Italia pide un bis a Mattarella-Draghi: primeras reacciones de las gestoras internacionales

Sergio Mattarella (foto Flickr)

Los mercados celebran la reelección de Sergio Mattarella como presidente de la República y la confirmación simultánea (e implícita) de Mario Draghi como primer ministro. El primer día de cotización tras el anuncio del bis de Mattarella vio a la plaza milanesa cerrando en positivo. Al mismo tiempo, el diferencial BTP-Bund se reducía hasta los 130 puntos (en las últimas semanas había alcanzado los 150 Bps).

Las consecuencias del resultado electoral son varias, vinculadas tanto a la redefinición del equilibrio político como a la garantía de un período favorable para la implementación del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Existen, sin embargo, aspectos críticos relacionados con la ausencia de una figura política capaz de hacer converger las fuerzas centrífugas de los partidos italianos hacia un objetivo común, y las posibles repercusiones en términos de ampliación del diferencial o reducción de la confianza de los mercados en el resultado positivo de los planes de reforma italianos.

Previsiones para el año

La primera reacción a la reelección de Mattarella al Quirinale responde a la garantía de continuidad política. Según S&P, el gobierno de Draghi podrá centrarse en llevar a cabo una segunda ronda de reformas dentro del PNRR. S&P recuerda cómo el paraguas del programa Next Generation EU debería garantizar al país 191.500 millones de euros (algo menos del 12% del PIB) en subvenciones y préstamos para 2026. La economía italiana, por su parte, confirma un crecimiento del 6,5% en 2021 y la previsión es de una nueva expansión de 4,7% este año. En conjunto, estos elementos podrían llevar a la reducción de otro indicador: el de la relación deuda/PIB. Según la agencia de ratings, en 2022 se situará en el 141,8%, frente al pico del 145,4%.

El impacto en los BTP

Como bien remarca Andreas Billmeier, economista de Western Asset (Franklin Templeton IM), el diferencial del bono italiano ha registrado una lidera reducción. Sin embargo, desde un punto de vista a medio plazo, la edad de Mattarella (81) y las próximas elecciones parlamentarias (primer semestre de 2023) arrojan una sombra. Más que si fuera un candidato más joven (incluido Draghi).

Según Annalisa Piazza, analista de renta fija de MFS Investment Management, los BTP deberían beneficiarse de la nueva estabilidad e integridad de las dos figuras más importantes de la escena política. También cree que, a corto plazo, podría haber la posibilidad de una ligera reducción de los diferenciales frente al Bund.

Por el contrario, desde Algebris observa un impacto limitado en los bonos y activos del gobierno italiano, ya que muchos no habrían valorado la posibilidad de incertidumbre política después de estas elecciones. Según Alberto Gallo y Gabriele Foà, gestores del Algebris Global Credit Opportunities Fund, los próximos 12 meses podrían ser más difíciles. Los dos expertos recuerdan algunos elementos, como el hecho de que el BCE, a día de hoy, posee el 35% de la deuda italiana, y se espera un tapering gradual en 2022 con posibles aumentos en 2023. A esto se suma la crítica política con los partidos de derecha (antieuropeos) que alcanzan el 40% acumulado en las encuestas. "Esto implica un cierto riesgo de retroceso en las discusiones que no son precisamente favorables al mercado, que regularmente resurgen durante la campaña electoral", comentan.

La incógnita de las elecciones de 2023

Algebris subraya que la credibilidad del presidente en ejercicio puede, al menos parcialmente, proteger los activos italianos de la volatilidad, de cara a las elecciones de 2023. En este caso, se esboza la hipótesis de una elección de Draghi en el Quirinale. También según la oficina de estudios Equita el Mattarella-bis es el escenario más favorable para los mercados porque aporta estabilidad al gobierno hasta el final del mandato natural del Parlamento (2023).

La confirmación del statu quo también dejaría abierta la posibilidad de que Draghi llegue a la presidencia tras las elecciones políticas, si Mattarella decide dimitir antes de que finalice su mandato. Equita también llama la atención sobre el PNRR. Con la posibilidad de que el gobierno continúe su trabajo sin interrupción, también mejora la visibilidad sobre la implementación del plan definido como un factor clave para las perspectivas de crecimiento de Italia en 2022-26.

Un presidente clave en la UE

Desde Vontobel destacan que uno de los aspectos centrales de la elección política del pasado fin de semana es la confirmación en el Quirinale de un presidente pro-UE. Que también tendrá una función de equilibrio ante cualquier cambio de gobierno o la formación de nuevas coaliciones parlamentarias. "Esto significa que sería más difícil formar un gobierno con una postura anti-UE y euro. Incluso si las encuestas ahora indican un posible cambio a favor de algunos partidos de derecha escépticos hacia la UE/euro", subraya Gianni Piazzoli, director de Inversiores de Vontobel Wealth Management SIM Italia, y Reto Cueni, economista jefe de Vontobel WM.

Los expertos recuerdan cómo el tándem Mattarella-Draghi también es una fortaleza para otros gobiernos (como el francés de Macron) que pretenden continuar por la senda de la integración financiera y económica en la UE. "Este es un importante contrapeso a los cambios actuales en Alemania, donde el nuevo ministro de finanzas del Partido Liberal (FDP) quiere ver una postura más dura en Europa en lo que respecta a las normas presupuestarias comunes y los compromisos de deuda", señalan.

La ausencia de un partido fuerte

Otro elemento político que surge del compromiso sobre Mattarella es que ninguno de los partidos políticos italianos puede cantar victoria. Esto también repercute en la actuación de Draghi, ya que algunos partidos (Lega, M5S y Forza Italia) han excluido su candidatura al Quirinale para mantener el cargo de primer ministro. Ahora los mismos partidos se ven obligados a dejarle la última palabra sobre cualquier gran reforma que Italia debe aprobar en 2022. Matteo Ramenghi, director de inversiones de UBS WM Italia, también subraya cómo el fracaso de Draghi para elegir al Quirinale dependió de la amenaza expresada por algunos partidos de abandonar la coalición en caso de un cambio en el actual primer ministro en los escalones superiores, mientras que la mayoría de los partidos políticos se centraron en mantener el statu quo, al menos hasta las elecciones de 2023.

UBS espera que la posición de Draghi se refuerce con estas elecciones. Y esto elimina el riesgo de un posible retraso en el lanzamiento del Fondo de Recuperación y acelera la agenda de reformas. Según Maarten Geerdink, director de acciones europeas de NN Investment Partners, a largo plazo, la reelección implica que Draghi ahora tiene una ventana de 6 a 12 meses para impulsar la agenda de reformas y poner a Italia en una posición más sólida. Sin embargo, en el medio plazo hay incertidumbre por las elecciones. Incertidumbre compartida, en definitiva, por Piazza, que no descarta inestabilidad en el corto plazo. Sin embargo, incluso la experta confía en un reforzamiento de Draghi de cara a estas elecciones. “Para impulsar el camino de las reformas ahora que los partidos políticos deben recoger las piezas de sus programas de cara a las próximas elecciones”, explica.