JOHCM Global Opportunities, la propuesta value de renta variable global que apoya Magallanes Value Investors

Leyland
Foto cedida

JO Hambro Capital Management es una boutique de boutiques. ¿Qué quiere decir esto? Que esta firma inglesa con unos 25.000 millones de euros en activos bajo gestión no cuenta ni con un director de inversiones global ni con un equipo global de analistas, sino que está dividida en equipos independientes con su propia filosofía y proceso de inversión. Recientemente ha visitado España Ben Leyland, gestor del JOHCM Global Opportunities, para explicar la estrategia del producto. Leyland fue invitado por Magallanes Value Investors, quienes tienen a esta firma como uno de sus referentes de inversión. 

El JOHCM Global Opportunities es un fondo con sesgo value que este año cumple un track record de tres años y que Morningstar incluye dentro de su categoría de renta variable global de gran capitalización con sesgo blend. Su cartera es concentrada, sin restricciones, y tiene como objetivo la generación de retornos ajustados al riesgo con una baja volatilidad. Entre los criterios que se tienen en cuenta para la selección de valores – tanto de países desarrollados como emergentes- figuran el retorno sobre la acción, el retorno marginal sobre el capital y las valoraciones. Éstas deben ser absolutas, no relativas. Leyland explica que este último requisito le obliga a tener más efectivo en cartera en ciertos momentos del mercado… como el actual; si el fondo puede tener un máximo del 20% en efectivo, actualmente se sitúa en el 16,46%  y en el último año ha oscilado entre el 15% y el 20% por las dificultades para encontrar buenas compañías que coticen con descuento. 

El gestor explica que concentra sus esfuerzos en ignorar el ruido de mercado para poder invertir en compañías de calidad, capaces de generar valor todos los años. El problema desde su punto de vista es que “cada vez hay más ruido en la renta variable, porque la promesa de rentabilidad de 3 a 5 años vista es pobre”. En este contexto, subraya que las prioridades del equipo, que son la generación de crecimiento y la búsqueda de balances fuertes, “se han reforzado y nos obligan a ser más selectivos”. 

Otro de los aspectos que exigen a las compañías que forman parte de la cartera es que sus flujos de caja reflejen estabilidad y crecimiento: “Nos gusta mirar los ingresos y ver cómo los consiguen, por ejemplo a través de la inversión en bienes de equipo o la reinversión del cash flow. Preferimos ver ingresos recurrentes que el desperdicio de activos”, indica Leyland. El gestor se muestra crítico con la popularidad del enfoque en los dividendos: “Vivimos en un entorno en el que la rentabilidad por dividendo guía las elecciones de inversión y eso es peligroso, es mejor centrarse en la forma en que las compañías reinvierten sus beneficios”. También se muestra cuidadoso con las compañías que rápidamente se convierten en líderes del sector “porque suele haber una razón estructural detrás”. En cambio, considera importante que “el equipo gestor reciba incentivos, para motivarles”. En suma, “no se trata de encontrar compañías que sólo crezcan, sino que además sean confiables”. 

Otros aspectos que se vigilan de cerca es el track record de generación de beneficios de la compañía o su capacidad para crecer con activos intangibles: “Evitamos las compañías que hacen un uso intensivo de capital, que se comportan como commodities”, indica el gestor. También se tiene en cuenta, aunque en menor medida, el poder de fijación de precios: “El mercado tiende a sobreestimarlo en el largo plazo, muchas compañías no consiguen batir siempre a la inflación”, explica Leyland. 

Aunque la cartera del JOHCM Global Opportunities presenta un sesgo natural a valores defensivos con un enfoque conservador, este sesgo ahora está más acentuado. “Es difícil encontrar nuevas ideas con las valoraciones actuales”, comenta el experto. Su punto de vista es que el mercado está alcanzando la última fase del ciclo alcista: “Parece que estamos acercándonos al peor mercado posible, al event driven y guiado por valoraciones relativas. Vemos este problema desde hace seis meses pero, a diferencia de situaciones como la burbuja puntocom, ahora no hay un sector obvio que cotice con múltiplos ridículos y por ello estamos preocupados por las caídas”