La huella de Fidelity Worldwide Investment en Asia

Un tercio de los activos gestionados por Fidelity Worldwide Investment se gestionan desde las oficinas que la gestora tiene en Asia, haciendo de esta zona el nuevo El Dorado de la entidad. La gestora cuenta con 1.300 empleados en la región y presencia local en ocho países. Pero este potencial asiático no es algo nuevo para Fidelity que comenzó sus operaciones en la zona hace más de 40 años, con la primera oficina en Japón. Este año celebra además el 30 aniversario de su oficina de Hong Kong.

Fidelity mantiene una apuesta fuerte por esa región y este mismo año ha inaugurado una oficina de análisis en Shanghai y en Dalian (India). “La competición en esta zona es feroz. Todos los jugadores internacionales están aquí además de los competidores locales”, explica Arne Lindman, CEO de Asia Pacífico de Fidelity. Fidelity consiguió el año pasado la licencia QFII que les permite invertir directamente en compañías cotizadas en China, con una cuota asignada de 150 millones de euros y sus planes pasan por pedir en los próximos meses una ampliación de esa cuota.

Desde las ocho oficinas locales gestionan todo el dinero de activos asiáticos de todos los clientes mundiales de la gestora (la mitad, proveniente de clientes europeos) y realizan labores comerciales para sus clientes locales. “Es un gran reto manejar esta gestión porque es muy complejo con mercados distintos, con regulaciones locales distintas, zonas horarias distintas, culturas distintas, etc”, asegura Lindman. Por ejemplo, existen seis zonas horarias, 13 países en los que invertir con una situación económica muy distinta y diferentes sistemas político, con 40 índices de referencia y cuatro lenguas clave (inglés, japonés, coreano y chino). “Mantener los equipos locales cuesta mucho dinero pero no hay atajos para obtener buenas rentabilidad, hay que invertir y cuidar a nuestra gente local”, dice Lindman.

La presencia de Fidelity en Asia se centra en la diversificación tanto en materia de clientes como de países y de tipos de activos. Por ejemplo, mientras que en Corea, Singapur o Australia no puede comercializar directamente a clientes retail, en países como Taiwan o Japón sí puedan. Igualmente en Hong Kong y Japón tienen presencia en el mercado de pensiones y no así en el resto de países. En cuanto al tipo de productos, dependiendo de la legislación local de cada mercado, pueden ofrecer sus fondos en formato UCITS y en otros tienen que limitarse a comercializar productos locales.

Algunas de las tendencias que desde Fidelity observan en el mercado asiático son una mayor regulación, una mayor demanda de productos de pago de rentas periódicas debido al envejecimiento de la población, una mayor internacionalización de las gestoras chinas y una concentración de los clientes institucionales. “En Asia, tradicionalmente, se ha ahorrado mucho y ese dinero se ha mantenido en liquidez o en activos tangibles ya que la bolsa se entiende como un elemento más de especulación que de inversión. El cambio de esa cultura es una gran oportunidad para Fidelity”, dice Lindman. “En algunos países, los fondos de inversión tan sólo tienen una penetración del 2% o 3%, con lo que hay una gran oportunidad de crecimiento”

En cuanto a la diversificación en clase de activo, si bien en Fidelity se han centrado tradicionalmente en la renta variable, en los últimos años han desarrollado sus capacidades de gestión de renta fija y hoy en día ese clase de activos supone ya el 30% de sus inversiones (43.200 millones de dólares), frente al 10% que era hace cuatro años.

Cuentan con nueve analistas locales que trabajan desde las oficinas de Hong Kong y la India y la presencia de equipos de renta fija ha ido variando desde 2002 cuando tan sólo realizaban análisis para fondos globales y actualmente gestionan productos desde allí. Desde el equipo asiático de renta fija gestionan los fondos de su sicav luxemburguesa FF Asian Bond Fund y FF Asian High Yield Fund, así como los productos locales FGIF Hong Kong Fund y FGIF Hong Kong Money Fund y distintos mandatos.