La desaceleración y la oleada vendedora bursátil acercan la liquidez a los máximos de la crisis

Los gestores creen que la economía global se desacelerará de forma significativa en los próximos 12 meses pero consideran que evitará una nueva caída en recesión, según la encuesta de BofA Merrill Lynch correspondiente al mes de agosto. El estudio, en el que participaron 244 inversores con activos de 718.000 millones de dólares bajo gestión, revela que un 13% creen que dicho crecimiento será más débil, cuando en el mes de junio el 19% consideraba que se produciría una mejora de la situación.

De hecho, las previsiones de los inversores sobre los beneficios empresariales muestran el mayor cambio de opinión desde la historia de la encuesta: ahora, el 30% espera un empeoramiento mientras el julio el 11% preveía una mejora. A pesar de todo, el 42% de los encuestados creen improbable una recesión el próximo año.

Los gestores, que respondieron al estudio coincidiendo con la caída de las bolsas de la semana pasada, reaccionaron a dichas perspectivas económicas y a la situación de los mercados apostando por un aumento de las posiciones en liquidez, que se situaron en sus niveles más altos desde la crisis crediticia, en la medida en la que los asignadores de activos se decidieron a salir de renta variable y sobre todo de sectores cíclicos (con el 16% infraponderando industrials, frente al 11% que las sobreponderaba un mes antes y con el porcentaje de gestores que sobrepondera energía cayendo desde el 27% al 14%; además, tres cuartos de los inversores identifican los riesgos ligados al ciclo del negocio como el número uno para la estabilidad de mercado, desde el 42% que lo pensaba en julio). Así, el cash se situó en el 5,2%, cerca de su máximo del 5,5% de diciembre de 2008, desde el 4,1% de julio. El 30% sobrepondera la liquidez frente al benchmark, las mayores cifras desde marzo de 2009, cuando el mercado tocó suelo.

En contraste, las posiciones en renta variable cayeron de forma rápida, con sólo el 3% sobreponderando el activo desde el 35% un mes antes, así como las de inversiones alternativas y materias primas -con respecto al oro, los inversores consideran que está sobrevalorado: en julio lo pensaba el 17% pero en agosto, con la reciente subida, lo señaló el 43%, casi la mitad del panel-, mientras la renta fija redujo su infraponderación en las carteras.

“Los inversoes están esperando una acción convincente y coordinada de los gobiernos antes de devolver su capital en liquidez a la renta variable”, comenta Gary Baker, responsable de estrategia de renta variable europea de BofA Merrill Lynch Global Research.

Por regiones, en EEUU el sentimiento empeoró de forma brusca, pues los gestores infraponderan dicho mercado ahora (el 1%), desde el 23% que lo sobreponderaba en julio. Y es que el 14% cree que la economía se debilitará, frente al 29% que predecía una mayor fortaleza hace sólo dos meses.

Con respecto a la eurozona, aunque sigue infraponderada por el 15% de gestores, la visión es menos negativa que un mes antes, cuando el 21% lo hacía. Dentro de Europa, sin embargo, el 71% del panel regional espera un debilitamiento de la economía, cuatro veces más que el 22% de julio.

Sin embargo, los asignadores de activos mantienen la fe en China. Aunque han reducido la sobreponderación de bolsas emergentes desde el 35% hasta el 27%, el 11% cree que la economía del gigante asiático se debilitará frente al 24% que lo pensaba en julio y el 40% en junio.

“La huida hacia la liquidez ha alcanzado niveles de capitulación pero el optimismo hacia China ha sobrevivido a la corrección bursátil global”, explica Michael Hartnett, responsable de estrategia de renta variable global de BofA Merrill Lynch Global Research.