IOSCO pondrá en marcha una fundación para trabajar con los países emergentes

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Imagen cedida

La importancia de los países emergentes en la economía global y las perspectivas sobre el crecimiento de sus mercados de capitales en los próximos años han impulsado a IOSCO, la Organización Internacional de Comisiones de Valores, a crear una fundación que se centrará en trabajar con dichos mercados para que pongan en práctica los principios internacionales de regulación de valores.

Tras dar luz verde al proyecto en mayo del año pasado, la fundación podría dar el pistoletazo de salida el próximo mes de marzo, si el Consejo de IOSCO da su aprobación, según explicó Isabel Pastor (en la foto, la segunda por la derecha), asesora senior de la organización, en el marco de una conferencia celebrada en Madrid con la colaboración de la CNMV y el Instituto Español de Analistas Financieros, IEAF (los ponentes, en la foto, de izquierda a derecha: Rohini Tendulkar, economista del Servicio de Estudios de IOSCO; Tajinder Singh, vicesecretario general de IOSCO; David Wright, secretario general de IOSCO; Juan Carlos Ureta, presidente de IEAF; Isabel Pastor y Javier Méndez, secretario general de IEAF).

La Fundación IOSCO, que podría tener su sede en Madrid, funcionará con financiación privada principalmente. Centrará su trabajo en tres áreas: la asistencia técnica a los países emergentes; la educación y formación en el funcionamiento y las mejores prácticas para la creación de unos mercados eficientes y que garanticen la protección del inversor; y la investigación. “Sus prioridades y retos son distintos a los de las economías avanzadas. Ellos necesitan desarrollar sus mercados, y para ello requieren de asistencia técnica y capacitación”, dice Pastor.

Así, en el primer pilar, el de la asistencia técnica, el programa se dedicaría a implementar los principios internacionales de regulación de valores, a realizar talleres evaluadores y proyectos para fomentar el desarrollo de dichos mercados. El segundo pilar se centraría en la educación del inversor o en realizar programas internacionales de intercambio de reguladores, entre otros temas. Teniendo en cuenta el limitado acceso de los reguladores a los datos de información de los mercados emergentes, el tercer pilar trataría de generar una investigación sobre temas globales de regulación, de elaborar bases de datos centralizadas (con datos sobre riesgos sistémicos y mercados emergentes) y mesas redondas sobre temas como el riesgo.

Contribución al crecimiento

Como organismo mundial, IOSCO apoya a los países emergentes a la hora de construir mercados de valores sólidos y seguros, pero no llega a todos. “Hasta el momento IOSCO ha proporcionado asistencia técnica a ciertos países, pero hay otros que siguen pendientes de recibir ayudas. Necesitamos una fundación porque la crisis se supera no sólo con regulación financiera global sino también apoyando la estabilidad financiera y el crecimiento de los mercados”, comentó Pastor. Y en ese crecimiento tienen mucho que ver los países emergentes.

“Hemos llegado a un punto de inflexión en la economía mundial: los mercados de capitales deben crecer ante la disminución del crédito y la imposibilidad del sector público de calmar ese déficit. Los mercados son la única posibilidad de financiación a largo plazo y crecerán, pero sobre todo en África, Asia-Pacífico y Latinoamérica”, defendió David Wright, secretario general de IOSCO, durante la conferencia.

El crecimiento de las economías emergentes durante la última década ha sido del 82% frente al 14% de los países desarrollados, lo que aumenta las expectativas de que Brasil, India, México, Rusia, China y Turquía superen al G-7 en PIB en el año 2020. Debido a esta realidad, Pastor espera que el mundo deje de estar tan concentrado y se llegue a un sistema multipolar de centros de poder financiero, en los que los países emergentes tendrán gran protagonismo. Por ello, cree muy necesaria la coordinación a la hora de establecer sus mercados de valores e infraestructuras financieras y también su regulación. De hecho, defiende la idea de “vigilar el impacto del tsunami regulatorio en Occidente en los mercados emergentes”.

Actualmente, los países emergentes representan más del 80% de los miembros ordinarios del Comité de IOSCO.