El 28,7% del fondo está invertido en entidades financieras. Son 10 puntos más que el índice. Esto le ha penalizado durante los últimos años, si bien ahora la situación parece estar dándose la vuelta.
Pese a los reembolsos registrados a lo largo del año, el Invesco Pan European Equity es el fondo de renta variable más popular en España. Cuenta en el país con 1.650 millones de euros de patrimonio, lo que le otorga la calificación Blockbuster Funds People. El producto está gestionado por John Surplice y Martin Walker, quien ha estado de visita en Madrid para ver a clientes y también para buscar oportunidades de inversión. Walker se encarga de seleccionar compañías en el mercado británico y Surplice en el resto de Europa. Uno de los segmentos de mercado sobre el que Surplice se muestra más optimista es de las finanzas, un sector que sobrepondera en cartera desde el 2012. Esto le ha dado muchas alegrías, pero también algunos quebraderos de cabeza, sobre todo este año.
El mal comportamiento registrado por el sector financiero en 2016 explica en buena medida el hecho de que el Invesco Pan European Equity haya caído al cuarto cuartil en 2014 y 2015. Los inversores han preferido apostar por compañías que cotizan a múltiplos más elevados, lo cual ha dejado a la banca en una situación de debilidad. “Hay que ser humilde. Ellos estaban en lo cierto y yo estaba equivocado. Sin embargo, es importante entender lo que está sucediendo”, afirma en una entrevista con Funds People. Según explica, “los efectos que está teniendo el Quantitative Easing del BCE sobre las entidades financieras ha puesto los beneficios del sector bajo presión, lo cual ha pasado factura al sector en bolsa. Sin embargo, la propuesta de valor que ofrecen los bancos se mantiene. De hecho, hoy es mejor que nunca”, señala.
Surplice se remite a los datos. “Tanto el Precio en Valor en Libros como el PER del sector a doce meses muestra que el sector está cotizando a múltiplos muy atractivos. En realidad, nunca han estado tan baratos como ahora”, afirma. El gestor reconoce que el momentum de beneficios del sector es pobre, pero la valoración muy atractiva. “Las entidades financieras europeas son mucho más seguras ahora que hace tres años. Están menos apalancadas y el riesgo de invertir en ellas es menor. Los beneficios se han revisado a la baja y ese ha sido lo que ha motivado el mal comportamiento del sector y del fondo. El problema ha estado ahí. La realidad es que los bancos están hoy en una posición mucho más sólida y que las exigencias de reforzamiento de capital del sector probablemente hayan tocado pico, lo que me hace ser optimista sobre su comportamiento futuro”.
Hasta ahora, el mercado no le ha dado la razón, pero en octubre las cosas cambiaron y lo mismo está sucediendo en el mes de noviembre. El sector ha registrado una fuerte subida que ha aupado al fondo al primer cuartil en el mes gracias a la sobreponderación que mantiene en las entidades del núcleo de Europa, la periferia y también del Reino Unido. En conjunto el peso financiero en la cartera es del 28,7%, 10 puntos más que el índice. El gestor ha ido aumentando su exposición al sector a lo largo de los últimos doce meses. También lo ha hecho en sectores como el energético, materiales o el de telecomunicaciones, los cuales también encuentra baratos, frente al de alimentación o farmacéutico, que ve caros. Esta dicotomía en el mercado entre sectores caros y baratos hace que los gestores tengan más dificultades a la hora de diversificar sus carteras. Y es que, según Surplice, el verdadero riesgo está en lo caro y no en lo barato.
“El problema con el momentum, entendido como un estilo de inversión, es que no tiene disciplina sobre las valoraciones, lo que significa que tiene riesgo inherente… que es precisamente lo que los inversores tratan de evitar. Cuantas más posiciones defensivas buscan los inversores, más riesgo presentan esas posiciones. La única justificación que vemos para lo que consideramos son acciones caras, es que se comportan como bonos, por lo que deberían ser valoradas en base a su rentabilidad por dividendo, comparándola con la rentabilidad de los bonos. Sin embargo, esto ignoraría las medidas fundamentales básicas como los beneficios, flujos de caja libre, apalancamiento y retorno del capital, que son los aspectos básicos que utilizamos a la hora de tomar las decisiones de inversión”, afirma.
La cuestión es: ¿que lo que rompe el ciclo del momentum y devuelve la valoración fundamental al enfoque central de inversión a la renta variable europea? “Desafortunadamente, es muy probable que el consenso solo se dé cuenta del riesgo de sus actuales posiciones cuando los riesgos se manifiesten. Como las compañías defensivas se valoran en relación a los bonos, lo que se tiene que producir es un cambio en la dinámica de los precios de los bonos, es decir, un incremento de los tipos de interés. Con los actuales programas de estímulo monetario en Europa y Japón, parece claro que el liderazgo de las subidas de los tipos de interés estará en Estados Unidos, por lo que debemos estar más pendientes que nunca de la política estadounidense a la hora de invertir en Europa”.