Jim Caron (Morgan Stanley IM): "Los inversores necesitan pensar de forma diferente sobre cómo usar los bonos".

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Debido a las incertidumbres económicas generadas por la pandemia, las políticas monetarias expansivas de los principales bancos centrales del mundo parecen destinadas a durar mucho más tiempo. Los bajos tipos de interés y las altas políticas de compra de valores están llevando a cero los rendimientos de los activos de renta fija menos arriesgados, lo que repercute de manera significativa en la utilización de los bonos en las carteras.

"Los inversores necesitan pensar de manera diferente sobre cómo utilizar los bonos, buscando inversiones que sean gestionadas activamente, que puedan equilibrar el riesgo de crédito y el riesgo de los tipos de interés y que puedan ser selectivos a la hora de encontrar inversiones a nivel mundial, incluyendo los mercados emergentes", dice Jim Caron, jefe de macroestrategias globales del equipo de Renta Fija Global de Morgan Stanley Investment Management y gestor del fondo MSIF Global Fixed Income Opportunities, que cuenta con el Sello FundsPeople 2020 por su calificación de Blockbuster y Consistente.

En los últimos meses, el enfoque de la inversión en la renta fija se ha guiado por una evaluación de los activos que podrían responder de manera más positiva a las políticas monetarias y fiscales que apoyan la economía afectada por el virus. "La aplicación de este principio nos ha conducido hacia el crédito y los bonos soberanos con grado de inversión, donde las capacidades de los bancos centrales y los programas de compra son más sustanciales. Esto incluyó inicialmente activos de alta calidad en los EE.UU. y Europa, donde los programas aprobados (como el QE y el PEPP) tendrán una gran influencia en el apoyo al precio de los activos. La combinación de los efectos positivos de las políticas en los mercados desarrollados influirá a su vez en los mercados emergentes, e incluso los activos crediticios de menor calidad podrían beneficiarse con el tiempo", señala. 

Qué está haciendo el fondo en este 2020

El año 2020 está siendo muy difícil para los gestores activos: tras la inesperada caída del primer trimestre, los mercados emprendieron un rally que les llevó a recuperar gran parte del terreno perdido. Pero las incertidumbres para la última parte del año no terminaron. "Nuestra filosofía de inversión nos ha ayudado a absorber el choque inicial sin tener que vender activos ilíquidos a niveles infravalorados. Esto nos ha permitido evitar pérdidas permanentes, así como la posibilidad de participar en el rebote de los precios", dice Caron.

En el segundo trimestre de 2020, el equipo de gestión modificó su cartera para acercarla a los activos que creía que responderían mejor al apoyo proporcionado por las medidas políticas. "Compramos créditos de grado de inversión infravalorados y valores respaldados por activos que luego serían respaldados por programas de compra apoyados por el gobierno como el Term Asset-Backed Securities Loan Facility (TALF). Además, tomamos posiciones sobre valores soberanos en varias zonas geográficas, como Europa, Australia y Nueva Zelanda, donde los bancos centrales han adoptado programas de compras acomodaticias. También infraponderamos el dólar estadounidense, ya que creíamos que tanto la agresiva expansión fiscal de los EE.UU. como la reducción de la demanda de activos de refugiados a favor del dólar, a medida que los mercados se estabilizaran, empujarían al dólar a la baja. También vimos oportunidades selectivas en los mercados emergentes durante el tercer trimestre, en los que había activos infravalorados", señala el experto. 

¿Qué hay del 2021?

"No todo lo que funcionó bien en 2020 funcionará tan bien en 2021", dice Caron, quien predice una recuperación económica en 2021, diferente  por tanto a la de 2020, año en que la recuperación ha afectado sobre todo a los precios de los activos. "Seguiremos teniendo activos líquidos de alta calidad en nuestra cartera para cubrir la volatilidad, pero lo compensaremos con activos de menor calidad crediticia que sean menos sensibles a los tipos de interés y que respondan mejor al crecimiento económico y a la disminución de los riesgos de impago", explica el experto.

El interés en los mercados emergentes locales también es alto, ya que podrían beneficiarse de un repunte mundial el próximo año, según el gestor. "Lo que no cambiará para nosotros es la sobreponderación en valores respaldados por activos y valores respaldados por hipotecas que no son de agencia, que tienden a ser menos sensibles a los tipos y cuya calidad crediticia podría mejorar con mejores condiciones económicas. En cambio, seguiremos estando por debajo del peso frente al dólar estadounidense, ya que creemos que se ha iniciado una tendencia secular de debilitamiento", concluye.