La Reserva Federal cumplió con las expectativas al recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos en su cita de noviembre, pero dejó muy abierta la puerta a una pausa en la cita de diciembre y en las posteriores de 2025. Y el mercado también está recalibrando sus expectativas. Tras la victoria de Donald Trump en los comicios estadounidenses, la previsión de que sus políticas generen un repunte de la inflación hace temer que la Fed no sea capaz de bajar tanto los tipos como se preveía inicialmente.
Y en opinión de las gestoras, es algo que la Fed tiene en el radar. Dan Siluk, responsable de Global Short Duration & Liquidity de Janus Henderson, lo ve claro en la eliminación de esta cita del comunicado: “El Comité ha adquirido mayor confianza en que la inflación avanza de forma sostenible hacia el 2%”. En su opinión el cambio podría reflejar un optimismo más cauto o moderado respecto a la trayectoria de la inflación hacia el objetivo del 2% de la Fed. “Si bien se reconocen los progresos realizados, la supresión de la frase podría indicar que el Comité desea evitar señalar una postura excesivamente confiada con respecto a la inflación, especialmente en el contexto de una trayectoria fiscal incierta”, interpreta Siluk.
“Cuando se le preguntó, durante la rueda de prensa, por qué habían eliminado esa frase del comunicado, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que esa prueba se había cumplido y que no era un buen momento para dar muchas pistas de cara al futuro”, añade en esa línea Christian Scherrmann, economista jefe de EE.UU. para DWS. En cuanto a las condiciones del mercado laboral, señaló que las condiciones eran más estrictas, justo antes de la pandemia que en la actualidad. “Recordemos que la guerra comercial y la política fiscal expansiva ya habían empezado a presionar al alza sobre los precios en ese momento -quizá una indicación muy discreta de lo que en realidad no quieren ver”, apunta el experto.
"Es una continuación de la recalibración de la política monetaria, que la hace menos restrictiva pero no acomodaticia", defiende Eric Winograd, economista de AllianceBernstein. En esencia, la Reserva Federal considera que, dado que tanto el crecimiento como la inflación están volviendo a niveles de equilibrio, es conveniente que la política monetaria también se mueva hacia el equilibrio. "Aunque no es posible saber exactamente cuál es esa cifra, la Fed confía en que la política siga siendo restrictiva, lo que significa que se avecinan recortes adicionales", vatician.
Diciembre, en el aire para algunos
Sin embargo, Salman Ahmed, responsable de global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International, cree que incluso para diciembre la condicionalidad de los datos se elevó un escalón, ya que Powell se alejó de cualquier orientación sobre el ritmo y el tamaño. “Diciembre está muy cerca y que es probable que los tipos finales toquen fondo a un nivel más alto de lo previsto, dado el margen para una política fiscal reflacionista el año que viene. De hecho, si vuelve el impulso de la reflación y la inflación impulsada por la política arancelaria, es posible que haya que plantear subidas”, vaticina.
También lo ve así Martin van Vliet, Investment Strategist de Robeco: “Dado que Powell sugirió que una desaceleración de los recortes "sería apropiada una vez que nos acerquemos a niveles de tasas de política que sean neutrales o cercanos a neutrales, creemos que un recorte adicional de 25 puntos básicos en diciembre es más probable que no suceda”.
Un recorte de 25 puntos básicos en diciembre sigue siendo el escenario base para Rob Dishner, de Neuberger Berman, y de Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM, quien también reconoce que su nivel de confianza es menor tras esta conferencia de prensa. "No haría falta mucho en los próximos datos de inflación y empleo para poner en pausa al FOMC", avisa. En cualquier caso, si el FOMC recorta en diciembre, Moëc espera una pausa en enero y bajo nuestro escenario central para la implementación de las políticas de Trump, creemos que la Fed se detendrá en el 4,25% en marzo.
Menos dubitativo se muestra Erick Muller, director de estrategia de mercados de Muzinich & Co, quien cree que a pesar del resultado electoral y de las especulaciones en torno a la relación entre la nueva administración y la Fed, se anunciará nuevas bajadas de tipos en los próximos dos trimestres. "Además, en la conferencia de prensa de la Fed no escuchamos nada que sugiriera que podría invertir el ciclo de recortes de tipos en 2025", defiende.
También lo ven así Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas de PIMCO, quienes creen que la Fed tiene margen para seguir normalizando gradualmente los tipos mientras espera la claridad de la nueva administración. Las expertas confían en que la Fed mantendrá su independencia y se centrará en su doble mandato independientemente del ruido político. "Por un lado, el mandato del presidente Powell continúa hasta mayo de 2026, y aprovechó la rueda de prensa para señalar con firmeza su intención de completar su mandato. De hecho, a la mayoría de los miembros de la Junta de la Reserva Federal les queda bastante tiempo de mandato, por lo que el presidente Trump solo podrá nombrar a unos pocos funcionarios nuevos, y de forma lenta", argumentan.
¿Desencadenará Trump una nueva ola inflacionaria?
No obstante, expertos como James McCann, economista jefe adjunto de abrdn, ven claro que el banco central estadounidense se enfrentará a decisiones más difíciles de cara al futuro, vaticina. La reelección de Donald Trump con una agenda para introducir amplios cambios en el comercio, la inmigración, la política regulatoria y fiscal, podría tener claras implicaciones para las perspectivas de crecimiento e inflación.
Y es que, como ya hemos comentado en anteriores artículos, una de los primeros debates que se ha abierto en el mercado tras la victoria de Donald Trump es el impacto que puede tener sobre la política monetaria estadounidense. Para RJ Gallo, gestor de Federated Hermes, es probable que los planes de política fiscal del presidente electo Trump amplíen el déficit y alimenten aún más el endeudamiento federal, mientras que su inclinación desreguladora puede estimular el crecimiento a corto plazo en una economía que ya crece por encima de la tendencia, y sus planes arancelarios presentan el riesgo de una mayor inflación. "Esta combinación puede impulsar la inflación a corto plazo antes de que se haya replegado completamente al objetivo de la Fed y podría hacer que la Fed flexibilizara menos de lo previsto en este ciclo, provocando una tasa terminal más alta en el ciclo de flexibilización en curso", analiza.
“Junto con un probable cambio en la dirección de la política bajo la nueva administración, esperamos un ritmo más incierto y moderado de relajación monetaria el próximo año”, coincide Mahmood Pradhan, responsable de Global Macro Economics de Amundi Investment Institute. La institución monetaria es muy consciente de este ruido y quiso abordarlo en la rueda de prensa posterior a la reunión. La Fed dejó claro que no ajustaría preventivamente la política monetaria para tener en cuenta las políticas de la administración entrante de Trump que podrían amplificar tanto el crecimiento como la inflación.
“Las políticas de Trump podrían tener efectos en la economía con el tiempo, reconoció Powell, por lo que las previsiones de esos efectos se incluirían en el modelo de la Fed y se tendrían en cuenta a través de ese canal. Pero eso no afectará a la política de la Fed a corto plazo”, añaden desde Invesco. Powell señaló que desconocemos el momento y la sustancia de los próximos cambios de política y no adivinarán, especularán o supondrán cuáles podrían ser los impactos económicos. "Sin embargo, de cara al futuro, la política monetaria va a depender no sólo de los datos, sino también de la política fiscal. Y si la política real de la nueva administración en materia de aranceles sobre los recortes de impuestos se suma a las presiones inflacionistas, podemos esperar que la Fed ralentice o incluso invierta su actual política de relajación lenta", contesta David Kelly, Chief Global Strategist de J.P.Morgan AM, a esa declaración de Powell.
No estamos en un ciclo monetario típico
Para Jean Boivin, responsable del BlackRock Investment Institute, quizá lo más interesante de la conferencia de prensa de la Fed de hoy fue lo que faltó. “No hizo ningún comentario sobre las condiciones financieras, que siguen siendo relativamente laxas tras uno de los ciclos de subidas más pronunciados de la historia de la Reserva Federal. Y señaló que la inflación ha bajado mucho sin el tipo de fuerte aumento del desempleo que a menudo ha acompañado a los programas de desinflación, pero no ofreció ninguna explicación al respecto”, destaca.
BlackRock cree que más bien son fuerzas estructurales en juego las que explican este inusual macroentorno, incluida la fragmentación geopolítica y el envejecimiento de la mano de obra y no creen que se trate de un ciclo económico típico. El problema que ve Boivin es que los mercados están interpretando los cambios estructurales a través de la lente de un ciclo económico típico y eso es lo que en parte está detrás de la reciente volatilidad.