John Bilton (J.P. Morgan AM): “Los números nos están diciendo que es un buen punto para poner el dinero a trabajar”

Hans Eiskonen en Unsplash

La cartera 60/40 ha vuelto. Tras un nefasto 2022, los inversores comienzan 2023 desde un punto de partida mucho más atractivo. El retorno esperado para una cartera multiactivo ha subido en 230 puntos básicos desde el año pasado: al 5,1%. Y es momento de aprovechar las oportunidades. Este fue el mensaje que mandaron los primeros espadas de J.P. Morgan AM a clientes españoles durante una reciente conferencia en Madrid. Con la cautela necesaria (no olvidemos la creciente tensión geopolítica o la inflación aún en niveles altos), pero no permitiendo que la corrección del año pasado nuble las valoraciones atractivas.

Optimismo cauto es como lo define la gestora estadounidense. “Sí, el año pasado fue muy duro, pero como inversores debemos mirar hacia delante. Y lo que vemos es que tenemos la posibilidad hoy de comprar activos a un precio por debajo de su valor justo a largo plazo”, coincide John Bilton, responsable del equipo Multi-asset Solutions de J.P. Morgan AM. En su opinión, permanecer invertidos es el mejor camino que puede tomar ahora un inversor.

“Los números nos están diciendo que es un buen punto para poner el dinero a trabajar”, insiste. Y se apoya con cifras. La renta variable está un 25% más barata: la previsión para 2023 del MSCI ACWI del 6,40% en euros significa que un inversor podría duplicar su dinero en aproximadamente la mitad de tiempo frente a la previsión de J.P. Morgan AM para 2022.

Factores clave

En el mercado existe la tentación de mirar demasiado en el espejo retrovisor en busca de una hoja de ruta para el futuro. Si bien Bilton reconoce que se pueden sacar paralelismos con anteriores décadas, en su opinión, los años 20 serán únicos. Con una serie de fuerzas particulares que están influyendo en la macroeconomía actual.

Los años 20 serán una década marcada por la escasez. Es una tendencia que empezó durante la pandemia y que solo se ha exacerbado con el estallido de la guerra en Ucrania. No solo es escasez de bienes, de energía; también escasez de mano de obra. También estamos viendo una escalada de las tensiones geopolíticas. Rusia esta copando los titulares, pero China y Estados Unidos también están chocando.

La globalización, la gran megatendencia de los últimos 10 años, lo que ha impulsado el rápido crecimiento de las economías desarrolladas, está mutando. Bilton no cree que veamos un reverso en el péndulo. Más bien, lo definiría como un cambio en el tipo de globalización: de bienes a servicios. De hecho, el crecimiento en el comercio de servicios ha crecido a mayor ritmo que el de los bienes en los últimos años.

Y por último, el despertar del capex. paradójicamente, la inversión de las empresas se reactiva justo cuando el coste de capital está subiendo”, resalta el experto. Pero es que es una inversión motivada por la necesidad. De nuevo volviendo al tema de la escasez, en opinión de Bilton, aquellas empresas que no puedan encontrar trabajadores tendrán que invertir en tecnología.

2023: ¿recesión o recuperación?

Y esta postura oportunista de Bilton se acompaña de unas perspectivas macroeconómicas más benignas que maneja la gestora estadounidense. El año pasado el consenso coincidía en ver una recesión en la mayoría de las economías desarrolladas. Pero ese escenario no se cumplió en 2022. ¿Y en 2023? Lo cierto es que el escenario base que manejan en J.P. Morgan AM no da por sentado una contracción severa de la economía. Más bien, prevén si acaso una ralentización suave. Un soft landing.

“Los datos nos sugieren que, en realidad, Europa está en mejores condiciones de los que muchos hubieran pensado”, reconoce el experto. El empleo se mantiene fuerte, la productividad es buena, la actividad sigue sólida. Con la alta inflación, el consumo podría ser el foco de preocupación. Y es cierto que la confianza del consumidor muestra a un ahorrador esperando tiempos difíciles. Pero a la vez, los niveles de desempleo aún no están repuntando. El empleo se mantiene firme precisamente por esa escasez de trabajadores que sufrieron las empresas durante la pandemia. “Y las recesiones no ocurren cuando al trabajador se le sigue pagando”, argumenta Bilton.

Ideas en renta fija y en renta variable

Sufrido el dolor, es momento de pensar en los retornos. Y las tires reales en la renta fija están en su punto más atractivo en 15 años. Tras la fuerte corrección de 2022, ahora podemos encontrar yields por encima del 2% en deuda gobierno y de hasta el 8% en high yield estadounidense o soberanos emergentes.

Una idea interesante que detecta Iain Stealey, jefe internacional de inversiones en Renta Fija en JP Morgan AM, está en el sector financiero. Concretamente, en la deuda de bancos europeos. En su opinión, los diferenciales de deuda financiera frente a no financiera en Europa presenta una ventana atractiva. Pero es que además viene acompañado de unos sólidos fundamentales en el sector bancario. Es una posición que han incorporado dentro de la diversificada cartera del JPMorgan Funds - Global Bond Opportunities Fund.

En renta variable, el equipo gestor del JPMorgan Investment Funds - Global Dividend Fund también está encontrando oportunidades interesantes en Europa. En opinión de Thomas Bradley-Frannagan, especialista de producto de renta variable de JP Morgan AM, la dispersión regional ha abierto una ventana atractiva en la bolsa del Viejo Continente. Pero el especialista de inversión pondría el foco en un sector estable mientras aún sobrevuele la incertidumbre. “Si le preguntase cuál ha sido la mejor apuesta para la renta variable de las últimas tres décadas probablemente me contestaría que las tecnológicas estadounidenses. ¿Y si le digo que hay un sector que lo ha superado?”, planteó a clientes durante el evento en Madrid. El experto habla del sector del lujo europeo, hogar de campeones globales como LVMH.

En línea con esta temática, Bradley-Frannagan también añadiría China. La reapertura de su economía también presenta buenas oportunidades. El equipo gestor está capitalizando la vuelta de la demanda del consumidor chino con ideas en el sector de lujo (China es uno de los principales compradores de marcas de lujo europeas) pero también con marcas internacionales que se han adaptado a los gustos locales. Por ejemplo, Yum Brands, distribuidora en el país de marcas como Pizza Hut, KFC o Lavazza.