M&A en 2024: la persistente brecha entre las expectativas de valoración entre compradores y vendedores
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19 diciembre 2024
Según la consultora Bain & Company, el mercado de fusiones y adquisiciones (M&A) termina 2024 de manera similar a como lo empezó: esperando que se rompa estancamiento entre las expectativas de precio de compradores y vendedores.
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Si algo está esperando el sector del private equity es la reactivación de las operaciones de M&A, como palanca fundamental para la materialización de la creación de valor de la inversión en las compañías no cotizadas.
Aunque la vista está puesta en 2025 como el año en el que por fin veamos un recuperación del dinamismo de la actividad de inversión, toca hacer balance del ejercicio que cerramos.
Según la consultora Bain & Company, el mercado de fusiones y adquisiciones (M&A) termina 2024 de manera similar a cómo lo empezó: esperando que se rompa estancamiento entre las expectativas de precio de compradores y vendedores. Porque hasta la fecha, el año ha estado marcado por las altas tasas de interés y un intenso escrutinio regulatorio, factores complejos a los que se han tenido que adaptar los intermediarios.
La consultora prevé que, cuando haya finalizado 2024, el valor total de las transacciones M&A alcancen los 3,5 billones de dólares a nivel global, una cifra muy moderada que supone un aumento interanual del 15%, comparable con los niveles que se dieron a mediados de la década de 2010. Bain también detecta que el volumen global de las transacciones de M&A ha aumentado un 7% interanual, revirtiendo la disminución que se venía observando en los últimos dos años.
Cira Cuberes, socia de Bain & Company en España, explica que, a nivel global, no se ha visto el impulso positivo que se esperaba de las tasas de interés, además, “ha faltado voluntad de salir al mercado por parte de los vendedores y se ha observado cómo algunos grandes procesos, que podrían haber impulsado una recuperación completa este año, se paralizaban por el escrutinio regulatorio”. Ha sido un año donde las entidades han tenido que adaptarse a las realidades del mercado, buscando sinergias tanto de ingresos como de costes. Además, “han seguido perfeccionando sus capacidades de M&A, poniendo foco en la selección, negociación y aprovechamiento de nuevas herramientas, como la IA generativa, para agilizar el proceso”.
Brecha entre las expectativas de valoración entre compradores y vendedores
El estudio de Bain, que se ha basado en una encuesta realizada por la compañía a más de 300 expertos del mercado M&A a escala global, señala que el principal obstáculo para la actividad de M&A sigue siendo la brecha entre las expectativas de valoración entre compradores y vendedores. El factor clave: la distancia entre las valoraciones históricamente bajas en M&A estratégicas (10.4x EBITDA/EV) y las altas valoraciones en los mercados públicos (16.6x para el S&P 500).
En este contexto, en lugar de enfrentarse a reducciones sustanciales en las salidas, los inversores de private equity y venture capital han optado por seguir en sus carteras, del mismo modo que lo han hecho las empresas privadas y públicas. Con menos competencia y falta de urgencia, algunos acuerdos, simplemente, se estancaron.
Escrutinio regulatorio y los períodos prolongados de cierre
A medida que los desafíos y litigios extendían los plazos de cierre de algunos acuerdos, se dejaba ver su impacto en las tasas de cierre previstas para este año 2024. En este contexto, casi la mitad de los negociadores (47%) aseguró que las preocupaciones regulatorias han podido afectar a los tipos de acuerdos que su empresa valoró. En respuesta, muchos están revisando las estrategias de negociación y dedicando más tiempo a la evaluación inicial, estudiando especialmente lo que pudiera verse afectado por cuestiones antimonopolio. También se detecta en la encuesta que algunos negociadores mantuvieron los acuerdos abiertos a la espera del resultado de las elecciones estadounidenses con la esperanza de obtener una mayor claridad sobre el futuro del entorno regulatorio.
Esta dinámica ha creado un efecto global en el que las empresas han priorizado los extremos, es decir, pequeños acuerdos, más discretos, o muy grandes acuerdos con enorme potencial de creación de valor; y han dado menor relevancia a los acuerdos de tamaño mediano. De esta forma, en lo que va de 2024, los acuerdos valorados en menos de 1.000 millones de dólares representan el 95% de toda la actividad, creciendo este segmento por primera vez en cuatro años. Los mega acuerdos (más de 5.000 millones de dólares) se manutuvieron estables en cuanto al valor global de las transacciones.
A su vez, los acuerdos de escala –aquellos destinados a fortalecer el liderazgo en el mercado y reducir la posición de costes a través de los beneficios de la escala– han representado el 59% del valor de las transacciones en lo que va de 2024, la proporción más alta desde 2015. Esto refleja un cambio hacia aquellas adquisiciones que mostraban sinergias claras y tangibles dentro del primer año, lo que supone una clara reversión respecto a la tendencia anterior hacia las fusiones y adquisiciones orientadas al alcance. Estas últimas destinadas a acelerar el crecimiento de los ingresos mediante la entrada o expansión en segmentos de mercado de crecimiento más rápido, o al incorporar nuevas capacidades.