Invesco aconseja disciplina para la inversión en dividendo

La inversión en empresas de dividendo no sólo se limita a la elección de las compañías con la remuneración más alta. Según Paul Boyne, gestor de Invesco Perpetual, la sostenibilidad y el crecimiento futuro potencial de esta retribución son las claves para mantener las rentabilidades a largo plazo en este tipo de productos.

En su opinión, la reciente volatilidad de las bolsas ha llevado a muchos inversores a replantearse cuáles son los motores de los mercados de renta variable. En un entorno de crecimiento más bajo como el actual, muchos inversores no confían en que un coste de capital más barato y un crecimiento económico fuerte impulsen los beneficios. En este escenario, Boyne cree que las acciones con elevada rentabilidad por dividendo podrían cumplir mejor las expectativas de muchos inversores. En este tipo de compañías, la selección de valores continúa siendo clave.

No hay que olvidar que los dividendos son uno de los mayores contribuidores a la rentabilidad de los mercados de renta variable. Según un estudio de Dimson, Marsh & Staunton, en un periodo de 110 años hasta 2008, la rentabilidad real de los mercados de renta variable de EEUU fue del 1,7%. Cuando se reinvierten los dividendos repartidos por las compañías cotizadas, esta rentabilidad aumenta hasta el 6%, lo que demuestra que el 70% de la rentabilidad total de los mercados de acciones proviene del dividendo. En el mismo periodo, este estudio realizado para las acciones británicas ofrece que el dividendo supone el 92% de la rentabilidad total.

Dada la importancia del dividendo como motor de los mercados de acciones, Boyne cree vital estudiar la sostenibilidad del dividendo a la hora de seleccionar las compañías. La última crisis ha demostrado cómo muchas compañías fueron incapaces de mantener sus dividendos. Así, en EEUU, en 2008 se produjeron recortes en el 20% de las compañías y en 2009, en el 33%. Por eso, considera que se deben aplicar criterios específicos a la hora de seleccionar los candidatos que construyan la cartera. Para el experto de Invesco, el criterio principal debe ser la capacidad de la empresa para generar free cash flow. En este sentido, la fortaleza de una compañía se debe medir en relación a su capacidad para generar el free cash flow necesario para mantener el reparto en los dividendos. En este sentido, una compañía de alta calidad con una marca atractiva es también una de las claves, así como un equipo de gestión enfocado a la disciplina de inversión del capital y a remunerar a los accionistas de forma estable.

¿Cuál es el papel de las acciones de alta rentabilidad por dividendo en la cartera de un inversor? Boyle cree que el proceso de construcción de la cartera identifique las inversiones que puedan proveer unos ingresos futuros estables y que ayuden a reducir la volatilidad y a mejorar el binomio de rentabilidad/riesgo. “La baja rentabilidad de los bonos, el tradicional camino de generación de renta en las carteras, junto a la rentabilidad cercana a cero de los activos monetarios, llevaron a muchos inversores a buscar fuentes adicionales de renta como las acciones de alto dividendo”, explica. Esto se produce en un momento en que las acciones europeas y de EEUU ofrecen una rentabilidad atractiva frente a la renta fija. Además, la renta variable ofrece la posibilidad de aumento futuro del valor del activo, algo que no sucede con la renta fija.