Las gestoras internacionales analizan la evolución de un indicador que se ha convertido en clave para tratar de proyectar la evolución de la política monetaria americana… y de los mercados financieros.
El IPC general de junio en Estados Unidos, la medida global de la inflación, cayó hasta el 3% interanual, frente al 9,1% de hace un año. La principal fuente de sorpresa fueron las volátiles categorías de servicios de viaje. Aunque estas categorías representan una pequeña parte de la cesta global de la inflación, la caída de las tarifas aéreas (-8% intermensual) y de los hoteles (-2,3% intermensual) bastó para recortar 9 puntos básicos el ritmo intermensual del IPC subyacente, medida que excluye los volátiles sectores de la alimentación y la energía.
El análisis de PIMCO
¿Qué significa este dato? Según Tiffany Wilding, economista de PIMCO, tras el escaso avance de la inflación subyacente en los cinco primeros meses del año, ahora vemos más claramente una desinflación tanto en los informes del IPC real como en los indicadores adelantados que seguimos. “Aunque la inflación sigue estando muy por encima del objetivo de la Reserva Federal, nuestra medida de la inflación de precios fijos parece estar estabilizándose en torno al 3,5%, frente al 8% o más del año pasado”, explica.
A pesar de la significativa sorpresa a la baja de las nóminas y del IPC en junio, de cara al futuro siguen pensando que es probable que la Fed suba los tipos en 25 puntos básicos en julio. No obstante, esto aumentó su confianza en que probablemente marque el final del ciclo de subidas, aunque los comentarios recientes de Jerome Powell apuntan a un endurecimiento adicional más allá de eso. “Este dato de inflación reafirma nuestra opinión de que la economía estadounidense se encamina hacia un segundo semestre del año muy diferente”.
El análisis de Federated Hermes
Para Geir Lode, director de Renta Variable Global de Federated Hermes, estamos empezando a ver la luz al final de lo que ha parecido un túnel interminable para los Estados Unidos. “La Fed espera que el mercado laboral se suavice y la inflación sea baja antes de empezar a recortar los tipos de interés. Así pues, aunque las cifras de hoy son un paso adelante positivo, aún queda trabajo por hacer. El último informe sobre el empleo sigue una tónica similar, con un informe sobre el empleo en EE.UU. por debajo de lo esperado -buena noticia para el objetivo de estabilidad de precios de la Fed-, pero el desempleo sigue en mínimos históricos”.
Los responsables de la Fed han pregonado a menudo la necesidad de dos subidas de tipos este año y, sin embargo, el boyante repunte del crecimiento sugiere que el mercado está viendo una salida más rápida de este entorno de tipos elevados. A juicio de Lode, las cifras más suaves de este dato juegan a favor de la opinión del mercado, pero es difícil que la Fed cambie de táctica a corto plazo, por lo que también esperan una subida del 0,25% en julio. “La Fed valorará muy positivamente este dato, pero querrá asegurarse de evitar nuevas subidas de la inflación en un futuro próximo, por lo que no prevemos una relajación antes de mediados del próximo año”.
El análisis de Flossbach von Storch
Si bien la tasa de inflación interanual bajó, la tasa de inflación subyacente, es decir sin los volátiles precios de energía ni alimentos, se mantuvo apenas por debajo del 5%. De acuerdo con Pablo Duarte, analista senior del Instituto de Investigación Flossbach von Storch, “esto indica que la presión inflacionaria no ha muerto, sino que se mudó de vecindario: de la energía y los bienes de consumo final a los servicios y los alimentos (en la eurozona). En la eurozona, y especialmente en España, se ve el mismo patrón: mientras la tasa de inflación interanual de junio fue de 1,9% la subyacente fue de 6%”.
En opinión del experto, la caída de la tasa interanual de inflación no es sorprendente debido al efecto base. “El año pasado la inflación registró un muy fuerte salto del 1,2% entre mayo y junio. Sólo si el aumento entre mayo y junio de este año hubiera sido igual de fuerte, la tasa de inflación interanual podría haberse mantenido en el 4,1%. Esto era poco probable, por lo que no sorprende que la inflación parezca tan baja”, afirma. Sin embargo, Duarte señala que la inflación “supercore”, definida como la inflación en servicios excluyendo energía y vivienda en los EE.UU. sigue por encima del 4%. En la eurozona se mantiene por encima del 6%.