¿Invertir en Brasil en estos momentos?

Kamil Molendys, Unsplash

Según Henderson, “el posicionamiento inversor en Brasil sigue siendo ligero y es probable que cualquier mejora marginal en el sentimiento del mercado puede llevar a fuertes movimientos en los precios de las acciones”,

Brasil, que ha pasado de promesa BRIC a fuente de preocupación debido al enfriamiento de su crecimiento y a sus persistentes problemas de alta inflación, ha brillado con fuerza al mostrar su renta variable un comportamiento superior a la media de países latinoamericanos e incluso la media del universo emergente desde agosto, como observa Chris Palmer, director de mercados emergentes globales en Henderson Global Investors.

El experto detecta tres catalizadores de este resurgimiento de las bolsas emergentes en general y de la brasileña en particular. La primera, la decisión de la Reserva Federal de posponer hasta una fecha indeterminada la finalización del programa QE3, que “ha terminado con la especulación sobre un dólar más fuerte y divisas y bonos emergentes más débiles”, explica Palmer. "Esto ha llevado a fuertes subidas de las divisas locales y las bolsas de países emergentes como Brasil, India y Turquía, que sufrieron durante las ventas masivas del verano”, afirma.

En el caso brasileño en particular, el responsable de mercados emergentes observa que el real fue apoyado gracias a la intervención del Banco de Brasil –que mantiene los tipos de interés más altos del mundo, situados en el 9,5%- en el mercado de divisas. La segunda justificación del rebote de las cotizadas del Bovespa viene de China; al mejorar sus datos económicos, supone un apoyo para los países que mantienen vínculos de exportación con el gigante asiático, como es el caso de Brasil. 

El tercer catalizador que detecta Palmer viene de la propia economía brasileña, que “ha empezado a mostrar los primeros signos de estabilización”. Cita, a modo de ejemplo, la mejora de las ventas minoristas y la subida de los precios del hierro, que ha respaldado a las industrias relacionadas con esta materia prima.

Aunque el experto de Henderson no pierde de vista que Brasil ha crecido por debajo de lo esperado y que el gobierno que preside Dilma Rousseff se mantiene “obstinadamente intervencionista”, observa que es probable que dos de los tres drivers sobre los que se ha apoyado el país en los últimos meses permanezcan estables en el futuro próximo. Desgraciadamente, son los dos externos: que la Fed siga retrasando el desmantelamiento del QE3 y que sigan publicándose mejores datos macro en China. “Además, el posicionamiento inversor en Brasil sigue siendo ligero y es probable que cualquier mejora marginal en el sentimiento del mercado puede llevar a fuertes movimientos en los precios de las acciones”, asevera.

En base a estos razonamientos, Chris Palmer centra su pronóstico en la siguiente hipótesis: “El caso contrarian de Brasil sigue basado en sus valoraciones comparativamente más bajas y en la sensibilidad a cualquier mejora cíclica en la fortuna de sus principales socios comerciales, como China y Estados Unidos”.