“La diversificación entre clases de activos no garantiza la diversificación del riesgo”

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Scui3asteveo, Flickr, Creative Commons

Parece que todo el mundo está en busca de rentabilidad. Esto no se limita sólo a los inversores institucionales. Los minoristas también se enfrentan al mismo desafío. Algunos inversores están ajustando su enfoque y seleccionando estrategias diseñadas para minimizar las pérdidas y protegerse en caso de caídas del mercado. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no están dispuestos a aceptar la ‘nueva norma’ que representa el actual entorno de bajas rentabilidades? “Muchos inversores están mirando al universo que ofrece las inversiones alternativas, incluyendo hedge funds, capital riesgo o activos tales como las infraestructuras, los recursos naturales o la tierra”.

Según explica UBS Global Asset Management en un informe sobre Estrategias de Inversión para 2013, los expertos de la entidad revelan que el porcentaje que los grandes fondos de pensiones de varios países destinan a las inversiones alternativas ha ido creciendo a lo largo de los últimos años. A cierre del primer semestre, los planes públicos de pensiones con activos de más de 1.000 millones de dólares destinaban el 15% a estos mercados, lo que supone la cifra más elevada registrada hasta ahora y contrasta con el 9,2% registrado en junio de 2011. “Gran parte del incremento del peso de las inversiones alternativas en la cartera responde a una búsqueda de la rentabilidad para cumplir con los objetivos”.

Por otro lado, en UBS Global AM consideran que los inversores con aversión al riesgo también se están moviendo. “Crear una política de asignación de activos y presupuestar el riesgo son dos de las decisiones más importantes que encaran los inversores. La teoría de una cartera moderna ofrece información sobre cómo maximizar el retorno esperado en base al apetito por el riesgo. Sobre el papel, el riesgo puede ser gestionado de manera más adecuada a través de la diversificación. En este sentido, aumentar la exposición a otras clases de activos menos tradicionales puede ser un método muy eficaz para diversificar si a largo plazo éste se mide y se gestiona de forma adecuada”, afirman.

Pero, hay que tener cuidado. “La exposición al riesgo a través de la diversificación se expresa generalmente mediante la visualización del riesgo que representan las categorías de activos (acciones, bonos, divisas e inversiones alternativas) que componen la cartera. Los inversores asocian a cada clase de activo con un nivel determinado de riesgo. Desafortunadamente, la diversificación de una cartera en distintas clases de activos no garantiza la diversificación del riesgo. Se necesitan herramientas adicionales para ayudarles a determinar si su cartera está realmente alineada con los objetivos de rentabilidad-riesgo definidos en sus políticas de inversión o sus objetivos personales”.

En este sentido, algunos modelos pueden proporcionar respuestas a preguntas cruciales que están en la mente de los inversores. Por ejemplo: ¿cuáles son los riesgos ocultos en mi cartera? ¿Mi cartera está verdaderamente diversificada o hay correlaciones ocultas? ¿Existe algún riesgo de concentración del que no estoy al corriente? ¿Mis inversiones alternativas suponen realmente un factor que contribuye a aumentar el alfa o solo estoy pagando una prima por la beta? ¿Estoy beneficiándome en realidad de los beneficios que ofrece la diversificación? “Para obtener respuestas a estas preguntas clave se debe tener una visión amplia pero coherente de los factores de riesgo a través de la cartera”.

Para UBS Global AM, el acceso a sofisticadas herramientas de gestión de riesgos proporciona la oportunidad para responder a estas preguntas y dar a los inversores una plataforma más sólida sobre la que poder tomar sus decisiones. “Esto puede basarse en un escalonado enfoque que permita entender y explicar cualquier correlación que pueda existir entre las inversiones tradicionales y alternativas, así como los riesgos específicos de estas últimas. En lo que respecta a las activos alternativos, la gestora afirma que algunos como el mercado inmobiliario son valorados periódicamente, por lo que una mezcla de técnicas cuantitativas y cualitativas pueden utilizarse para hacer una estimación de su comportamiento”.