La crisis convierte al ahorrador español en conservador y cortoplacista

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Imagen cedida

El ahorrador español es conservador y cortoplacista y, principalmente, invierte su capital con la mirada puesta en dos objetivos concretos: cubrir imprevistos y complementar la jubilación pública. Así, según el III Barómetro del Ahorro del Observatorio Inverco 2013, el español que invierte en productos financieros se ha vuelto mucho más averso al riesgo de lo que lo era 2009. Si hace cuatro años un 26% de los ahorradores nacionales se declaraba conservadores, hoy día lo hace un 62%.

En sentido contrario, el porcentaje de ahorradores que se consideraban moderados y dinámicos ha disminuido entre 2009 y 2013: del 57% al 34% en el caso de los moderados y del 17% al 4% en el de los dinámicos.

Además, hasta un 82% de ellos invierte su dinero a un plazo inferior a tres años. En concreto, un 28% lo hace a menos de un año y, la mayoría, un 54%, lo hace para un periodo de entre uno y tres años. El resto prefiere plazos superiores: un 8%, para un periodo de entre tres y cinco años y, otro 10%, con cinco años como punto de partida.

Entre los principales motivos para ahorrar y, por consiguiente, para invertir, se encuentran dos aspectos cruciales para los españoles: cubrir imprevistos y complementar la pensión pública. Un 46% afirma lo primero (frente al 31% de 2011) y, un 25%, lo segundo (también un 25% en 2011).

Sin embargo, una de las causas que hace dos años era importante para los encuestados, el aprovechar las ventajas fiscales de los productos, pierde relevancia ahora, dado que pasa de significar un 22% en 2011 hasta un 8% en 2013.

Para Ángel Martínez-Aldama, director del Observatorio Inverco, “el ahorrador español está más preocupado de no perder dinero que de ganarlo”. Para fomentar el ahorro nacional, el Observatorio Inverco considera que una buena medida por parte del Gobierno de Mariano Rajoy sería una bajada del IRPF, “para ganar en renta disponible”, así como una "vuelta a la situación de partida en el gravamen del ahorro", es decir, no alargar más de 2013 los tipos impositivos progresivos del 21%, 25% y 27% que se aprobaron como medida urgente en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público en el RD 20/2011, de 30 de diciembre, para los ejercicios 2012 y 2013. Previamente, este gravamen del ahorro había pasado por tipos fijos del 15%, del 18% y del 19%.