La década VILE y la propuesta de Ignis AM para afrontarla

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Foto cedida

Stuart Thomson, economista jefe en Ignis Asset Management, ha designado a la próxima década como la década VILE (Volatile Inflationary Low Expansion), es decir, la década de la volatilidad, la inflacion y la baja expansión. Este panorama implica que los mercados serán propensos a moverse al alza y a la baja con una velocidad alarmante en muchos momentos, el crecimiento económico será mucho más difícil de encontrar, y la inflación se terminará comiendo los rendimientos nominales.

Para hacer frente a esta situación, desde la gestora comercializan desde hace un año el fondo Ignis Absolute Return Gov. Bond Fund, que ya ha alcanzado los 300 millones de euros en activos y que registra una rentabilidad del 7,4% a un año. El fondo se centra en la gestión activa de tipos de interés y curva, y su universo de activos se ciñe exclusivamente a deuda pública de países sólidos y líquidos. El fondo puede tomar limitadas apuestas tácticas en divisas, de hasta el 25% del riesgo total del fondo.

El equipo de tipos de interés de Ignis está compuesto por 14 miembros, se especializa en la gestión de Bonos del Estado internacionales y gestiona activos por un valor aproximado de 35.000 millones de euros de un total de 90.000 millones que gestiona Ignis AM. El equipo, liderado por Russ Oxley, lleva aplicando su estrategia de gestion activa de tipos de interés y gestion de la curva en carteras institucionales desde 2005, y desde hace un año gestiona el Ignis Absolute Return Government Bond Fund.

Para crear la cartera del fondo, los gestores invierten en tipos a plazo o forward, que son los tipos de interés para periodos concretos en el futuro. Al comparar Bonos del Estado con vencimientos diferentes, se puede determinar el tipo de interés esperado para un vencimiento concreto en un plazo determinado, por ejemplo, un bono a un año dentro de cinco años. Ese sería el forward 1y5y que sería el precio marginal que el Tesoro pagaría para financiarse a seis años en vez de a cinco, o dicho de otra manera, los tipos a un año dentro de cinco años. Así, los gestores dividen la curva a plazo en periodos concretos e invierten donde ven oportunidades en cada momento.