En el caso de Trade Republic, con ocho millones de clientes en toda Europa conseguidos en seis años y 100.000 millones de euros en activos bajo gestión, no solo en servicios bancarios, sino también inversiones (ETF, acciones, bonos y criptomonedas), se dirige a un público joven con un poder adquisitivo medio-bajo que invierte pocas cantidades (se puede invertir a partir de un euro en un fondo cotizado).

También a “personas que pensaban que no podían acceder a estos productos, que son la gran mayoría de los españoles que tienen cuentas con los bancos tradicionales y que no han recibido intereses, no se les ha dado esa posibilidad, como sí lo hemos hecho nosotros, trasladando el interés del Banco Central Europeo (BCE)”, señala Antón Díez, country manager de España y Portugal de Trade Republic.

Así, una gran parte de sus clientes en España tiene menos de 35 años y, aunque reconoce que no va a producirse un “trasvase masivo” de la generación del babyboom, “un usuario de banca digital jamás va a volver a la tradicional salvo que se sienta obligado”.

La desconfianza en los nuevos entrantes en general y del universo digital en particular es una de las grandes barreras a las que se enfrentan las plataformas nativas. ¿Cómo dar seguridad a los usuarios, especial los más habituados a la banca tradicional, para que confíen sus ahorros en los neobancos?

Como entidad financiera, están obligados a cumplir con el marco regulatorio, indica Díez. Asimismo, “del mismo modo que utilizamos la tecnología como herramienta de innovación para acceder a productos de inversión, la utilizamos como herramienta de prevención de ataques”, comenta.

Cita como ejemplos la verificación de la cuenta en el alta con el escaneo del DNI, la introducción de un código cuando se accede a la aplicación, las transacciones sólo se pueden realizar a cuentas del titular, alertas de uso no autorizado de la tarjeta, etc. “Hay muchas medidas que te permiten esa seguridad y, a nivel de activos, hay seguridad a través de los fondos de garantías de depósitos, las garantías de valores establecidas por la ley y el cumplimiento de la segregación de activos exigidos por el marco legislativo en la parte de la custodia”, explica el country manager de España y Portugal de Trade Republic.

En opinión de Díez, “la gran disrupción de los neobancos vendrá cuando sean capaces de prestar dinero, porque ya haces que el usuario se desvincule de la banca tradicional”.

Y en el caso de los neobrókeres, afirma que “la optimización vendrá de la automatización en el asesoramiento y en la gestión de activos, para ese cliente que necesita que se le acompañe y que se le gestione, ofrecerle herramientas de autogestión y educarles”.