Koen Bosquet y Muriel Mosango (DPAM): “Las crisis en Europa siempre traen buenas oportunidades para invertir en grandes compañías”

Koen Bosquet y Muriel Mosango. Foto cedida (DPAM).

A Koen Bosquet le gusta empezar las conversaciones con inversores con una aclaración importante: la bolsa europea no es reflejo de Europa. Ni del estado de su economía ni de sus políticas. Y sin embargo, cada vez que la incertidumbre política sobrevuela al Viejo Continente, las plazas europeas han sentido el castigo. Para el co gestor del DPAM B Equities Europe Sustainable, la volatilidad se debe leer como una oportunidad.  “Las crisis en Europa siempre traen buenas oportunidades para invertir en grandes compañías”, sentencia.

“Porque Europa tiene muy buenas compañías”, insiste Muriel Mosango, también co gestora. De España cita Amadeus, de Francia, Schneider o LVMH, de Italia, Exilor Luxotica o Fineco Bank. Pero de nuevo 2022 ha confirmado la norma. Ante problemas macroeconómicos en Europa, la renta variable europea ha sufrido.

El fondo se ha situado en el primer percentil de su categoría a cinco y tres años. Una consistencia en su rentabilidad ajustada al riesgo que le ha otorgado el Rating FundsPeople 2022 así como destacar este año por ser un producto Blockbuster en España. La estrategia ha cerrado en positivo tres de los últimos cinco años. Salvo 2018, donde no obstante estuvo entre los lideres de la categoría, y este ejercicio, donde se deja un 16,94% en lo que va de año.

Enfoque a la japonesa

Comprar buenas compañías a valoraciones razonables. “Ese ha sido siempre nuestro foco y lo sigue siendo”, insiste el gestor. Y agradece que los clientes estén alineados con su visión de un horizonte temporal largo. “Nos permite poder usar oportunidades como esta o como el último trimestre de 2018 cuando aprovechamos para comprar buenos negocios a precios atractivos”, afirma.

Es precisamente lo que están volviendo a hacer en el entorno actual. “Las valoraciones están muy baratas. De hecho, diría que es un momento peligroso para estar fuera del mercado porque cualquier noticia positiva podría ser un catalizador fuerte para la bolsa europea”, advierte. Bosquet lo define como abordar las valoraciones a la japonesa: “El riesgo no es solo el potencial de pérdida sino también una oportunidad al alza”.

No es una fe ciega sino una confianza en la calidad de las empresas que tienen en cartera. Confianza en la fortaleza de sus balances para poder capear los ciclos económicos. Un ejemplo bueno es el sector del lujo, históricamente una industria que resiste muy bien en épocas de crisis. “Independientemente de la economía, la gente que se lo puede permitir sigue comprando artículos de lujo”, cuentan los gestores.

Cuando el ruido nubla el sentimiento, el inversor comienza a pensar por regiones y parece como si los fundamentales de las compañías no importasen”, detectan los expertos. Y en su opinión, son entornos así los que los gestores activos pueden explotar como mayor facilidad.

“Por ejemplo ahora. El mayor problema parece ser la crisis energética en Europa. La gente critica que fue una decisión estratégica catastrófica depender del gas ruso, pero lo cierto es que no es un reto nuevo. Desde hace 10-15 años ya estábamos compitiendo con Asia por acceso a energía”, subrayan. Ante estos retos, el DPAM  B Equities Europe Sustainable invierte en  empresas que ayudan a mejorar la eficiencia, como la alemana Schneider Electric. “Es la única manera realista de reducir el consumo energético en el medio plazo”, afirman.

Y como insisten, desde un punto de vista bottom-up, muchas veces las compañías europeas son mejores que sus homólogas estadounidenses, pero cotizan con un descuento solo por la Bolsa donde cotizan.

Mantener la mente abierta

La clave para Bosquet y Mosango es tener siempre la mente ágil y pensar en el futuro. “No hay que pecar tampoco de ser excesivamente cuantitativos”, advierten. “Es el peor error que se puede cometer, solo leer los números financieros, porque muchas veces lleva a comprar caro el crecimiento del pasado”, explican.

Tener esa mente abierta es la razón por la que los gestores no se sienten del todo cómodos con el sesgo a negocios de crecimiento al que tradicionalmente se les ha asociado. “Somos más calidad que growth. Lo que pasa es que la calidad tiende a conducir a crecimiento y márgenes altos”, defienden.

Es decir, que no dudarán en invertir en  sectores cíclicos si es allí donde encuentran los mejores modelos de negocio. Un claro ejemplo de ello lo vemos en el histórico del peso en el sector financiero. Hace cinco años el fondo estaba infraponderado en bancos. Ahora tiene una ligera sobreponderación con ideas como la italiana Fineco.