Javier Mallo (Legg Mason): “Vamos a ver una vuelta a las cosas sencillas y fáciles de entender”

Javier Mallo (Legg Mason)
Funds People

A lo largo de los últimos años, muchas empresas han hecho inversiones muy potentes en tecnología. En estos días se está demostrando que esa ha sido una decisión acertada. Las gestoras de fondos no han sido ajenas a esa tendencia. En el caso de Legg Mason Global AM, por ejemplo, fue una de las primeras entidades en enviar a todos los empleados que la firma tiene repartidos por el mundo a trabajar desde casa. A mediados de febrero, ya habían iniciado ese proceso. Y, pese a ello, la disrupción ha sido mínima. Todo ha seguido funcionando con normalidad. Tecnológicamente, estaban preparados.

“El negocio no se ha visto afectado. Tanto la gestión como el servicio al cliente se han mantenido a pleno funcionamiento en un modo remoto, de manera telemática. Es más incómodo y el trato personal no es el mismo, pero puedes continuar ofreciendo a tus clientes unos productos que se siguen gestionando de la misma manera, así como dando apoyo a los inversores a través de todas las herramientas que te brinda la tecnología. Las inversiones siguen su curso”, revela Javier Mallo, responsable de Ventas de Legg Mason Global AM para España y Portugal en una entrevista con FundsPeople.

Proactivamente, la gestora está enviando a sus clientes documentación sobre la visión de mercado de sus distintas filiales. “Es, quizás, el tipo de información que más valoran los clientes en estos momentos porque el mundo, tras el COVID-19, va a cambiar. Y las tendencias en la industria, también. Algunas que habíamos venido detectando en los últimos tiempos se mantendrán mientras que, al mismo tiempo, surgirán otras nuevas”, afirma Mallo. En este sentido, el experto ha querido revelar qué es lo que está viendo en estos momentos y qué es, a su juicio, lo que vamos a ver en el futuro.

Lo que estamos viendo…

Con respecto a los intereses ya existentes por parte de sus clientes, Mallo apunta a dos tendencias y tres clases de activo. El primero es el constante interés por la renta variable estadounidense, el cual no se ha frenado. “Los inversores institucionales están aumentando el peso de la bolsa americana en sus carteras. Buscan compañías mucho más sólidas, de alta calidad, que se vean menos afectadas por el momento actual y con la capacidad de recuperarse antes y seguir pagando dividendos elevados”, asegura.

Otra de las grandes tendencias que, según el responsable de Ventas de Legg Mason para Iberia, se consolida es el interés por los fondos temáticos, en particular por aquellos que invierten en activos descorrelacionados con los tradicionales. En la casa lo están percibiendo a través de RARE, su filial de infraestructuras cotizadas. “Buscan principalmente compañías que se vean soportadas por activos físicos, infraestructuras reales, que estén pagando unos dividendos altos y previsibles. Es un segmento de mercado que se prevé lo siga haciendo bien”.

Por último está la tendencia hacia la renta fija flexible, donde el interés de sus clientes continúa canalizándose a través del fondo Legg Mason Western Asset Macro Opportunities Bond. Sin embargo, bajo esta corriente está apareciendo una nueva derivada: la de la búsqueda de activos sólidos en bonos corporativos globales, donde en la entidad están apreciando flujos de entrada hacia estrategias de Short Duration Blue Chips, donde cuentan con un producto con seis años de track record, el Legg Mason Western Asset Short Duration Blue Chip. “Estamos detectando mucha demanda por parte de nuestros clientes europeos y también en España”.

A su juicio, el interés que existe por este tipo de estrategias es muy revelador y marcará lo que, en su opinión, serán los próximos años. “Se trata de una cartera diversificada de investment grande con una calificación crediticia por encima de A, esto es, emisiones de compañías muy sólidas con una duración entre los dos y los cuatro años. Es una receta muy sencilla que aporta valor dentro de una cartera global. En el futuro vamos a ver una vuelta a las cosas sencillas y fáciles de entender”, augura Mallo. Pero no será lo único que esté por venir.

… grandes tendencias que están por venir

Entre las tendencias que pueden ocurrir está, en primer lugar, el reforzamiento de la gestión activa frente a la pasiva. “La gestión activa tiene una oportunidad de oro, siempre y cuando sea capaz de confirmar que puede hacer cuatro cosas: identificar los ganadores en la salida de la crisis, minimizar la exposición a los perdedores, demostrar que es capaz de gestionar el riesgo de las carteras de forma eficiente y ofrecer los resultados que necesitan los clientes para cumplir sus objetivos a largo plazo. Si eso ocurre, se reforzará el interés por la gestión activa”.

En segundo lugar está la búsqueda de income. “Es algo cada vez más difícil de obtener y, al mismo tiempo, algo que nos demandarán nuestros clientes. Esto obliga a buscar fórmulas que permitan recibir unos dividendos y cupones más interesantes entendiendo el riesgo que se asume para obtener estas rentabilidades. Esto también será un revulsivo para que activos menos tradicionales, como el real estate, ocupen un lugar más relevante en las carteras”, subraya.

La tercera gran tendencia que, según Mallo, se consolidará será la inversión ESG y temática. “El hecho de que en esta crisis este tipo de estrategias hayan registrado un mejor comportamiento las hará salir muy reforzadas. Se está viendo cómo, en su caso, los flujos de salida a nivel global han sido inferiores, lo que muestra la mayor confianza de los inversores en ellas. Esta filosofía de inversión obtiene mejores resultados a largo plazo no porque suban más en momentos alcistas, sino porque bajan menos en fases bajistas”.

Por último, para Mallo, lo que también saldrá reforzado será el asesoramiento financiero. “Para capear escenarios adversos tan turbulentos como éste es fundamental contar con un buen asesor. Es como tener a tu lado a un buen médico. Te ayudará a mejorar tus resultados y dormir mejor. Es algo a lo que cada vez le damos más importancia: disponer de tu médico financiero que alinee tu cartera con tus objetivos vitales. Existe la idea de que para tener un asesor debes disponer de un patrimonio muy elevado y no es cierto. La tecnología hace que no sea necesario”, concluye. Y volvemos al principio: la importancia de la tecnología…