La Fed echa el freno

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La expectativa del consenso, especialmente en las horas previas a la reunión del Comité Federal Abierto (FOMC) de la Reserva Federal, era que Janet Yellen adoptase un tono más hawkish (ortodoxo), pero no subiera los tipos en junio. Lo segundo se ha cumplido y la autoridad monetaria ha mantenido el precio del dinero entre el 0,25% y el 0,5%. Siguen en la línea de decir que las subidas serán graduales y dependerán de cuáles sean las condiciones económicas. Sin embargo, lo que sí han cambiado han sido las expectativas del banco central sobre cuál será la evolución de los tipos de interés, donde la Fed ha echado el freno. Continúan manteniendo su intención de aplicar dos subidas este año, pero esto es menos de lo que esperaban hace unos meses, cuando la mayoría de los miembros del FOMC proyectaban tipos superiores al 1% a finales de 2016. Ahora, son minoría. Entre las razones para explicar esta decisión, unos datos de empleo peores de lo esperado y lo que la Fed denomina como factores externos. Primero lo utilizó para referirse a las turbulencias de China. Ahora es el Reino Unido. Con el referéndum del Brexit a tan sólo ocho días vista, el banco central no ha querido agitar más unos mercados ya de por sí revueltos.

Luke Bartholomew, gestor de Aberdeen, explica que una subida de tipos en junio “siempre fue una opción, dada la incertidumbre en torno al referéndum en Reino Unido, pero los decepcionantes datos de empleo han terminado con cualquier posibilidad de que se realice esta subida”. Para el gestor, el tono de la Fed ha sido la pauta determinante de la última reunión, y resalta el trabajo de Janet Yellen entre bambalinas: “Yellen tiene que lograr un complicado equilibrio entre los miembros hawiksh  del comité, que están claramente ansiosos porque se produzca una subida y los dovish, que permanecen cautos”.

El experto de Aberdeen cree que la evolución del desempleo y las condiciones externas seguirán limitando el margen de maniobra de la Fed. “La Fed puede ver en los pésimos salarios que uno de los grandes problemas es el crecimiento de los salarios, que sigue siendo decepcionante”, comenta por un lado. Por el otro, afirma que la institución “se ha vuelto cada vez más consciente de los riesgos de fuera de EE.UU., mientras las condiciones financieras parecen haberse vuelto extremadamente sensibles a los cambios de las previsiones en la política de la Fed”. “Las tensiones entre el mandato doméstico de la Fed y su deseo de estabilizar las condiciones internacionales pueden volverse más estresantes según pasa el tiempo”, concluye.

“La débil creación de trabajo de EE.UU. publicada en mayo les pilló con el pie cambiado, y ahora están poniendo en precio sólo una subida de tipos en los próximos 12 meses. La confusión se ha aferrado a los mercados, guiados por la propia Fed, que no está dejando dudas de que subirá tipos, pero no está diciéndoles cuándo lo harán”, explica Franck Dixmier, responsable global de renta fija de Allianz Global Investors. Dixmier interpreta la caída de la creación de puestos de trabajo como una señal de que el ciclo económico en EE.UU. ya está avanzado. Basa su pronóstico de una única subida de tipos en 2016 en dos datos publicados en el último informe sobre el mercado laboral estadounidense: que la tasa de peticiones iniciales de desempleo está en mínimos de 1970 (1,3% de la población en EE.UU. en edad de trabajar), y la escasez de trabajadores de alta cualificación, “que está trasladando el equilibrio de poder de los empleadores a los empleados”. En opinión del experto, el FOMC va a prestar mucha atención a estos datos a la hora de revisar sus previsiones trimestrales de inflación, crecimiento y la proyección de los tipos en los próximos tres años (el gráfico de los puntos).

La autoridad monetaria no ha dicho cuándo subirá los tipos, aunque ha dejado la puerta abierta en su reunión de finales de julio, algo que el mercado sigue viendo poco probable. "Lo más probable es que haya una sola subida por año, lo mínimo, lo que es coherente con una situación de bajo crecimiento y lenta normalización", afirma Andrea Delitala, jefe de multiactivos en Pictet AM. De cara a la próxima reunión, las expectativas de los inversores -medidas por el mercado de futuros- siguen dando poco probabilidad a un incremento el próximo mes. Pero, según Ben Zimra, gestor de Edmond de Rothschild AM, podría haber sorpresas. “Aunque los mercados no esperan ningún movimiento de la Fed en la próxima reunión, un voto en Reino Unido a favor de permanecer en la UE daría luz verde a la Fed para llevar a cabo su segunda subida de tipos”.

También corrobora este punto de vista Hervé Chatot, gestor de Cross Asset & Absolute Return de La Française: “Creemos que los últimos datos sobre ofertas de empleo y rotación laboral (JOLTS, por sus siglas en inglés) sugieren que la salud del mercado laboral se mantiene y podría ser sólo una anomalía. Dicho esto, creemos que un incremento de tipos en julio sigue siendo posible y los mercados están otorgando una probabilidad muy baja a que eso suceda, pero probablemente dependerá de los próximos datos sobre nóminas y del resultado del referéndum en Reino Unido”.

Yves Longchamp, responsable de análisis de Ethenea Independent Investors, se desmarca del resto de opinions al afirmar que “se dan todas las condiciones para acometer dicha subida, pues el nivel de desempleo es compatible con una situación de pleno empleo y la inflación subyacente tiende al alza y se sitúa suficientemente cerca de la tasa objetivo”.

Longchamp se encarga de recordar que, a lo largo de los últimos 25 años, “la Fed emprendió un ciclo de subidas en un plazo de 12 meses tras iniciarse un descenso del desempleo”, por lo que, según esta métrica, “la Fed debería haber realizado la primera subida de tipos antes de junio de 2011, es decir, hace cinco años”. El experto realiza unos matices a esta afirmación: “No queremos decir que la Fed tomara la decisión equivocada y que debería haber subido los tipos mucho antes, sobre todo porque este parámetro no tiene en cuenta la magnitud de la última recesión. Lo que queremos expresar es que, habida cuenta de la dinámica del desempleo, el mercado de trabajo de EE.UU. está perdiendo fuelle, lo que confirma nuestra opinión de que el ciclo económico estadounidense se encuentra en su fase más avanzada, y que la Fed tiene la oportunidad de subir los tipos ahora y tal vez no durante mucho tiempo”.

A Longchamp también le preocupa la dinámica de reacción del consenso del mercado a las declaraciones de la Fed y la reacción en consecuencia de la autoridad monetaria para ajustar esas expectativas: “Según los participantes del mercado, la probabilidad de una subida de tipos en junio se  incrementó a finales de mayo desde un 7% hasta alrededor del 33%, pero posteriormente cayó al 0% después de los decepcionantes datos de empleo conocidos a principios de junio. Por un lado, esto refleja la bipolaridad de los participantes del mercado y, por otro, muestra la incapa­cidad del banco central más poderoso del mundo para ofrecer un escenario convincente a los participantes del mercado”, concluye.