El economista jefe de UBP destaca que la economía muestra una clara división: EEUU crece al 2.5% mientras Europa apenas alcanza el 1% para 2025. Bajo este escenario destaca su apuesta hacia mid caps norteamericanas, oro, dólar y hedge funds entre otros.
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En opinión de Patrice Gautry, economista jefe de UBP, la economía mundial se encuentra ante una resiliencia fragmentada. A través de varios gráficos muestra como el crecimiento económico en el mundo va a varias velocidades. Por un lado, Estados Unidos emerge como el motor occidental, impulsado por las políticas empresariales de la administración Trump, mientras que Europa se encuentra en una encrucijada, alcanzando a penas 1% de crecimiento, con marcadas diferencias entre países.
Crecimiento resiliente pero fragmentado
Gautry destacó que el crecimiento global proyectado para 2025 se estima en 3.2%, un nivel comparable con el periodo pre-COVID. Sin embargo, este crecimiento no es uniforme: mientras las economías emergentes lideran con un promedio del 4%, los países desarrollados, como Alemania y Japón, apenas rozarán el 1%.
En Estados Unidos, se anticipa un crecimiento del 2.5%, impulsado por las políticas reflacionarias de la administración Trump, que incluyen recortes fiscales y estímulos al consumo. Sin embargo, Gautry advirtió sobre los costes a largo plazo de estas medidas, como el aumento del déficit fiscal y las tensiones comerciales.
En contraste, China se enfrenta a un crecimiento proyectado de 4.7%, con riesgos a la baja. Gautry explicó que las recientes medidas de estímulo monetario y fiscal podrían no ser suficientes para contrarrestar las tensiones comerciales y estructurales, especialmente si la administración estadounidense intensifica los aranceles.
Desafíos Europeos: complejidad política y económica
El panorama europeo, descrito como un mosaico de incertidumbre, se enfrenta a un panorama complejo con un crecimiento previsto del 1%, marcado por una clara división norte-sur. Según UBP, mientras economías como España y Portugal muestran resiliencia con crecimientos cercanos al 2%, potencias como Alemania y Francia continúan rezagadas con cifras por debajo del 1%, destacando la necesidad de recortes presupuestarios y una lenta transición hacia nuevos sectores de crecimiento.
Las elecciones alemanas de febrero podrían traer cambios significativos, con la posibilidad de una nueva coalición liderada por la CDU-CSU que podría flexibilizar las restricciones fiscales, permitiendo mayor inversión en infraestructura y tecnología.
La política monetaria global en 2025 estará marcada por un enfoque dual, una primera etapa de reducción de tasas de interés por parte de los principales bancos centrales, seguida de un período de estabilización. Según Gautry, la Reserva Federal podría mantener las tasas cercanas al 4%, con movimientos limitados en un rango de 25 puntos básicos.
En el caso del Banco Central Europeo, anticipó que, aunque inicialmente podría adoptar una postura más agresiva en la reducción de tasas para estimular la demanda interna, es poco probable que lleve estas tasas por debajo del 1.5% debido a un eventual repunte de la inflación hacia finales de año. Además, destacó los desafíos que enfrenta el BCE por el rezago entre la implementación de las políticas monetarias y su impacto en el crédito y la inversión, subrayando la importancia de usar la ventana de oportunidad de principios de año para reforzar la recuperación económica en la zona euro.
Inversiones estratégicas en un entorno fragmentado
En este escenario de resiliencia fragmentada, UBP identificó sectores clave para los inversores en 2025:
Defensa y salud: el gasto estructural en defensa en Europa y la innovación farmacéutica en EE.UU. son sectores con fundamentos sólidos. Los medicamentos contra la obesidad, en particular, se perfilan como motores de crecimiento en biotecnología.
Materias primas: metales como el cobre y el aluminio, cruciales para la transición energética, se benefician de políticas expansivas en EE.UU. y China.
Monedas y oro: las políticas arancelarias y la volatilidad geopolítica apuntan a una apreciación del dólar y del oro, este último proyectado para alcanzar los 2,800 USD por onza.
Respecto a renta fija destacó un enfoque cauteloso, con una inclinación hacia activos de corto plazo para minimizar riesgos de duración. En renta variable, el equipo de UBP ven oportunidades en empresas de mediana capitalización en EE.UU., favorecidas por la desregulación y las políticas fiscales proempresariales. Gautry también enfatizó el papel de los fondos de cobertura como herramientas para mitigar la volatilidad, especialmente en estrategias de arbitraje relativo y long-short en mercados de crédito y acciones.