El EdR SICAV - Financial Bonds mantiene una estrategia activa y diversificada dentro del universo de deuda financiera. Con una asignación equilibrada entre CoCos, RT1 y Tier 2, el fondo busca aprovechar las oportunidades en un ciclo de recortes de tipos del BCE, manteniendo al mismo tiempo un control riguroso del riesgo.
La disminución de los diferenciales de crédito en los últimos meses no ha eliminado las oportunidades que ofrece el mercado de bonos financieros. La conjunción entre spreads más ajustados y un entorno de tipos de interés en retroceso sigue proporcionando valor en determinados segmentos. Según señala Julien De Saussure, gestor del EdR SICAV - Financial Bonds, la deuda subordinada continúa siendo especialmente interesante debido a su fuerte componente de diferenciales de crédito.
En este segmento de la renta fija, el fondo con Rating FundsPeople en 2025, se centra en bonos subordinados emitidos tanto por bancos como por aseguradoras, manteniendo una estrategia activa y diversificada, con un equilibrio en la asignación entre distintos tramos de la deuda financiera. Desde Edmond de Rothschild AM señalan que el fondo cuenta con alta aceptación entre los inversores españoles debido a su consistencia en el tiempo.
Impacto del ciclo de tipos y la curva de rendimientos
El gestor de Edmond de Rothschild AM enfatiza que el mercado de bonos financieros está estrechamente ligado a la evolución de los tipos de interés. "La expectativa de recortes por parte del BCE anclará el tramo corto de la curva, pero es probable que veamos una inclinación en la parte larga debido a factores como el gasto en defensa en Europa y las políticas fiscales en EE. UU.", señala.
Sin embargo, el equipo de EdR AM ve una clara divergencia entre Europa y EE. UU., ya que mientras que el BCE tiene margen para bajar tipos, la Reserva Federal enfrenta incertidumbres derivadas de la inflación y la política comercial estadounidense. "Si bien las bajadas de tipos favorecen la renta fija, una curva más empinada puede traer volatilidad en los bonos de más larga duración", añade De Saussure. Es por ello, que el fondo que gestiona mantiene una posición neutral en duración.
Estructura del fondo: límites y diversificación
El fondo tiene una estructura clara y definida. Un 50 % de la cartera está en CoCos (bonos contingentes convertibles), límite impuesto por la normativa ESMA para garantizar la protección de inversores minoristas. "Respetamos esta restricción porque el regulador considera que los CoCos pueden generar asimetrías en el perfil de riesgo de los clientes retail", explica el gestor.
El resto de la cartera se distribuye de la siguiente manera:
- 25 % en bonos de aseguradoras, incluyendo un 4,7 % en RT1 (Restricted Tier 1), que son el equivalente a los CoCos en el sector asegurador.
- 20 % en Tier 2 de bancos y aseguradoras, ofreciendo menor riesgo que los CoCos pero con diferenciales de crédito atractivos.
- Una pequeña porción en liquidez, aunque generalmente el fondo se mantiene completamente invertido.
"Nos diferenciamos de otros fondos al invertir no solo en bancos, sino también en aseguradoras, un segmento que tiene una duración más larga y una menor correlación con la banca", explica el experto.
Duración y gestión del riesgo de crédito
Actualmente, la duración modificada del fondo es de 3,5 años, con variaciones según el tipo de instrumento:
- CoCos bancarios: 3 años
- RT1 de aseguradoras: 4,8 años
- Tier 2 de aseguradoras: 4,7 años
"Históricamente, los Tier 2 de aseguradoras han ofrecido más rentabilidad que los Tier 2 bancarios, aunque esta relación se invirtió en 2022 y 2023. Sin embargo, ahora estamos volviendo a la normalidad, y esperamos que los bonos subordinados de aseguradoras vuelvan a ofrecer mayor prima", destaca De Saussure.
El fondo ha ajustado su posición en duración en los últimos años. "Reducimos duración en 2022 por la subida de tipos y, en 2023, volvimos a aumentarla cuando el mercado empezó a descontar recortes de tipos", explica. Sin embargo, el gestor descarta aumentarla significativamente en 2025: "Estamos en un nivel neutral frente a nuestro índice de referencia, y un aumento excesivo nos expondría a una volatilidad innecesaria".
Lecciones del colapso de Credit Suisse y gestión de liquidez
El gestor también reflexiona sobre la crisis de Credit Suisse, que afectó significativamente a los bonos financieros en 2023. "Teníamos una exposición del 1 %, inferior a la media del sector, que rondaba el 2,5 %. Sin embargo, el impacto fue inevitable, ya que la caída de Credit Suisse afectó a todo el mercado de CoCos", explica.
Para gestionar la crisis, el fondo incrementó su liquidez hasta el 9 % y comunicó activamente con los inversores para evitar una reacción exagerada. "El mercado reaccionó de forma muy negativa inicialmente, pero poco después vimos una recuperación, lo que permitió reducir pérdidas a quienes mantuvieron la inversión", añade.
Oportunidades actuales y posicionamiento del fondo
A pesar de la compresión de spreads, De Saussure sigue viendo oportunidades en el sector financiero. "Los bancos han fortalecido sus ratios de solvencia gracias a la subida de tipos, y aunque los márgenes caerán con las bajadas de tipos, los ingresos por comisiones ayudarán a compensar", señala.
El gestor destaca el atractivo de las entidades periféricas, como los bancos españoles y griegos, que han mejorado su perfil de riesgo. "Las entidades griegas están ahora más capitalizadas que muchas europeas y su calificación crediticia ha mejorado junto con su soberano", comenta.
De Saussure concluye diciendo que “la deuda financiera sigue ofreciendo oportunidades, especialmente en instrumentos subordinados con un alto componente de spread”, añadiendo el papel diversificador de esta clase de activos en la construcción de una cartera diversificada.