Juan Carlos Ureta (Renta 4): "El cambio de régimen monetario implica más que subidas de tipos, supone transformación del modelo de crecimiento"

Juan Carlos Ureta, Renta 4
Cedida

Son días de avalancha de perspectivas, en las que las entidades y gestoras quieren compartir sus previsiones con respecto a un año como 2023 que también viene con riesgos bajo el brazo. Una de esas entidades ha sido Renta 4. Su presidente, Juan Carlos Ureta, ha definido el año 2022 como el año del cambio de régimen monetario.

Un cambio que si bien ha tenido como grandes protagonistas las subidas de tipos de interés, implica mucho más. "Las repercusiones son mayores que las subidas de tipos ya que implican un cambio de modelo de crecimiento del vivido en la última década, ante el fin de la barra libre monetaria y del dinero gratis", explica Ureta. En concreto, lo que ha llegado a su fin en este 2022 es ese modelo de crecimiento basado en la acumulación de duda en un contexto de tipos bajos y la vuelta a lo que llama "realismo económico". "Será un proceso largo pero ordenado. La normalización monetaria será más lenta pero más larga y a lo mejor el pivot no se produce nunca o lo hace más tarde de lo que espera el mercado", explica.

De hecho, la expectativa es que los tipos se mantengan al alza durante 2023 hasta llegar a niveles del 3% en el caso del BCE y del 5% en el caso de la Fed. Y que se mantengan así durante un tiempo debido a que será difícil ver niveles de inflación como los vistos en el pasado. "Los precios bajarán a un ritmo lento a niveles del 5% pero más allá será difícil. No vemos que converjan a niveles del 2% como es el objetivo de los bancos centrales hasta mínimo finales del 2024", explica Natalia Aguirrre, directora de análisis y estrategia de Renta 4 Banco. Quien, por cierto, no descarta que los bancos centrales cambien ese objetivo de inflación del 2% por otro más cercano al 3%.

Renta fija, sí; renta variable, cuidado

En este contexto, y ante la expectativa de que esperan que el crecimiento será débil y que veremos recortes de beneficios en la primera parte del año que viene, muestran una mayor predilección por la renta fija que por la renta variable, y siempre prestando una especial atención a la selección de activos.  "Vuelve a haber valor en la renta fija", explica Aguirre, y recomiendan al menos para la primera parte del año deuda investment grade.

En bolsa, y pese a que las valoraciones empiezan a ser atractivas, consideran que aún pueden estar más baratas a medida que se revisen a la baja los beneficios por acción. "No hemos visto el suelo de las bolsa", apunta. Y da pistas de cuándo se puede ver ese suelo: en el caso de EE.UU., la bolsa lo hace cuatro meses antes del fin de la recesión y esto estará marcado por el cambio del nivel restrictivo en las políticas de los bancos centrales.