Tal y como refleja el último informe Fund Brand 50, que cada año elabora Broadridge, la gestora con mejor imagen de marca en Reino Unido se llama Baillie Gifford. Es un hito que la entidad logra por segundo año consecutivo. Pero… ¿quién es esta entidad que ha conseguido adelantar a las grandes casas que históricamente copan las primeras posiciones del ranking británico en lo que a valoración de los selectores locales respecta?
Se trata de una firma escocesa con 400.000 millones de euros en activos bajo gestión, un patrimonio que han construido siguiendo una estrategia basada exclusivamente en el crecimiento orgánico. Según datos de la CNMV, en España, donde la gestora está representada por Altamar, acaba de superar los 500 millones en el negocio de distribución.
Baillie Gifford es una entidad con más de 100 años de historia. Fue fundada en el año 1908. Desde entonces, siempre ha permanecido como una firma independiente. Es propiedad al 100% de sus empleados. Estos van legando la compañía de una generación de socios a la siguiente a través de un partnership. Actualmente, son 47 socios de sexta generación. Esa estructura societaria le ha proporcionado a la firma estabilidad institucional y ha marcado su filosofía de inversión.
Estructura de las carteras y enfoque de inversión
Desde su fundación, la entidad se ha dedicado exclusivamente a la gestión de activos. Se especializó en renta variable, donde aplica una gestión activa. Su estilo de gestión se basa en el análisis bottom-up y sus carteras, que presentan active shares elevados (de entre el 80 y el 90%), son relativamente concentradas. De hecho, el fondo que más éxito comercial está teniendo en España -el Baillie Gifford Long Term Global Growth, con el que ha obtenido en los últimos años una rentabilidad neta del 176%, frente al 66% del MSCI AC World- invierte únicamente en unos 30 valores.
Tienen un enfoque de inversión de largo plazo. Lo evidencia la alta permanencia media de las compañías en la cartera y la baja rotación, que suele estar en la horquilla del 10-20% anual. Consideran que los mercados son eficientes a corto plazo, pero ineficientes a la hora de valorar el potencial de las empresas a largo plazo. Por ese motivo, a la hora de hacer sus análisis, no utilizan información de analistas externos de bancos de inversión al considerarlos cortoplacistas y no diferenciales. Lo que tratan es de formarse una opinión de lo que será una compañía o industria a 5-10 años vista.
Fuentes de información
Para formarse esa opinión, emplean recursos propios en financiar estudios en distintas materias (secuenciación de ADN, alzheimer, nuevas tecnologías agrícolas, impresión 3D…). Lo hacen a través de universidades o centros de investigación punteros en todo el mundo. Por ejemplo: Oxford y Cambridge (Europa), Santa Fed Institute y Palo Alto Research Centre (Estados Unidos) o Tsinghua (Asia).
Otra de las fuentes de información, también muy importante para ellos, es la relación que han construido con los equipos directivos de las compañías, en muchas de las cuales llevan siendo accionistas durante larguísimos periodos de tiempo. El proceso de análisis que siguen se basa en estudiar cinco temas: la industria, la ventaja competitiva de la compañía, su fortaleza financiera, el equipo directivo y la valoración.
El resultado de este análisis son carteras con un sesgo growth, donde la sostenibilidad de las ventajas competitivas y el tamaño de la oportunidad en el largo plazo tienen un peso específico muy elevado en el proceso de toma de decisiones. Todas ellas se adoptan desde Edimburgo, donde trabajan los casi 1.200 empleados que tiene la firma.
Los profesionales dedicados a la gestión están formados por 140 gestoras y analistas. Se dividen en 22 equipos especializados por activo y estrategia. Están liderados por 22 profesionales, con una experiencia media de 23 años en la gestión de activos y 22 años en la entidad. Se les retribuye principalmente por los resultados que han conseguido con sus fondos a cinco años.
La gama
Baillie Gifford cuenta con una gama muy reducida de fondos. Además del Long Term Global Growth, cuenta con otra estrategia de renta variable global: el BG WW Global Alpha. También tienen entre su oferta estrategias regionales, todas ellas centradas en renta variable. Es el caso del BG WW US Equity Growth, el BG WW Emerging Markets, el BG WW Japanese y, en Europa, el BG WW Pan-Euro. Asimismo, cuentan con un producto de renta variable global ligado al sector salud: el BG WW Health Innovation.
Hace décadas que la firma lleva implementando en su proceso de inversión la integración de temas vinculados a la ASG. Lo aplica en todos sus fondos, aunque hay dos estrategias donde la integración de los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno va un paso más allá: el Baillie Gifford Global Stewardship (que es artículo 8) y el Baillie Gifford Positive Change (artículo 9). Cada uno de sus 22 equipos de gestión cuenta con un profesional del equipo de gobernanza y sostenibilidad integrada.
Son los datos más relevantes de la gestora que, entre los selectores de fondos británicos, cuenta con mejor imagen de marca, según Fund Buyer Focus.