristas, la Ley Crea y Crece, eliminó el importe mínimo de inversión de 100.000 euros para aquellos inversores que realicen su inversión atendiendo una recomendación personalizada de un intermediario que les preste el servicio de asesoramiento. Siempre que, en el caso de que su patrimonio financiero no supere los 500.000 euros, la inversión sea como mínimo de 10.000 euros, y se mantenga, y no represente a su vez más del 10% de dicho patrimonio.

Fiscalidad

La inversión del 60% goza con ventajas fiscales tanto para el vehículo como para el inversor. Como vehículo, recuerda Sergio Muñoz, director de inversiones alternativas en Creand AM, "en el Impuesto de Sociedades las Plusvalías del coeficiente obligatorio están exentas entre un 95% y un 99% dependiendo de cuánta participación se tiene y el tiempo de permanencia". Y para el inversor, tanto los dividendos como las ganancias patrimoniales están exentas al 95% en el Impuesto de Sociedades.

Una de las cuestiones que mayor interés suscita en relación con la inversión en SCR es su tratamiento en el Impuesto sobre el Patrimonio. Concretamente, si la inversión en al menos un 5% de los derechos de voto en una SCR puede considerarse un activo apto a efectos de la exención de empresa familiar prevista en el artículo 4.2.8 de la Ley del Impuesto sobre el Patrimonio (Exención), y la consiguiente reducción en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

Contar con asesoramiento profesional

Ahora bien, este tipo de vehículos cuentan con unas particularidades que dificultan la inversión. En primer lugar, "el horizonte temporal y naturaleza de los activos en los que se invierte", cuentan José María Ferrer, responsable de wealth y banca privada, y Alberto Guillén, gestor de activos e inversiones alternativas de Renta 4, en este artículo. Estos factores (el marco, los compromisos y las desinversiones) "hacen que la gestión de la cartera de inversiones de la SCR (estimación de flujos, establecimiento del ritmo de compromisos, reciclaje de las distribuciones, determinación y seguimiento asset allocation del vehículo, cumplimiento de los coeficientes de inversión, etc.) y el trabajo de due diligence sean complejos", comentan. Y por eso destacan "la importancia de contar con un asesoramiento fiscal adecuado".

De igual modo, Guillermo Aranda, consejero delegado de Atl Capital, advierte sobre la adecuación de estos vehículos: "Es un error que el objetivo principal sea el fiscal. Siempre hay que canalizar una estrategia de inversión con el vehículo más adecuado y, una vez definida, buscar la manera más eficiente de llevarla a cabo". En la misma línea, Leticia Hernández, subdirectora de Planificación Patrimonial de Andbank España, añade que “hay que analizar la idoneidad del vehículo para la persona e informarle de pros y contras”.