La gran inconsistencia entre los tipos de interés y la inflación

Jonathan Baltora, foto cedida (AXA IM)

Desde hace más de un año, la elevada inflación es una de las principales preocupaciones de los profesionales de la inversión. Y a pesar de mostrar signos de empezar a remitir, seguimos viendo niveles superiores a los de hace varias décadas. ¿Podríamos tener una inflación cercana a los objetivos de los bancos centrales en los próximos 12 meses? El mercado así lo cree.

Pero para Jonathan Baltora, responsable de Inflación, Deuda Pública y Divisas de AXA IM, que esa expectativa es demasiado optimista. "El mercado está valorando unas expectativas de inflación muy bajas. Yo diría más bien que el mercado considera que la alta inflación será transitoria, aunque sea una palabra que no gusta a los banqueros centrales", introdujo el profesional durante una reciente visita a Lisboa, donde expuso los argumentos que favorecen la inversión en bonos ligados a la inflación. Sin embargo, se pregunta retóricamente: "¿Pero por qué hablamos hoy de bonos ligados a la inflación cuando el consenso del mercado es que la inflación ha pasado su pico y se está ralentizando?".

Consenso consensual

Para los profesionales, el consenso del mercado es sorprendentemente consensual - valga la redundancia - en su opinión sobre el futuro de la inflación. "Es un consenso extremadamente sólido. Incluso diría que demasiado auspicioso. En EE.UU. el mercado transpira que se espera que la inflación baje completamente al 2% a finales de 2024... y se mantenga ahí durante los próximos 30 años. Me parece demasiado optimista que, tras la inflación más alta y volátil de los últimos 40 años, sea creíble que la Reserva Federal vaya a tener tanto éxito en exterminarla", afirma.

Sin embargo, en el mercado de tipos de interés ocurre lo contrario, resalta Baltora. "Los tipos de interés reflejan en el precio algunas bajadas de tipos, pero no muchas. Y, por supuesto, los bancos centrales quieren mantener esas expectativas. Después de todo el trabajo que les ha costado abrir diferenciales y crear expectativas de recesión, no quieren que a la primera señal de caída de la inflación los mercados entren en un rally y acaben con el endurecimiento de las condiciones financieras", explica.

En su opinión, se trata de una gran oportunidad para los bonos ligados a la inflación. "Invertir en estos instrumentos implica enfrentarse a una disyuntiva entre inflación y duración. Lo que es evidente es que las expectativas de inflación son muy bajas en comparación con los riesgos que pesan sobre esas expectativas, mientras que las expectativas de tipos de interés son muy altas y están por encima de la inflación. Los tipos de interés reales están en su nivel más alto desde 2009. Es una situación que sólo se daba cuando el crecimiento económico era muy sólido", sentencia.