La caída de retornos en deuda pública lleva a cambios de estrategia en los fondos conservadores

Son muchos los fondos garantizados y con rentabilidad objetivo de renta fija que en los últimos meses, y ante las atractivas rentabilidades que ofrecía la deuda pública española, han estado nutriendo sus carteras con el activo. Los fondos garantizados de Allianz Popular AM, Santander AM o Bankinter Gestión de Activos son buena prueba de ello, así como los de gestión pasiva de InverCaixa. Pero la última bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo hasta dejarlos en el 0,5% y, sobre todo, la mayor calma en el mercado han empujado las rentabilidades de la deuda pública a la baja y puesto en peligro el atractivo de los nuevos fondos que quieran apostar por ella.

Según los datos de Ahorro Corporación, la rentabilidad media de los garantizados de rendimiento fijo lanzados en abril se situó en el 2,56%, un retorno por encima de los depósitos bancarios, pero menor al 2,94% de enero, lo que muestra la evolución bajista de los últimos meses. Cifras que pueden además acabar resultando insuficientes para batir a la inflación.

Por eso, un cambio de estrategia está encima de la mesa en muchas gestoras a la hora de lanzar nuevos fondos: la mayoría opta por completar su gama de garantizados o fondos de gestión pasiva de deuda con productos similares de renta variable y, en los de renta fija, por alargar los plazos o diversificar las carteras de forma conservadora con activos ligados a la deuda pública española, como emisiones de comunidades autónomas u organismos oficiales. Pero no suelen introducir deuda privada, al menos en los garantizados. Los expertos consideran que un aumento de riesgo es una alternativa más viable para los fondos de gestión pasiva, aunque no todos lo hacen.

Sin cambios drásticos

De momento, ninguna parecer querer realizar un cambio drástico y dejar de lado este tipo de productos, aunque sí que los combinan con otros de gamas que ofrecen más retornos, como hace InverCaixa con sus fondos perfilados multiactivos Elección o Santander AM con su gama Select. Otra de las soluciones más recurrentes está siendo la de registrar fondos garantizados o de gestión pasiva de renta variable, para aumentar el potencial retorno a conseguir: Ibercaja Gestión (con el Ibercaja Europa Garantizado), InverCaixa (con el FonCaixa Bolsa Índice Euro) o Barclays (con el Barclays Bolsa España 2017) son algunos de los últimos ejemplos.

La gestora de Popular también ha optado por estos fondos recientemente, con el Eurovalor Garantizado Extra Moda. “Es muy buen momento para lanzar productos garantizados de renta variable, ya que, aunque los tipos de la deuda no son tan atractivos como el año pasado, siguen ofreciendo unas rentabilidades muy aceptables que nos permiten comprar opciones que pueden aportar valor al producto (sobre todo aprovechando los niveles de baja volatilidad que te permite comprar dichas opciones más baratas)”, explica Alfonsa Muñoz, responsable de garantizados de la gestora.

Tres vías en las carteras de deuda

En las carteras de renta fija, la solución pasa por tres vías: reducir la comisión de gestión, alargar plazos o introducir mayor riesgo. La primera no es demasiado factible en algunas entidades con comisiones ya de por sí ajustadas: “Las gestoras se pueden ajustar algo pero los garantizados de renta fija ya parten de unas comisiones bajas”, dice Muñoz.

La tercera vía es complicada para los fondos de capital asegurado en la medida en que la entidad garante podría rechazar serlo con un mayor riesgo, aunque lo que sí hacen es diversificar las carteras con activos similares a la deuda pública o avalados de alguna forma por el Estado. En Allianz Popular AM siguen utilizando deuda pública española pero también agencias (ICO) o emisiones puntuales de FADE o FROB. Y en Santander AM añaden la deuda autonómica y de países de fuera de la UE. Ana Rivero, directora de Producto e Inteligencia de Mercado de la gestora, explica que completan las rentabilidades añadiendo papel de emisores semipúblicos o avalados, como comunidades u organismos oficiales, “los emisores donde buscar más retorno sin perder el marchamo estatal”, y de forma ocasional deuda pública de otros países de la zona euro de rating similar al español y mayor rentabilidad relativa.

También a la deuda autonómica han recurrido fondos de gestión pasiva como el Fonálava II Renta Fija 2016, que invierte en el País Vasco, pues Álvaro Urien, gestor de Dinero Activo, la banca privada de KutxaBank, cree que existe una mejor oportunidad sin más riesgo. Pero Rivero rechaza la deuda de emisores privados: “No suele utilizarse en los fondos garantizados con excepción del papel emitido por el propio grupo financiero, aunque también se limita su utilización”, dice.

Los expertos creen que un mayor incremento del riesgo es más factible para los fondos de rentabilidad objetivo sin garantía, abocados a introducir papel no tan habitual. Pero no todos lo hacen: como ejemplo de fondos de gestión pasiva que no han asumido más riesgo y siguen nutriendo sus carteras con deuda pública española exclusivamente están los últimos de InverCaixa. Y BBVA también niega estar cambiando el papel de las carteras, tanto garantizadas como no, para obtener rentabilidades del 3%. "Existe un marco de crédito que determina el papel que se puede comprar. Se juega con el binomio rentabilidad-plazo para lograr la opción más atractiva", dicen.

Alargar plazos

Por todo ello, la solución más habitual y cómoda es el alargamiento de plazos. "Es frecuente alargar el plazo, aunque los inversores suelen centrar sus preferencias en plazos no muy lejanos en el caso de los fondos y aceptan aquellos más largos en los de pensiones", dice Rivero. “Los últimos productos que hemos lanzado tienen un mayor horizonte para aprovechar la rentabilidad que te ofrece la parte más larga de la curva. Podemos decir que hemos trasladado las estructuras desde el tres años hasta el cuatro años o incluso el cinco años”, comenta Muñoz.

Y es que el bono español solo ofrece retornos superiores al 4% en plazos superiores a 10 años, mientras los bonos a cinco años ya ofrecen menos del 3% y los de tres y dos años se sitúan en el entorno del 2%. De hecho, los fondos más recientes que apostaron por el activo en periodos menores al lustro –como el último lanzado por InverCaixa en un plazo de cuatro años y siete meses o el Santander 100 por 100 14, con un vencimiento algo menor a cinco años- ofrecen retornos cercanos al 2,5%. Alargando los plazos se puede lograr más, y para compensarlo algunas entidades incluyen mayores posibilidades de liquidez, como hace Popular.

 

Las rentabilidades de fondos de renta fija con objetivo concreto, en descenso también en los fondos existentes

Tipo de fondo Rentabilidad 2010 2011 I trim. 2012 II trim. 2012 III trim. 2012 IV trim. 2012 I trim. 2013*
Garantizados de renta fija 3,28% 4,85% 2,48% -2,32% 2,42% 2,27% 1,82%
Fondos de gestión pasiva -7,33% 7,1% 1,97% -4,31% 5,5% 4,04% 3,22%

Fuente: Boletín trimestral de la CNMV correspondiente a finales de 2012. Rentabilidad anual para 2009, 2010 y 2011. Rentabilidad trimestral no anualizada para los datos trimestrales.

*Datos de VDOS.