El peso de la regulación en la industria cada vez es mayor. Su adaptación a nivel nacional conlleva un esfuerzo que a nivel europeo se desvanece. En la XLI edición del Think Tank de BNY Investments los responsables de las principales entidades internacionales de banca privada ponen el foco en conseguir una banca europea fuerte.
En el informe Draghi presentado en septiembre se subrayaba la necesidad de que Europa sea más fuerte económicamente y más competitiva. No se habla de países concretos, es Europa y para competir con gigantes como EE.UU. y China, el Viejo Continente necesita, según el informe, movilizar 800.000 millones de euros al año para recuperar competitividad. Los responsables de las principales entidades internacionales de banca privada que operan en nuestro país alertan que la alta carga regulatoria puede también lastrar ese crecimiento y competitividad. Abogan por un mercado de capitales europeo.
Mercado de capitales europeo
Ignacio Izquierdo, Regional Manager Iberia de Allfunds, apunta a que “no se está avanzando suficientemente en crear un mercado de capitales europeo”. En su opinión, esto está provocando muchas ineficiencias. “Es difícil competir con EEUU y China. Para atraer capital es una locura la cantidad de componentes locales que son necesarios porque no hay todavía vehículos realmente eficientes a nivel europeo”, comenta.
A este respecto, Pedro Dañobeitia, director general de Mirabaud WM en España, apunta a la necesidad de una mayor colaboración entre países europeos. “La fiscalidad es dispar en cada país y tampoco existe un fondo de garantías europeo” pone como ejemplo. Tal como apunta Borja Martos, Head of Wealth Management and Private Banking de Deutsche Bank, “el hecho de que haya normativa bancaria diferente entre países europeos resta competitividad”. “Para competir con otras economías como EE.UU. es muy importante una banca fuerte en Europa”, sentencia
Un sinfín de normativas
Varias son las normativas con las que trabaja la industria además de la RIS. Antonio Losada, Chief Executive Officer de Indosuez WM, enumera la Ley 10/2010 de prevención del blanqueo de capitales y un nuevo regulador (AMLA) con capacidad normativa y nuevas exigencias; la GDPR sobre protección de datos; el asunto de liquidación y eficiencia de mercados con el D+1, que es ya una realidad en el mercado norteamericano y Basilea IV, “con todo lo que conlleva en la definición de los Risk Weighted Assets”, apostilla. Un sinfín de reglamentación que, según el directivo está produciendo un “cierto desacoplamiento entre lo que es la definición de las políticas de sostenibilidad y luego el paso por la realidad y las inversiones que eso significa, tal y como confirma el Informe Draghi”.
RIS
En relación a la RIS todos coinciden en que está provocando un replanteamiento profundo de los modelos de relación con el cliente. En este sentido, Pablo Carrasco, director general en España de UBS Global WM, cree que para los bancos internacionales probablemente el impacto puede ser un poco menor, en lo que se refiere a toda la discusión del value for money. “Donde tendrá más impacto será en el que se centre en el modelo de distribución”, alega. “Es muy importante que se ponga en valor el servicio y nunca se comprometa el valor del asesor en el servicio”, apunta. Para él, RIS tendrá un impacto muy importante en las entidades donde no puedan poner en valor su servicio.
A este respecto, Losada cree que la normativa traerá mayor transparencia e impulsará una relación mandatada con el cliente. No obstante, también advierte que para que funcione es importante “tener en cuenta el componente cultural de los mercados muy diferente por países”. Dañobeitia defiende que la normativa traerá mayor competencia y revertirá en el beneficio del cliente. “Evolucionará a que el servicio sea mejor, será el cliente quién elija con quién quedarse”, remarca.
Ante todo, en palabras de Martos, la regulación lo que está provocando es que nos preguntemos, ¿qué hacer para aportar valor añadido y cómo me diferencio y me reinvento?, finaliza.