China será la mayor potencia del mundo, pero no todo en el gigante asiático es trabajo y sacrificio Son pocas las veces en las que economistas, sociólogos, periodistas y politólogos se ponen de acuerdo en algo. Una de esas excepciones hace referencia a China. En 2050, el país será la primera potencia mundial, dicen los […]
China será la mayor potencia del mundo, pero no todo en el gigante asiático es trabajo y sacrificio Son pocas las veces en las que economistas, sociólogos, periodistas y politólogos se ponen de acuerdo en algo. Una de esas excepciones hace referencia a China. En 2050, el país será la primera potencia mundial, dicen los expertos. El enorme capital humano con el que cuenta y su consolidación como la gran fábrica del mundo está propiciando un crecimiento económico espectacular. En el primer trimestre de 2007, el Producto Interior Bruto creció un 11,1%. Las empresas españolas no brillan precisamente por su elevada presencia en el gigante asiático.
Pero Jaume Ribera, profesor de las escuelas de negocios IESE y CEIBS (China Europe International Business School), cree que las cosas están cambiando: “Afortunadamente, España se está despertando”, dice en relación al número de ejecutivos españoles expatriados en China. “En la zona de Shanghái se ha pasado de 200 a 800 en tres años”. Sin embargo, en la escuela de negocios IEDE, que cuenta con un campus propio en Shanghái, apuntan que el ritmo de crecimiento de los directivos españoles expatriados en China es aún lento. “Cada vez se habla más de China en las empresas españolas, pero el interés se queda aún en lo aspiracional”, dice un experto de la escuela. Y aunque las empresas españolas se den prisa en hacer palpable esta aspiración, ya hay países europeos que nos llevan ventaja. “La presencia de Alemania y de Holanda es mucho mayor que la española”, apunta Ribera. ¿Cómo son los sueldos de estos ejecutivos? “Pueden llegar a superar en un 40 ó 50% a los correspondientes en España”, dicen en IEDE. Aún así, “por lo que se oye, los expatriados españoles cobran menos que los de otros países”, apunta Ribera. No es excusa para no disfrutar de locales con vistas espectaculares y de una cultura que consagra el cuidado al cuerpo.