Javier Marín sustituye a Alfredo Sáenz como consejero delegado de Banco Santander

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Banco Santander

En una decisión sorpresa y antes de que se cumpliera el plazo marcado para que el Banco de España tomara una decisión sobre la honorabilidad del banquero, Alfredo Sáenz ha comunicado hoy al Consejo de Administración del Grupo Santander su decisión de abandonar la entidad presidida por Emilio Botín, donde ocupaba los cargos de consejero delegado y vicepresidente.

Su puesto será ocupado por Javier Marín Romano, hasta ahora director general del banco y responsable de la División Global de Seguros, Gestión de Activos y Banca Privada. Este cargo lo ocupa desde noviembre de 2009, cuando Banco Santander decidió la integración de las divisiones de Gestión de Activos y de Banca Privada Global. Javier Marín se incorporó al Grupo Santander en 1991.

Desde el banco destacan que este nombramiento ayuda, entre otras cosas, a continuar con el proceso de rejuvenecimiento del cuadro de altos mandos de la entidad. No en vano, Sáenz cuenta con 70 años, en tanto que Marín, licenciado en Derecho y diplomado en Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas, tiene 46 años. Además, destacan que Marín es un directivo que conoce muy bien el banco, pues se incorporó al grupo hace 20 años, que tiene un perfil muy internacional y que tiene una relación cercana con los clientes, tres características muy demandadas en la situación actual del negocio financiero tanto español como internacional. 

Indulto anulado

La salida de Sáenz se produce después de que fuera condenado a tres meses de prisión por un delito de acusación falsa durante su época de presidente de Banesto, en 1994; de que posteriormente fuera indultado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y al final el Tribunal Supremo anulara la parte del indulto que le permitía continuar en el cargo. Ahora, estaba pendiente de que el Banco de España decidiera si su honorabilidad permanecía intacta para mantenerse como número dos del primer banco español. Todavía quedaba algo más de un mes de plazo para que el supervisor bancario diera su veredicto y el banco había presentado innumerables argumentos para que pudiera continuar, pero la dimisión ha precipitado todos los acontecimientos. 

En el Banco de España y en el Ministerio de Economía se habían decantado hace semanas por obligar a Sáenz a abandonar su cargo, según fuentes internas de ambos organismos, pero todavía quedaba la posibilidad de que desde la presidencia del Gobierno se optara por mantenerle en el puesto, dada la importancia de Santander para la economía española y la repercusión que su salida podría tener en los mercados internacionales.

Sustituto de Javier Marín

Con el nombramiento de Javier Marín, queda vacante de momento el liderazgo en la división de Gestión de Activos, Seguros y Banca Privada, que en las últimas semanas había cambiado su perímetro al salir de ella Banif, para situarse en Banca Comercial (a cargo de Enrique García Candelas), y que previsiblemente vivirá nuevos cambios en breve puesto que el grupo está negociando la venta de parte de su gestora Santander Asset Management. Una de las personas de confianza de Marín y responsable de la gestión de activos dentro de la división es Juan Alcaraz.  

Esta división tenía 161.000 millones de euros en activos bajo gestión a final de marzo, 7.000 millones más que a final del año pasado, y en el primer trimestre del ejercicio aportó al grupo un beneficio atribuido de 90 millones de euros, un 4,5% menos que en el mismo periodo del año anterior. De esa cifra, 25 millones procedieron de la administración de fondos (un 64,3% más); tres millones, de los planes de pensiones (un 32,4% más), y 61 millones de los seguros (que caen un 19,6% por el reaseguro del negocio en España y Portugal completado en el segundo semestre de 2012).

En un comunicado de la entidad, informa que el Consejo de Administración del banco ha acordado también nombrar vicepresidente segundo a Matías Rodríguez Inciarte, que es el responsable de los riesgos del grupo y presidente de la comisión delegada de riesgos del banco;  aceptar la renuncia de Manuel Soto Serrano como consejero, agradeciéndole su contribución a las tareas del Consejo desde su incorporación al mismo en 1999; y designar por cooptación consejero independiente a Juan Miguel Villar Mir. Guillermo de la Dehesa Romero, consejero independiente, sustituirá a Manuel Soto como presidente de la comisión de auditoría y cumplimiento, y ha sido nombrado vicepresidente tercero; en tanto que Isabel Tocino ha sido nombrada miembro de la comisión ejecutiva.

Desde que Sáenz llegara a la vicepresidencia del banco, procedente de la presidencia de Banesto, en 2002, el grupo ha casi cuadruplicado su tamaño, elevando su volumen de activos de 358.138 millones a 1,25 billones y psando de unos fondos gestionados de 453.384 millones a 1,39 billones. La cotización del banco no ha resultado especialmente afectada por el anuncio de la salida de Sáenz, pues a mediodía subía un 1,85%, hasta 5,514 euros por acción.