Una de las primeras consecuencias de la entrada en vigor de MiFID II –más allá del hecho de que la mayoría de las entidades se hayan declarado no independientes– ha sido la clara apuesta de las entidades de banca privada por la gestión discrecional, un servicio que “aporta numerosas ventajas a los clientes y a las entidades”, afirma Alfonso Martínez Parras, director general de BNP Paribas Wealth Management en el marco del Think Tank de BNY Mellon.
Este es un artículo exclusivo para los usuarios registrados de FundsPeople. Si ya estás registrado, accede desde el botón Login. Si aún no tienes cuenta, te invitamos a registrarte y disfrutar de todo el universo que ofrece FundsPeople.
